Aunque aún alejado de su desarrollo en otras partes del mundo, poco a poco la robótica va dando pasos en Cuba.
Estudiantes de técnico medio en Informática en la provincia de Ciego de Ávila se adentran en esta especialidad, gracias a la inauguración de un laboratorio con equipos donados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, Cultura y Ciencia (Unesco).
Se trata de la instalación número 24 de su tipo en la isla. Con ellas, las autoridades educativas cubanas buscan promover el interés por la automatización entre los jóvenes, a través de los Joven Club de Computación y Electrónica, de acuerdo con fuentes oficiales.
La idea, al menos de momento, es empezar de a poco, con los equipos y recursos disponibles.
“El proyecto no persigue la creación de robots sofisticados, algo que necesitaría una tecnología y una inversión de recursos mucho mayores”, aseguró al periódico Invasor Ramón Carrazana, director de los Joven Club en Ciego de Ávila.
De hecho, el funcionario explicó que los pequeños robots, donados por la Unesco, son bastante simples, aun cuando provienen del primer mundo.
“Caminan, retroceden, evitan chocar con las paredes, siguen el recorrido trazado por el programador. Los muchachos aún están aprendiendo cómo lograrlo, pero resulta relativamente fácil”, explicó.
De la escuela a la producción
Según Carrazana, la intención con este programa es conectar a los estudiantes con los conocimientos de robótica para su posterior aplicación con las tecnologías disponibles.
En tal sentido, se prevé crear una “red de conocimiento alrededor de la robótica”, con la participación de Etecsa, la dirección provincial de Agricultura, el Centro Meteorológico, la Universidad local y la Unión de Informáticos de Cuba.
A propósito, el director nacional de los Joven Club, José Carlos Cruz, aseguró a Granma que la intención es que los 24 laboratorios de robótica existentes en el país se vinculen con los denominados “polos productivos”.
Sin embargo, por ahora, según Duniesky Dorta, presidente de la Unión de Informáticos de Cuba en Ciego de Ávila, solo se aspira a que los estudiantes de técnico medio comprendan las bases de programación y funcionamiento de la robótica.
“Ahora mismo, obviamente no pretendemos construir robots en Ciego de Ávila, ni conseguir una gran máquina autónoma que coseche plátanos en La Cuba. Nada de eso. Pero sí esperamos lograr que los muchachos comprendan las bases de programación y funcionamiento de la robótica, que aprendan más sobre esta rama del conocimiento”, apuntó.
¿Robots para la agricultura?
Dorta lamentó que la provincia cuenta actualmente con “profesionales muy bien calificados en sus sectores, pero incapaces de ver las enormes oportunidades de automatización e informatización que existen”.
Por ello, para el directivo “es importante que los estudiantes desarrollen una visión más amplia sobre la utilidad de la robótica y, una vez graduados, la promuevan en sus centros laborales”.
De esta forma, dijo, se podría beneficiar el desarrollo futuro de la economía en Ciego de Ávila y, en particular, de la agricultura, la actividad económica más importante del territorio.
“Resulta el primer paso en el largo camino del desarrollo productivo: desde asuntos relativamente simples, como la gestión de los suelos, la interrelación de las industrias y el procesamiento de información climática e hidráulica, hasta otras cuestiones que hoy pudieran parecernos en extremo lejanas, como la agricultura inteligente y el uso de drones”, afirmó.
El proyecto solo beneficia hoy a estudiantes de técnico medio. No obstante, se prevé su ampliación a otras etapas de la educación como la primaria o la universitaria.
De acuerdo con el director nacional de los Joven Club, todas las provincias cuentan con un laboratorio de robótica y automática similar al de Ciego de Ávila. Incluso, territorios como La Habana, Santiago de Cuba y Villa Clara cuentan con más de uno.
Los resultados de esta iniciativa tendrán su primer medidor en diciembre de este año, cuando se celebre en Cuba la IV Competencia Nacional de Robótica, a la que se espera asistan equipos de otros países.
No estoy en contra del desarrollo, pero primero enseñar a los estudia tes a sembrar la tierra para cosechar alimentos. Los robots no alimentan ,y los alimentos de la tierra si. Habrá más tiempo para esa superación.