La población cubana atraviesa desde hace años una compleja situación. La baja natalidad y el envejecimiento creciente marcan el escenario demográfico de la isla, una ecuación en la que los flujos migratorios resultan otra variable de peso.
No obstante, la pregunta que da título a este trabajo es, en realidad, imposible de responder con exactitud. No solo por la variabilidad de los indicadores demográficos —aun cuando estos mantengan bastante claras sus tendencias—, sino también por la complejidad de medir las cada vez más frecuentes entradas y salidas de cubanos del país. También por las disposiciones vigentes en materia migratoria.
Así lo reconocieron días atrás especialistas en el tema, al presentar a la prensa datos actuales y proyecciones sobre la población de Cuba. Preguntado por el impacto de la emigración en estas cifras, Juan Carlos Alfonso, vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), confirmó que los cálculos y estimados oficiales se realizan teniendo en cuenta lo normado legalmente al respecto.
Siguiendo estas pautas, las personas que, aun estando fuera de la isla, mantienen su residencia legal en ella, se contabilizan oficialmente como parte de la población cubana. Y, como se recordará, según lo regulado por la ley, un cubano puede permanecer hasta 24 meses en el exterior sin perder su condición de residente en el país. A ello se suma la moratoria hoy vigente más allá de ese tiempo, establecida durante la pandemia.
Por tanto, dentro de los 11 089 511 habitantes con que contaba oficialmente Cuba al cierre de 2022 deben estar incluidos los alrededor de 300 mil cubanos que entraron de manera irregular en Estados Unidos el pasado año, según datos de las autoridades estadounidenses. Y también los que salieron de manera legal o ilegal rumbo a ese u otros destinos al menos en los últimos dos años.
Entonces, bien puede suponerse que el número de cubanos que están hoy en el país es en realidad inferior al de las estadísticas oficiales, algo que quizá hubiera podido verificarse en el censo previsto para septiembre pasado y pospuesto —por ahora— hasta 2025, debido a la crisis económica de la isla. Incluso, también es de suponer que dicho número sea inferior —y no poco— a los 11 millones, una cifra de la que, según las previsiones oficiales, no se descenderá hasta dentro de par de años.
Aun así, incluso con el margen de enmascaramiento que se deriva de esta situación, el panorama demográfico cubano está signado por el sostenido descenso de la población desde hace varios años, con más muertes que nacimientos, una tasa de fecundidad también decreciente y un grado de envejecimiento en ascenso. Todo ello entraña presentes y futuras tensiones al ya de por sí tenso escenario socioeconómico de Cuba.
Dicho esto, y sin perder de vista lo ya explicado sobre las pautas para calcular los datos oficiales, OnCuba propone una mirada a los principales indicadores demográficos del país, a partir de datos recientes ofrecidos por la ONEI. En un segundo trabajo, brindaremos las proyecciones futuras de la población de la isla, a partir de un estudio realizado sobre el tema por investigadores cubanos.
Finalmente, para una mejor comprensión de algunos de los indicadores reseñados, los invitamos a consultar un pequeño glosario incluido al final del texto, a continuación de los gráficos.
Glosario de indicadores demográficos
- Saldo migratorio externo: diferencia entre la inmigración (número de inmigrantes o repatriados) y la emigración (número de emigrantes) en un determinado lugar.
- Tasa de crecimiento: tasa que mide el aumento o disminución poblacional, a partir de los nacimientos, defunciones y el saldo migratorio externo e interno.
- Tasa de crecimiento natural: tasa que mide el aumento o disminución poblacional a partir del superávit o déficit de nacimientos en comparación con las muertes.
- Grado de urbanización: Porcentaje de la población urbana (la que vive en asentamientos con más de 2 mil habitantes) con respecto a la población total.
- Tasa global de fecundidad: Número promedio de hijos por mujer en un país o lugar. Cuando este número se encuentra por debajo de 2,1, se sitúa por debajo del llamado nivel de fecundidad de reemplazo, lo que significa que la población disminuirá con el transcurso del tiempo.
- Edad media: Edad promedio en una población. Se obtiene sumando todas las edades de las personas que componen esa población, y dividiendo esa suma por el número de dichas personas.
- Edad mediana: Valor que divide a la población en dos partes iguales. El 50 % de la población está por debajo de esa edad y el otro 50 %, por encima.
- Relación de dependencia (coeficiente de carga demográfica): medida demográfica que expresa la relación entre las personas potencialmente activas, por su edad, y las personas potencialmente dependientes (inactivas). Cantidad de personas dependientes (de 0 a 14 y de 60 y más años) por mil personas activas (de 15 a 59 años).