Las autoridades de Cuba aseguraron este viernes que aplicarán “todas las garantías legales” para proteger los negocios de empresas extranjeras en la Isla ante la activación del Título III de la ley Helms-Burton por parte de Estados Unidos, la cual permite demandar a firmas que operan con propiedades confiscadas en la Isla por el gobierno revolucionario.
El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), Rodrigo Malmierca, hizo esa afirmación durante un encuentro con representantes de compañías foráneas y del cuerpo diplomático en La Habana junto a un grupo de funcionarios estatales, según medios oficiales.
“El gobierno cubano ratifica su decidida oposición y asegura que aplicará todas las garantías legales para proteger los negocios que existen en el país”, aseguró Malmierca a los empresarios con intereses en la Isla, en su mayoría del sector turístico.
Celebramos hoy encuentro con empresarios inversionistas en #Cuba. Ratificamos decisión amparada en nuestra legislación de apoyarlos contra ley Helms Burton. Varios empresarios agradecieron información y ratificaron interés en mantener sus negocios en nuestro país. @cubavsbloqueo pic.twitter.com/n0LvftEpys
— Rodrigo Malmierca Díaz (@R_Malmierca) May 17, 2019
El pasado 2 de mayo el gobierno de Donald Trump activó por primera vez el Título III de la ley Helms-Burton, que da luz verde a estadounidenses para demandar en las cortes de EE.UU. a quienes operen en los terrenos e inmuebles que les fueron confiscados tras la Revolución de 1959, lo que podría perjudicar a firmas extranjeras con presencia en Cuba.
“La ley Helms-Burton, que pretendió alejarnos, nos ha acercado más para defender nuestros intereses comunes”, dijo este viernes Malmierca, al tiempo que subrayó que es “inaplicable” y que actualmente el gobierno cubano trabaja en la eliminación de “trabas” y por el “incentivo” a la inversión extranjera, la cual es “fundamental” para el desarrollo del país.
También intervinieron la directora general de Inversión Extranjera del Mincex, Deborah Rivas, y el director general de EE.UU. de la cancillería cubana, Carlos Fernández de Cossío, quienes explicaron pormenores con los que Cuba avala la seguridad de las inversiones foráneas.
Entre ellas, consideraron a la nueva Constitución recién aprobada y ya en vigor, la Ley de Inversión Extranjera 118 y la Ley de reafirmación de la Dignidad y Soberanía cubanas, de 1996, como herramientas que amparan las nacionalizaciones realizadas en Cuba.
La directora general de inversiones del Mincex recordó que desde 1996 varios países aprobaron “leyes antídoto” para proteger a sus nacionales, como es el caso del estatuto de la Unión Europea contra el embargo de EE.UU. a la Isla, la Ley Contra Medidas Extraterritoriales Extranjeras de Canadá y la Ley de Protección al Comercio y la Inversión de Normas Extranjeras que Contravengan el Derecho Internacional, aprobada por México en la década de los 90.
Por su parte, Fernández de Cossío, explicó que hasta el momento solo se han presentado tres demandas tras la activación del Título III de la Helms-Burton.
En ese sentido, el diplomático citó a especialistas jurídicos que señalan que existen suficientes obstáculos en el cuerpo de la normativa que hacen difícil a un reclamante demostrar que su demanda procede con apego al Derecho.
En representación de la cadena hotelera español Meliá Internacional, el empresario Francisco Camps dijo que su compañía hace negocios “libre y voluntariamente en Cuba” y recordó que fue la pionera en crear en 1990 una empresa mixta en la Isla y cuenta en la actualidad con 34 instalaciones y más de 15,000 habitaciones bajo su administración.
El empresario español también advirtió de la necesidad de “mantenerse informados con fuentes fidedignas” y en contacto con los ministerios y embajadas correspondientes ante la avalancha de “fake news”, que tienen el propósito de provocar nerviosismo entre los inversionistas.
Otro directivo hotelero español, Matteo Cardentei, recordó que la cadena mallorquina Iberostar lleva 25 años trabajando en Cuba y afirmó que sigue su apuesta con nuevos negocios como un hotel de 500 habitaciones en la ciudad patrimonial de Trinidad, en el centro de la Isla.
EFE / OnCuba