La insuficiente producción de huevos sigue forzando a los cubanos a pagar cifras astronómicas en el mercado negro, donde único pueden encontrarse con mayor frecuencia. Ni la cría de gallinas semirrústicas y codornices, estrategia del gobierno cubano en 2023 para contrarrestar la falta de este producto, ha dado resultados.
Tanto las gallinas como las codornices son más fáciles de alimentar ante la falta de piensos industriales para la crianza de otras razas, ya que se mantienen con comida alternativa y pasto verde, reseña hoy Cubadebate. De ahí esta estrategia gubernamental.
“Sin embargo, estas alternativas no dan abasto para satisfacer las necesidades de la población. Los precios a los que ha llegado el cartón confirman ese hecho. El costo del huevo, además, encarece otros productos en cuya elaboración es clave, como los dulces”, apunta el medio.
De escuelas a granjas avícolas
De acuerdo con Granma, en el antiguo preuniversitario Lázaro Acosta Paulín, cercano al poblado de Briones Montoto, en Pinar del Río, la inversión de 26 millones de pesos logró emplazar una granja para la cría de estas aves. Tenía capacidad para unas 120 000 codornices y podía aportar anualmente 24.2 millones de huevos.
Antiguas escuelas son convertidas en granjas avícolas en Pinar del Río
Juan Carlos Cruz González, director general de la Empresa de Aseguramiento y Servicio Integral a la Ganadería, aclaró que el 35% de la producción estaría destinada a la venta en divisas, con el propósito de captar el financiamiento necesario para adquirir el pienso destinado a sustentar a las aves.
“La población observa cómo el precio sigue aumentando a la par de los revendedores y la especulación, y no parará mientras la industria no sea capaz de suplir la demanda”, apunta ahora el medio estatal, que contactó a algunos productores, aunque el Ministerio de la Agricultura se negó a ofrecerle declaraciones.
Agrega que, si bien la cantidad de huevos que le corresponde a cada persona por la libreta de abastecimiento ha variado con el paso del tiempo, en los últimos meses, según datos del Ministerio de Comercio Interior, solo se han vendido cinco unidades por consumidor. “Hoy, sin embargo, consumirlo regularmente está lejos del bolsillo del cubano. Cinco al mes no son suficientes”, añade la publicación.
Los números de la producción
“Una lata de pienso, si la encuentras, cuesta alrededor de 1500 pesos, y una libra de maíz seco, por ejemplo, 50 pesos”, dijo a Cubadebate un campesino de Artemisa llamado Zeikel, dueño de 10 gallinas. “Estoy vendiendo los cartones en 1800 y la gente ni siquiera espera a que esté completo y se lo llevan por docenas”, dice.
El Artemiseño mencionaba en mayo de 2023, como experiencia positiva, la venta de un cartón de huevos a 750 pesos de forma liberada, gracias al aporte de la UEB César Escalante.
El alto precio, señala el reporte, “obedecía a lo encarecido del pienso en el mercado en divisas”, cuando la tonelada es adquirida a 78 000, o unos 650 MLC, conforme al cambio oficial de 120 pesos. Por este concepto de venta liberada habían recaudado cerca de 21 millones de pesos a finales de abril.
Importación de huevos
La compañía Imagine Investments, socio de la empresa TradeConnect Torres Alfaro, de Costa Rica, anunció a inicios de octubre que iniciará en breve la exportación a Cuba de alimentos, con una amplia cartera de productos que incluye, además de huevos, bebidas saborizadas, agua embotellada, refrescos, pulpas de frutas y café.
Sus directivos detallaron que habían logrado una alianza con la cámara de avicultores de Costa Rica y trabajaron con tres empacadoras para exportar hacia la isla “una cantidad importante de huevo fresco”.
Empresa de Costa Rica incursionará en exportación de alimentos a Cuba
Entonces, aseguraron que las granjas y empacadoras están listas para enviar los pedidos. “Tenemos diseñado el diagrama del contenedor, desde la dimensión de las cajas, la temperatura, la vida útil, hasta el tamaño del huevo para que resista el viaje“, relató Daniel Torres, uno de los directores de Imagine Investments.
Cuba atraviesa una severa y crónica crisis económica, profundizada por la pandemia, las sanciones de Estados Unidos y las dificultades e ineficiencias internas. En este contexto, la producción agropecuaria es uno de los sectores más afectados; en tanto, los precios de muchos alimentos se mantienen en ascenso en medio de una elevada inflación.