Autoridades sanitarias cubanas promueven la cría de peces “guppies” como medida alternativa contra el mosquito Aedes Aegypti, transmisor del virus del dengue y el zika, en un momento en el que la Isla busca controlar la propagación de estas enfermedades, informan este miércoles medios oficiales.
El experimento se puso en marcha en la provincia central de Cienfuegos, donde existen siete bancos de “guppies” (Poecilia reticulata) distribuidos en todo el territorio, como una “variante económica y efectiva” para erradicar la plaga, porque un solo pez puede llegar a devorar entre 60 y 150 larvas del insecto en un día.
Los “guppies” son el “método alternativo más importante que tenemos para sustituir los plaguicidas”, aseguró el vicedirector del Centro Provincial de Higiene y Epidemiología de Cienfuegos, Edelis Molina, al diario estatal Granma.
Estos peces de agua dulce, muy populares por la facilidad con que se mantienen en peceras, “no afectan la calidad del líquido y no constituyen riesgo de contaminación” en las aguas donde suele reproducirse el mosquito.
“Si en cada vivienda los depósitos tienen dos peces, habrá un gran impacto en la lucha contra el Aedes”, insistió el especialista.
El uso de los “guppies” como control biológico del mosquito Aedes ya se ha aplicado con buenos resultados en Estados Unidos, Colombia, Brasil, Perú y El Salvador, sostiene el diario.
La nota menciona específicamente la experiencia con este método en Nueva Orleans (EE.UU.), donde se usaron estos peces para controlar las poblaciones de mosquitos tras la gran inundación provocada por el huracán Katrina en 2005.
Latinoamérica sufre actualmente una epidemia de dengue que también afecta a Cuba, donde las autoridades mantienen una estrecha vigilancia para controlar los focos de la enfermedad.
De acuerdo a los datos oficiales más recientes, en la Isla solo se han registrado 1.000 casos en lo que va de año y ningún fallecimiento. Sin embargo, medios radicados fuera de Cuba aseguran que la situación es peor.
Muchos cubanos también usan las redes sociales para denunciar salideros y aguas estancadas en las calles, que a causa del clima cálido de Cuba, pueden convertirse rápidamente en focos de reproducción de estos mosquitos, trasmisores además de la fiebre amarilla, el zika y el chikunguña.
Científicos cubanos también estudian el uso de la bacteria wolbachia, que impide que el insecto transfiera los virus, y la esterilización de mosquitos machos para detener la propagación del vector.
Llegado el momento podrían empezar a exportar peces tropicales…