Las recomendaciones hechas por el Comité Olímpico Internacional (COI) que afectan a atletas y autoridades deportivas de Rusia y Bielorrusia, a raíz de la invasión rusa a Ucrania, fueron cuestionadas este martes en un editorial publicado por Jit, medio perteneciente al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) de Cuba.
El sitio especializado, aunque reconoció que “como toda guerra, los daños humanos y materiales crecen por horas”, calificó la postura del máximo ente deportivo del mundo y de otros organismos a nivel global como una “masiva operación política contra atletas, autoridades, federaciones y otros estratos del deporte ruso”.
“Como toda acción de presión política, ya cobra elevados saldos a personas e instituciones que nada tienen que ver con los misiles que ahora mismo explotan en la geografía ucraniana, salvo que ser ruso constituya ya, de plano, un delito…”, asegura el editorial.
Este martes el Comité Ejecutivo del COI recomendó a las federaciones deportivas internacionales y a los organizadores de campeonatos deportivos que no inviten ni permitan la participación de deportistas y técnicos de Rusia y Bielorrusia.
El texto de Jit reconoce que el movimiento olímpico internacional tiene la opción de condenar a la parte del conflicto que considere culpable, pero, a su vez, interpreta que el COI “se dispara a sí mismo y se enreda en una clara postura de doble rasero, cuando declara la guerra al deporte ruso”.
Una guerra en el #deporte no pondrá fin a la de #Ucrania Por más drásticamente que se mire al conflicto, el movimiento olímpico internacional se dispara a sí mismo, y se enreda en una clara postura de doble rasero, cuando declara la guerra al deporte ruso.https://t.co/491t6bYXqc pic.twitter.com/7b9eZmN1eu
— JIT Deporte Cubano (@jit_digital) March 2, 2022
“El concierto de Lausana y otros debieran concentrar sus esfuerzos en el llamado a la paz y en la promoción de relaciones verdaderamente amistosas entre instituciones y países, sobre todo entre aquellos que por profundas y complejas coordenadas históricas se han visto forzados a la guerra de balas y bombas”, añade.
Jit considera que la “exigencia de no politizar el deporte ni el escenario bajo los cinco aros debiera mantenerse incluso en las actuales circunstancias, sobre el principio de que los atletas, los clubes y las federaciones deportivas no son instituciones militares –ni gubernamentales en muchos casos– ni le han declarado la guerra a nadie.”
Sobre las medidas anunciadas, apunta que “ponen en clarísima duda la neutralidad del movimiento olímpico y expresan los verdaderos basamentos políticos, ideológicos y culturales de muchos de sus líderes.”
El órgano oficial del Inder afirma también que “las tradicionales narrativas de la neutralidad, la unidad y la igualdad”, enarboladas por el movimiento olímpico, “se han destruido” y a la vez sugiere que las mismas parecen haber sido redactadas en “Washington o Bruselas”, en alusión a las sedes de los gobiernos de Estados Unidos y de la Unión Europea.
El mundo del deporte cierra filas contra Rusia por su agresión a Ucrania
El editorial cuestiona la postura adoptada por el COI y otras instituciones deportivas ante las guerra de Vietnam y el Golfo Pérsico, los conflictos en Yugoslavia y Afganistán, o la invasión a Playa Girón, entro otros estallidos bélicos ocurridos anteriormente.
Hasta el momento no ha trascendido la opinión del Comité Olímpico Cubano (COC) sobre el conflicto, pero el pronunciamiento del Inder parece estar en consonancia con la posición del gobierno cubano, que este miércoles se abstuvo en la votación en la Asamblea General de la ONU de una resolución que exige a Moscú detener la agresión a Ucrania. El texto contó con el apoyo de 141 estados, 35 abstenciones –entre ellas las de Cuba y China–, y cinco votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Siria, Corea del Norte y Eritrea).
El gobierno de la Isla emitió días una declaración oficial en la que evitó catalogar la incursión militar de Rusia en Ucrania como una invasión y en la que abogó por una solución diplomática al conflicto. En la misma, lamentó “las pérdidas de vidas civiles inocentes”, llamó a garantizar “la seguridad y soberanía de todos, así como la paz, la estabilidad y la seguridad regional e internacional”, pero a la vez reconoció el derecho de Rusia a defenderse de las amenazas de Estados Unidos y la OTAN.