Cuba promueve un diseño de casas de tabaco que busca atenuar los efectos de las tormentas y las intensas lluvias, informa el diario Granma.
El nuevo diseño “empieza a ganar terreno” en las vegas de Pinar del Río, territorio que aporta más del 65 por ciento de la producción de la Isla, y cuenta con varias modificaciones con respecto a las tradicionales, que identifican a la célebre región tabacalera conocida como Vueltabajo.
Su autor es Silvio Delgado, técnico en construcciones de la empresa productora del municipio pinareño San Juan y Martínez, con más de tres décadas de experiencia, quien afirma que su diseño permite un mejor uso de los recursos, porque incrementa en más de un 60 % la capacidad de curación “con los mismos materiales”.
Las nuevas construcciones se caracterizan por un puntal más bajo —en más de un 30 %– y un área de apoyo mayor, lo que las hace más resistentes a los vientos. Además, su ancho aumenta de 10,2 a 19,2 metros y cuentan con dos pasillos laterales, en lugar de uno central, “que facilitan las acciones para controlar el exceso de humedad en caso de intensas lluvias”, asegura la publicación.
“El tabaco queda separado de las paredes y las ventanas, y aunque llueva con viento, no se moja”, dijo a Granma el campesino Genaro Martínez, quien comprobó la eficacia del nuevo diseño en mayo pasado, durante las lluvias de la tormenta subtropical Alberto.
“Si se presenta un temporal de muchos días, uno le puede prender carbón en los pasillos para darle calor y recoger la humedad”, agregó.
Después del huracán Michael, Cuba comienza siembra de tabaco
Quienes se dedican al ensarte de las hojas trabajan al lado de las ventanas, y no en el centro, como sucede tradicionalmente, lo que “propicia una mejor iluminación, facilita la manipulación del tabaco dentro de la casa y reduce el peligro de que ocurran daños mecánicos”, explicó Delgado.
Además, no es necesario esperar porque termine este trabajo para ubicar el tabaco en la parte más alta de la casa, sino que se puede hacer “al mismo tiempo, sin peligro de accidente”, agregó Martínez, primer productor en implementar el diseño durante la pasada campaña.
El modelo que ahora se promueve es una actualización de un diseño anterior creado por Delgado luego de los daños provocados en la infraestructura tabacalera de Pinar del Río por los huracanes Gustav e Ike en 2008. Entonces, se afectaron unas 7,000 casas en el territorio y fue necesario movilizar cientos de carpinteros y destinar “cuantiosos recursos” para su recuperación.
Recientemente, el huracán Michael ocasionó la pérdida de unos 18,000 canteros de tabaco y daños a otros 31,300.
En la actual campaña tabacalera, en Pinar del Río se plantarán 20,000 hectáreas de tabaco –de las más de 31,000 que se sembrarán en toda la Isla– y está prevista la recolección de más de 22,800 toneladas de la hoja.
En 2017, Cuba exportó 105 millones de tabacos, lo que permitió un crecimiento de un 12 por ciento en las ventas de la compañía Habanos S.A. y un ingreso de 450 millones de dólares.