El escenario meteorógico de Cuba parece oscilar en los últimos tiempos entre las lluvias intensas y la sequía. Luego de los daños e inundaciones causados por la tormenta Alberto a fines de mayo, la escasez de precipitaciones ha vuelto a reinar en la Isla.
El déficit de lluvias provocó sequía en el 45 por ciento del territorio cubano en julio, una situación que podría repetirse en agosto especialmente en las provincias orientales, según un informe del Centro del Clima divulgado por la Agencia Cubana de Noticias.
En el 13 por ciento del área de la Isla el fenómeno fue catalogado de severo a extremo, la evaluación fue moderada para otro 13 por ciento y en el 19 por ciento restante débil, precisó el último boletín sobre vigilancia del clima emitido por el Centro, perteneciente al Instituto de Meteorología (Insmet).
Las áreas más dañadas por la sequía se encuentran en las provincias occidentales de Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Mayabeque y Matanzas, y en las orientales de Las Tunas, Santiago de Cuba y Guantánamo.
En total, 67 municipios sufrieron en más del 25 por ciento de sus áreas escasez de precipitaciones y en el trimestre mayo-julio el 13 por ciento de la geografía cubana padeció sequía de corto período, con énfasis en la región oriental del país y, en particular, Santiago de Cuba, indicaron especialistas del Insmet.
También explicaron que agosto es el segundo mes del período de sequía intraestival con menos lluvias en Cuba, debido a que se mantiene la notable influencia del anticiclón del océano Atlántico sobre la Isla.
Cuba se había recuperado de la sequía tras recibir las lluvias que acompañaron en septiembre de 2017 al huracán Irma y la tormenta Alberto, que elevaron el nivel del agua en los embalses de la Isla, un panorama que todavía se mantiene favorable.
EFE / OnCuba