Los planes del Gobierno para enfrentar un verano con menos apagones parecen irse de bruces después de que el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) registrara este sábado el mayor déficit eléctrico de su historia reciente, con una afectación de 1936 megavatios (MW) durante el horario de máxima demanda (entre 9 y 10 de la noche).
La cifra “constituye la mayor afectación registrada”, reconoció en su cuenta en Facebook el periodista Lázaro Manuel Alonso, director de noticias de la televisión nacional.
El pico provocó apagones simultáneos en más de la mitad del país y reiteró las preocupaciones sobre la crisis energética que atraviesa la isla, ahora a las puertas del verano, la temporada de mayor consumo eléctrico, y sobre la cual las autoridades, semanas atrás, habían prometido medidas de mitigación.
“La situación hoy es grave, es muy difícil”, admitió en mayo Alfredo López, director general de la Unión Eléctrica (UNE).
El directivo anunció entonces en el espacio Mesa Redonda que los esfuerzos del sector se enfocaban en recuperar 500 MW, y que “estamos trabajando para que en el mes de julio haya menos apagón. Estamos trabajando para que la situación esté mucho mejor que como está en este momento”, declaraciones que ahora se ven traicionadas por una espiral de apagones que ya tomado las madrugadas capitalinas, consideradas líneas rojas por la administración hasta hace un par de meses.
“Nos están acribillando con los apagones. De madrugada la quitan a cualquier hora y hasta tres horas seguidas. Lo del domingo fue demasiado. Hasta las 7 de la mañana sin corriente, pero uno se cansa de llamar y dar las quejas y es por gusto”, se lamentó la usuaria habanera Ofelia Valdés en redes.
El Gobierno confirma que los apagones seguirán en el verano y apunta contra el aumento de la demanda
Un sábado bajo “máxima tensión” energética
La Unión Eléctrica (UNE) reportó que la afectación alcanzó su pico a las 21:40 horas, coincidiendo con el momento de mayor demanda, estimada en 3600 MW.
El déficit obligó a desconectar el servicio en 55% del territorio nacional, dejando a millones de cubanos sin electricidad en una jornada que, según los propios reportes oficiales, fue crítica de principio a fin.
El récord superó ampliamente los máximos anteriores: 1901 MW el 23 de abril y 1888 MW el viernes 27 de junio, sobre las 10.30 de la noche.
“Está marcando, indiscutiblemente, el nivel de afectación que estamos teniendo la indisponibilidad por falta de combustible que en ocasiones ha superado los 900 MW y hasta los 1000 MW”, reconoció el sábado ante la televisión nacional el ingeniero Lázaro Guerra, director general de Electricidad del Ministerio de Energía y Minas.
El servicio se interrumpió durante las 24 horas del sábado y se mantuvo afectado toda la madrugada del domingo, mientras los cubanos manifestaban su agotamiento y frustración en redes sociales.
“Llevamos más de 24 horas sin corriente. ¿Eso es un ‘déficit’? No. Eso es abandono. Es abuso con un pueblo que ya está cansado de promesas que nunca se cumplen”, escribió en redes un usuario desde Bolondrón, en la provincia de Matanzas.
Medidas de emergencia y respuestas insuficientes
Ante la magnitud del apagón, la UNE anunció este domingo la entrada en funcionamiento de varias unidades generadoras para intentar aliviar la situación: Mariel 6 y Nuevitas 6, así como unidades en Boca de Jaruco y Varadero. Además, se recuperaron 40 motores de generación distribuida que estaban fuera de servicio por falta de combustible.
Sin embargo, la brecha entre oferta y demanda seguía siendo abismal. Para el horario pico, la disponibilidad estimada era de 1917 MW frente a una demanda máxima de 3600 MW, lo que auguraba una afectación para este domingo de 1753 MW incluso con las nuevas incorporaciones.
Por su parte, la prometedora producción de energía solar, a pesar de la reciente incorporación de 18 nuevos parques fotovoltaicos, sigue siendo insuficiente: el sábado aportaron 1775 MWh, con una potencia máxima de 360 MW en el horario de mayor generación, lejos de cubrir el déficit estructural.
Causas estructurales: averías, mantenimiento y falta de combustible
El informe dominical de la UNE detalló que siete de las 20 unidades de producción termoeléctrica estaban fuera de servicio por averías o mantenimiento, incluyendo la unidad 6 de la CTE Mariel, las unidades 5 y 6 de la CTE Nuevitas y la unidad 2 de la CTE Felton.
Además, 111 centrales de generación distribuida, con una capacidad conjunta de 860 MW, estaban paralizadas por falta de combustible, y otros 31 MW se perdían por ausencia de aceite en motores.
Las limitaciones en la generación térmica sumaban 356 MW fuera de servicio. La falta de recursos materiales y financiamiento ha provocado que la producción nacional de crudo disminuyera en más de 138 000 toneladas al cierre de 2024, según fuentes oficiales.
Un sistema eléctrico crónicamente infrafinanciado
Expertos independientes y voces oficiales coinciden en que la crisis responde a una infrafinanciación crónica del sector eléctrico, completamente en manos del Estado desde 1959. El Gobierno reconoce que carece de divisas para satisfacer la demanda diaria, mientras las sanciones estadounidenses y la falta de inversiones agravan el panorama.
Diversos cálculos estiman que se necesitarían entre 8000 y 10 000 millones de dólares para modernizar la red eléctrica nacional, una cifra inalcanzable en el contexto actual de contracción económica. El PIB cubano cayó un 1,9% en 2023 y no creció en 2024, manteniéndose por debajo de los niveles de 2019.
El déficit petrolero de Cuba: producción insuficiente y dependencia externa
La raíz de la crisis energética está, en buena medida, en el déficit petrolero. Cuba produce alrededor de 40 000 barriles diarios de crudo, lo que cubre apenas un tercio de su consumo nacional.
El resto, en un volumen decisivo, debe importarlo de los mercados internacionales, ante el quiebre de los términos de intercambio comercial con Venezuela, aunque naciones como México y Rusia han enviado cargamentos puntuales de emergencia, sin que se conozcan los términos pactados para tales despachos.
Cuba supera el millón de toneladas de crudo nacional en medio de aguda crisis energética
Los pozos cubanos solo producen el 6% del crudo que hay en el subsuelo. La mayoría es crudo pesado, de baja calidad, que requiere mezclas o procesos costosos para su uso en generación eléctrica, a la que, por demás, grava con sobre mantenimientos en las calderas y ductos dado el alto nivel de incrustaciones, y otros efectos indeseables como la formación de escoria y compuestos corrosivos que provocan averías en termoeléctricas ya obsoletas.
Perspectivas: un verano incierto
Cuando faltan horas para que oficialmente comience el verano en la isla, las altísimas temperaturas han disparado la demanda, a lo que se suma la escasez de gas para cocinar o su ahorro doméstico ante su desabastecimiento, lo que insufla más presión sobre los sistemas eléctricos de cocción. De momento, la demanda ya cifra los 3500 MW en los picos diarios, unos 250 MW más de lo habitual.
Mientras tanto, la población continúa acumulando malestar colectivo y la pregunta que se viraliza en redes es hasta cuándo podrá sostenerse un sistema energético que, a las puertas del verano, ya ha mostrado todos los signos de agotamiento estructural, como nunca antes.