La jutía rata, especie endémica cubana de roedor en peligro crítico de extinción, ha desaparecido de su único hábitat en Cayo Fragoso, en el centro de Cuba, tras el paso devastador del huracán Irma por esa zona de la Isla.
Antes de Irma existían 88 cobijos de la especie en el cayo, situado al norte de Caibarién, en la provincia de Villa Clara; pero tras una inspección en el refugio de fauna “Lanzanillo Pajonal Fragoso” solo se descubrieron dos deshabitados, informó el especialista principal de esa área marino-costera protegida, Ernesto Hernández.
La jutía rata cubana (Capromys auritas) se encontraba amenazada a causa de su localización en un ecosistema frágil de duna y manglar.
Llamada de esta forma por los pescadores de Caibarién debido a su pequeño tamaño, la especie posee una larga cola casi con casi las mismas dimensiones de su cuerpo, de unos 28 centímetros y un peso de 1 a 1,5 kilogramos.
Resulta un poco más grande que la jutía enana, que habita en la Ciénaga de Zapata, y entre sus características resaltan un pelaje abundante y áspero, además de una cabeza alargada con orejas terminadas en punta.
Ernesto Hernández comentó que en la inspección el grupo científico que lidera sí apreció en el cayo una gran cantidad de aves como pelícanos, “corúas” y garzas, junto a desechos y rastros de iguanas y de la jutía conga (Capromys pilorides).
“Estamos esperanzados en que quizás haya podido sobrevivir la otra especie (jutía conga)”, afirmó el especialista, quien aseguró que se realiza “un monitoreo sistemático para verificar si sobrevivieron algunos ejemplares (de la jutía rata), aunque la inspección inicial realizada dejó un mal augurio al no comprobar ningún indicio de su presencia”.
En Cayo Fragoso también sufrieron daños los corales, los pastos marinos y las esponjas, una situación que podría encontrarse en toda la cayería norte del centro cubano.
Este fue el territorio isleño más azotado por Irma, que dejó 10 muertos y cuantiosas afectaciones económicos tras su paso entre el 8 y el 10 de septiembre últimos.
Además, el potente huracán afectó a más de 4,000 hectáreas de manglares del Parque Nacional Caguanes, en la provincia central de Sancti Spíritus, y erosionó las llamadas “playas del este” de La Habana.
Irma provocó la muerte de unos 500 flamencos en los siete cayos de piedra con que cuenta Caguanes, así como de unas tres toneladas de peces.
Los especialistas de esa zona protegida revisan actualmente la población de iguanas y otras plantaciones perjudicadas por el meteoro.
Cuba concede gran importancia a la protección de la flora y la fauna, en especial la endémica, y cuenta para ello con un sistema de áreas protegidas, tanto terrestres como marinas.
EFE / OnCuba
Al paso que vamos no va quedar nadie en Cuba. Hace ya mucho tiempo el jardinero cubano que me cortaba la yerba en Miami entra y me dice; “Ven acá para que veas esto” . Salgo y me levanta del suelo un enorme lagarto que ya había matado con el machete. Sin exagerar tenia mas de tres pies de largo. “¿Que cosa es eso?” Me responde; “Es un camaleón” . ” ¿Y que hace eso tan grande en el jardín?”. Me dice; “Es un “chapojo” (o algo así) y son oriundos de Cuba”. ¿Pero como diablo pudo llegar hasta aquí? Me explica; “Vienen con las tormentas y los ciclones, se caen de las matas allá y vienen en los troncos de los arboles hasta las costas de la Florida. ” “A las costas a lo mejor, ¡Pero hasta Kendal! le digo asombrado. “Uh, me los encuentros por todo el barrio a cada rato” Les informo que de esto hace ya como 30 años, de emigrar tanto a estas alturas deben de estar por Orlando o llegando a Jacksonville. El jardinero continua; “Pero no te preocupes no hacen daño, viven de comerse los insectos y las hojas de los arboles”. Me quede un poco pensativo y le dije; ¨Coño Hector, si era inofensivo y era cubano, ¿Por que lo mataste? ¨