Aunque nada a estas alturas hacía indicar que fuera diferente, la realidad ha terminado por confirmarlo: llegó el mes de agosto a Cuba y los apagones siguen siendo parte de la cotidianidad del país.
A pesar de declaraciones y estrategias gubernamentales, de mantenimientos planificados y otras acciones para llegar “en mejores condiciones” al verano, las averías han seguido y también el déficit de combustible, lo que se sigue traduciendo en cortes eléctricos a lo largo de la isla.
Este jueves, primer día de agosto “se afectó el servicio por déficit de capacidad de generación las 24 horas”, de acuerdo con la Unión Eléctrica (UNE), según la cual el mismo solo pudo ser restablecido a las 2:34 de la madrugada y la mayor afectación en el día fue de 639 MW.
Ya para hoy, la entidad pronostica una afectación máxima similar en el pico nocturno (610 MW), en tanto al mediodía estaría en los 350 MW.
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Plantas generadoras fuera de servicio
Este viernes amanecieron averiadas tres unidades generadoras: la 1 de la termoeléctrica de Santa Cruz, la 5 de la termoeléctrica de Nuevitas y la 2 de la termoeléctrica de Felton, fuera de servicio desde hace ya dos años por un incendio.
Según la UNE, las dos primeras deben entrar en funcionamiento en el pico nocturno, ambas con 70 MW, por lo que si no lo hacen el déficit de generación a esa hora será mayor al previsto y, en consecuencia, también serían mayores los apagones.
Además, 56 centrales de generación distribuida no podrán producir electricidad por falta de combustible, lo que eleva hasta 408 los MW afectados por ese motivo.
Cuba padece desde hace varios años de una crónica crisis con la generación eléctrica, provocada por la antigüedad de las plantas generadoras y la difícil situación económica, que afecta las inversiones y los mantenimientos necesarios, así como la importación de combustible.
Días atrás el ministro cubano de Energía y Minas consideró que el sistema eléctrico cubano experimentaba “una mejoría”, tras las acciones realizadas por su ministerio. Sin embargo, casi de inmediato nuevas roturas y problemas con el combustible han vuelto a tensar la situación.