Otra “salida imprevista” de un bloque térmico mantiene elevado el déficit eléctrico en Cuba y, con ello, la interminable ola de apagones que sufren los cubanos.
Este domingo fue la unidad 8 de la termoeléctrica del Mariel la que se desconectó de forma imprevista, lo que contribuyó a elevar la afectación máxima hasta los 1703 MW, un valor por encima de lo planificado inicialmente.
Esa salida tensó aún más la capacidad de generación en la isla, ya disminuida por otras averías y mantenimientos en termoeléctricas —en una cantidad de unidades que la Unión Eléctrica (UNE) no precisa en su más reciente parte— y por la reiterada falta de combustible.
Por este último motivo, hoy lunes amanecieron paradas 90 centrales de generación distribuida, lo que restará 749 MW a la producción de electricidad durante el horario diurno. Además, otros 422 MW se perderán por limitaciones de los bloques térmicos en funcionamiento.
A las 7:00 de la mañana de este lunes eran 1290 los MW afectados por déficit de capacidad, mientras para el mediodía la afectación estimada disminuirá hasta los 1150 MW.
A ello debe contribuir la producción de los 23 nuevos parques solares, que ayer entregaron 520 MW como máxima potencia en ese horario y 2715 MWh durante todo el día.
Ya para la noche, la UNE prevé la recuperación de 100 MW en motores de la generación distribuida, lo que debe elevar la disponibilidad por encima de los 2000 MW.
No obstante, la demanda prevista es de 3700 MW, con lo que la afectación será nuevamente muy alta: 1710 MW. Y podría serlo más si se produce alguna rotura u ocurre otro problema.
De esta forma, el déficit continuará siendo elevado y los apagones seguirán extendiéndose mucho más allá de lo prometido por el Gobierno para el mes de julio, que entra ya en sus días finales.