Cuba atraviesa el peor momento de su ya prolongada crisis energética. Los apagones, que se habían agudizado a lo largo de 2025, escalaron aún más en los últimos días, mientras la generación eléctrica ha seguido en picada.
En medio de este oscuro escenario, en el que las protestas callejeras han venido también en ascenso, el Gobierno volvió a responsabilizar a las sanciones de Estados Unidos y aseguró por las claras que sin “el fin del bloqueo” no será posible “estabilizar” de forma duradera el deteriorado Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
“La inestabilidad del sistema eléctrico es un síntoma visible de una causa financiera externa: el bloqueo que impide a Cuba gestionar libremente los recursos monetarios necesarios para comprar combustible, repuestos y servicios técnicos”, apuntó la Unión Eléctrica (UNE) en sus redes.
La entidad afirmó que, aun con la aplicación de “soluciones propias —como la expansión de la energía solar y reparaciones con medios nacionales—, la estabilidad duradera del sistema dependerá del cese de las sanciones financieras”.
En otra publicación, enumeró un grupo de elementos que, según su exposición, demuestran la “causalidad” entre la falta de divisas resultante de las sanciones y los cada vez peores apagones.
Entre estas, dijo que “las restricciones financieras externas” impiden “pagar envíos regulares de combustible”, en tanto las dificultades para transferir pagos y movilizar recursos financieros en el exterior atentan contra la solución de roturas, “la modernización del parque energético y la adquisición de tecnologías”.
“Sin el fin del bloqueo financiero, no habrá estabilidad energética permanente”, concluyó la UNE, cuyos argumentos supeditan la solución de la crisis energética a la voluntad política de Washington y, con ello, ahondan la incertidumbre sobre la condición y desempeño futuro del SEN.
Situación crítica y otro récord negativo
Por lo pronto, la generación eléctrica en la isla vive días críticos. La combinación de un elevado déficit de combustible y las continuas roturas de unidades térmicas llevaron las afectaciones máximas por encima de los 2000 MW varias veces en las últimas jornadas e, incluso, sobrepasaron los 2100 MW para establecer nuevas marcas negativas.
La última de ellas llegó este lunes, cuando la afectación ascendió hasta los 2185 MW a las 6:10 PM, para dejar atrás los 2152 MW del pasado 3 de diciembre.
Desde el fin de semana, una sucesión de averías en termoeléctricas junto a más de 1000 MW sin producirse en la generación distribuida por falta de combustible y lubricantes han marcado otro nefasto pico de apagones, con más de 30 y 40 horas seguidas en distintos circuitos y territorios, según reportes oficiales y de usuarios de las redes.
Este lunes, en una conferencia de prensa, autoridades del sector energético confirmaron el desolador panorama actual del SEN, que llegó a tener una decena de bloques desconectados de manera simultánea, debido a “fallos como principios de incendio en calderas, roturas de compresores, problemas en condensadores y fallas en sistemas de regulación”.
No obstante, anticiparon la sincronización de algunos de ellos a corto plazo, lo que —dijeron— debe elevar la disponibilidad durante el día y el pico nocturno y, de esta forma, permitir “mayor rotación de los circuitos”.
También aseguraron que Céspedes 4 y Santa Cruz 2 —dos de las unidades cuyo mantenimiento se ha prolongado mucho más de lo estimado inicialmente— deben conectarse antes de que termine 2025. Ello, unido a otras incorporaciones en la energía solar, debe contribuir a una “mayor estabilidad en el servicio” para los inicios del próximo año.
De momento, la entrada en las últimas horas de Santa Cruz 1, Felton 1 y Renté 5 debe elevar la disponibilidad hasta los 1300 MW este martes —una cifra aún muy deficitaria, aunque superior a los apenas 1047 MW de ayer en la noche— y “rebajar” el déficit hasta los 1900 MW en el pico nocturno, si otra rotura no tuerce nuevamente lo pronosticado.
Ministro en su cargo y protestas ciudadanas
El actual pico de apagones llega días después de que el ministro del sector, Vicente de la O Levy, dijera a la prensa oficial que el 2026 sería “difícil, aunque ligeramente mejor” en materia de disponibilidad eléctrica.
En sus declaraciones, el titular reconoció que la falta de combustibles es el talón de Aquiles del SEN, que ha padecido varios eventos de colapso parciales y totales en el último año, algo que —admitió— no se resolverá el próximo año.
También afirmó que se seguiría trabajando en el crecimiento de la energía renovable, en especial la solar fotovoltaica, y en las antiguas termoeléctricas, con reparaciones que buscan incrementar sus prestaciones y estabilidad.
Tras la agudización de la crisis en los últimos días, circuló en redes una información sobre la presunta destitución de De la O Levy. Sin embargo, ello fue desmentido oficialmente.
En su perfil de Facebook, la UNE aseveró que el ministro “continúa desempeñando sus funciones con normalidad y trabajando para mejorar la situación del sector eléctrico”.
El desmentido, que generó no pocos comentarios críticos con el ministro, la UNE y el Gobierno en general, coincide con el creciente cuestionamiento y agobio ciudadano por la crisis energética y la incapacidad gubernamental para hacerle frente.
Esto ha venido traduciéndose en los últimos meses no solo en las numerosas críticas y comentarios del tema que se publican en las redes, sino también en un alza de protestas callejeras a lo largo del país, que este lunes tuvieron varios episodios en La Habana y otras localidades de provincias como Guantánamo y Las Tunas.
En la urbe habanera, comunidades de varios municipios, como Marianao, San Miguel del Padrón, Diez de Octubre y Regla, fueron escenario de cacerolazos, gritos y, en el caso de sitios como el reparto Zamora, de fogatas y derribo de contenedores, según publicaciones en las redes sociales.
Los apagones, que en años anteriores fueron mínimos en La Habana mientras ya castigaban con fuerza a toda Cuba, se han venido haciendo cada vez más largos también en la capital.
Este lunes la afectación máxima en la ciudad fue de 485 MW, más de una quinta parte de todo el déficit del país, y para hoy la empresa eléctrica provincial anunció que “se prevé que, al igual que días anteriores, no se pueda cumplir con la programación habitual”.











