Las previsiones de la Unión Eléctrica (UNE) chocaron otra vez este miércoles con la crítica realidad de la generación en la isla.
El pronóstico oficial, ya de por sí elevado, volvió a quedarse corto por la no sincronización a tiempo de las unidades previstas, si bien el parte de hoy solo hizo referencia a una de ellas.
Según lo publicado por la UNE, la máxima afectación ayer fue de 1911 MW a las 9:50 de la noche, una cifra “superior a lo planificado por no entrar a la hora pico la unidad 6 de la CTE Máximo Gómez (Mariel)”.
Dicha unidad era una de las dos que, de acuerdo con el reporte previo, debían sincronizar en el pico nocturno de este miércoles y al parecer lo hizo pero ya pasada esa franja horaria.
La otra era la unidad 6 de Renté, que hoy sigue en avería, aunque la UNE —nuevamente— prevé su incorporación para esta noche junto al también averiado bloque 6 de Nuevitas y plantas de Energás de Varadero y Boca de Jaruco, que ayer no aparecían reportadas fuera del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
De ser así, la disponibilidad en la noche será de 1985 MW —a las 7:00 de la mañana era de 100 MW menos— y la afectación ascenderá hasta los 1785 MW, una cantidad que unos meses atrás estaría entre las más elevadas del registro histórico, pero que ha sido superada con creces en las últimas semanas, en medio de una agudización de la prolongada crisis energética en la isla.
El complejo escenario eléctrico en la isla está marcado por las constantes roturas de unidades térmicas y por labores de mantenimiento insuficientes o que no logran mantener en marcha las plantas generadoras por el tiempo esperado, lo que ha dado al traste con la estrategia gubernamental que pretendía reducir los apagones durante el verano.
Pero, por el contrario, los cortes se extienden regularmente por más de 20 y hasta por más de 30 horas seguidas en numerosas localidades de la isla, con el consecuente agravamiento que ello supone para la vida cotidiana de los cubanos y también para la economía del país.
Otra variable negativa es el crónico déficit de combustible, que este jueves mantenía paradas 61 centrales de generación distribuida. Aunque se trata de una cifra menor que la reportada en semanas anteriores, supone 430 MW menos que no se recuperarán en esta jornada.
Por demás, las limitaciones térmicas —es decir, la electricidad que dejará de producirse por dificultades en las termoeléctricas que están en funcionamiento— ascenderán a 390 MW, otra cuantía considerable, a la que hay que sumar la pérdida ya permanente de los 240 MW que producía la patana turca de Melones, que ya abandonó Cuba tras su reciente desconexión.
Con todo lo anterior, la de este jueves volverá a ser una jornada de largos apagones en gran parte de la isla, en medio de un verano que va resultando mucho más oscuro de lo previsto por las autoridades y, lógicamente, de lo deseado por los cubanos.