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La posibilidad de una inminente partida de las patanas turcas de La Habana en medio de la profunda crisis energética que sufre la isla, tras días de rumores en las redes sociales y publicaciones en medios independientes, fue desmentida por fuentes oficiales.
Las especulaciones sobre el tema habían sido alimentadas por recientes comentarios de autoridades del Ministerio de Energía y Minas (Minen) y por la llegada a la bahía habanera de un buque carguero empleado para mover grandes tonelajes como los de las centrales flotantes.
El barco en cuestión es el OK, un carguero de gran calado con bandera de Liberia, que hizo su entrada en La Habana este miércoles y el cual, según versiones no oficiales, habría llegado para llevarse al menos a la Suheyla Sultan, la mayor de las patanas turcas que siguen en Cuba.
Se trata de la llamada patana de Melones —como la identifica en sus partes la Unión Eléctrica (UNE), por la zona de la bahía en que se encuentra anclada—, la que cuenta con una capacidad de generación de 240 MW, si bien la misma se ha visto afectada por la falta de combustible.
No obstante, algunas publicaciones han dejado también abierta la posibilidad de la marcha de la Erol Bay, de 63 MW de capacidad e identificada por la UNE como la “patana de Regla”.
De ser ciertos tales rumores, Cuba no solo perdería las dos centrales flotantes que aún se mantienen operativas —de las ocho que llegó a tener en algún momento—, sino que también desaparecerían los alrededor de 300 MW que ambas aportan a la ya de por sí deficitaria generación eléctrica en la isla y, en consecuencia, se incrementarían los apagones.
Cuba pierde otra patana turca y solo quedan dos para el fin de año
No, pero…
Tras publicaciones sobre la llegada del carguero OK a La Habana, el periodista Bernardo Espinosa —quien cubre habitualmente los temas energéticos en la televisión cubana y amplifica regularmente informaciones oficiales en sus redes— desmintió este propio miércoles que el barco fuera a llevarse alguna de las patanas turcas que permanecen en la bahía habanera.
“CONFIRMADO… Esta publicación es TOTALMENTE FALSA”, escribió Espinosa en su perfil de Facebook junto a la imagen de una publicación del sitio 14ymedio que aseguraba que el carguero habría arribado justamente para llevarse a la Suheyla Sultan.
“Al contrario, ese Buque es parte de la Compañía y llega a su base logística en La Habana”, añadió el periodista, cuya mención a la “Compañía” debe hacer referencia a la empresa turca Karadeniz Holding que renta las patanas al Gobierno cubano por un precio que no ha sido informado públicamente.

Igual explicación dio este jueves la Unión Eléctrica (UNE) en una publicación propia en sus redes.
La entidad confirmó que “la información que circula en redes sociales sobre la supuesta retirada de una de las patanas turcas generadoras de energía eléctrica en Cuba es totalmente falsa”.
No obstante, ni la publicación de la UNE ni el post de Espinosa —que ha sido compartido por otros periodistas e internautas— ofrecen más detalles sobre la visita del carguero a la capital cubana, ni arrojan luz sobre el futuro de las centrales flotante en la isla, más allá de que presumiblemente no se marcharían ahora.
Este jueves, el programa Mesa Redonda volverá a estar dedicado a la situación electroenergética en el país a partir del diálogo de directivos del Minen con el presidente Miguel Díaz-Canel, según informaron medios oficiales.
El breve anuncio no explica si como parte del mismo se abordará el tema de las patanas turcas.
Días atrás, en declaraciones al diario Granma, Jesús Abad Vigoa, viceministro primero del Minen, reconoció como “un riesgo latente”, la posibilidad del retiro de las patanas “ante las dificultades para honrar sus compromisos monetarios”.
Entonces señaló que las centrales turcas todavía en funcionamiento eran “equivalentes a unos 400 MW” —y no a unos 300, como indican otras fuentes— y dijo que estaba “próximo a arribar un barco con lubricantes para ellas”.
Sin embargo, poco después los dos párrafos dedicados al tema fueron desaparecieron del artículo de Granma, lo que alimentó más la incertidumbre y las especulaciones al respecto.
No obstante, otros sitios que reprodujeron el artículo original —como el del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex)— sí mantenían aún esas declaraciones publicadas, las que confirman que la posibilidad de la partida de las patanas no es descabellada y es incluso contemplada como un “riesgo” por las propias autoridades de la isla.
