Las autoridades han calificado de “sobrecogedores” los daños causados por el huracán Oscar tras su impacto contra el territorio cubano por el extremo más oriental de la isla.
Sus fuertes vientos comenzaron a sentirse el pasado domingo, acompañados de lluvias tan intensas que produjeron inundaciones nunca vistas y que aún perseveran en zonas de Guantánamo, donde los daños se cuantifican.
Este jueves los medios de prensa oficiales comparten dos de las estremecedoras historias, protagonizadas por niños residentes de Baracoa y San Antonio del Sur.
Ya el lunes se supo sin detalles del caso de un niño que había sido trasladado en un helicóptero de las Fuerzas Armadas (FAR) desde Baracoa.
Era Yodelmis Furones Matos, quien a sus seis años sufrió un traumatismo cerebrovascular tras la caída de árbol en el techo de su vivienda situada en Baracoa. El hecho también dejó daños leves a su familia, según un reporte de Juventud Rebelde.
Furones Matos había sido atendido el Hospital municipal Octavio de la Concepción y de la Pedraja, pero necesitaba un “nivel de atención” que en estos momentos no pueden brindar allí, según declaró Linier Rodríguez, subdirector de Asistencia Médica allí.
Pronóstico reservado
Hoy Furones Matos permanece en el Hospital Infantil Sur Antonio María Béguez, de Santiago de Cuba, desde donde su salud es reportada de “crítico estable”, según precisa la Agencia Cubana de Noticias (ACN).
Pero, según los especialistas de dicho centro médico, el pronóstico de su evolución es reservado, “pues se mantiene con ventilación mecánica desde la intervención quirúrgica efectuada en la tarde del 22 de octubre por una fractura de cráneo”.
Desde el extremo opuesto de Baracoa, en la costa sur guantanamera, exactamente de San Antonio del Sur, se supo de la historia de Abram Daniel González Hernández, quien a sus 12 años vio como en la madrugada del domingo las aguas inundaban su casa.
Casa derrumbada y cuerpo mar adentro
Ante la inundación, cuenta otro reporte de Cubadebate, González Hernández tuvo que refugiarse junto a su familia en el techo de la casa. “Sin embargo, la fuerza de la tormenta hizo que la casa se hundiera, y Abram se separó de su madre mientras luchaba por mantenerse a salvo”.
Las horas posteriores fueron de desesperación, ya que Abram fue arrastrado mar adentro, “donde una planta de coco lo golpeó, complicando su situación”.
“A pesar del frío y el peligro, el niño logró aferrarse a la vegetación y llegar a la orilla. Vecinos lo auxiliaron y, al día siguiente, fue trasladado al hospital provincial Pedro Agustín Pérez”, apunta Cubadebate.
Abram llegó al hospital con “signos de sepsis en una herida en la pierna izquierda, causada durante el incidente”.
“Procedimos a realizar un desbridamiento quirúrgico de la herida, y afortunadamente no hubo lesiones óseas ni musculares”, informó el Dr. Evis Navarro Pérez.
La intervención fue exitosa y, tras 16 horas de evolución, el estado del menor es favorable. “La herida está limpia y sin fetidez, lo que indica que la recuperación será positiva”, agregó Navarro.
Territorios en recuperación
Abram se encuentra bajo el cuidado de su abuela, quien lo acompaña en el hospital mientras sigue su tratamiento, apunta el medio de prensa.
Territorios como San Antonio del Sur, Baracoa, Maisí o Imías aún no logran recuperase de los embates de Oscar. Solo en Maisí los vientos derribaron 28 postes del tendido eléctrico, por lo que también sufren la carencia de electricidad.
Perfiles de Facebook seguían hablando de personas que intentaban a localizar familiares en territorios como San Antonio del Sur, donde las inundaciones incomunicaron a cientos de familias.
Como toda Cuba, al momento en el que el huracán Oscar abandonó el territorio cubano degradado a tormenta tropical y dejando al menos 7 muertos, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) había experimentado un colapso, por lo que sumaban varias jornadas sin electricidad.
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Por ello, la elaboración de alimentos y su envío por vías aéreas, ya que varias comunidades seguían incomunicadas, así como el restablecimiento de la electricidad y servicio de agua potable son prioridades del Consejo de Defensa, según declaran las autoridades locales.
Según testimonios recogidos por el periódico Venceremos, en unos 15 o 20 minutos el agua rebasó el metro de altura en zonas como San Antonio del Sur. Cientos de personas, tal vez miles, fueron sorprendidos por el aluvión y no tuvieron tiempo de salvaguardar los bienes inmuebles más valiosos, ni siquiera los más imprescindibles, apunta el medio.