El peso cubano “nació” legalmente el 7 de noviembre de 1914, con la publicación en la Gaceta Oficial de una ley firmada el 29 de octubre de ese mismo año por el presidente Mario García Menocal. Surgía el Sistema Monetario Nacional, en una república de doce años de antigüedad.
El estreno de las monedas con el Escudo de la Palma Real ocurrió en 1915. Acuñadas en Filadelfia, Estados Unidos, las primeras piezas diseñadas por el grabador norteamericano Charles Edward Baber terminaron en manos de Menocal. Esa colección se expone en el Museo Numismático de La Habana y lleva el nombre de su primer propietario.
Los pesos (y centavos) de entonces son muy parecidos a los empleados hoy, aunque no eran utilizados como medio de pago. “Esa moneda apenas circuló, fue un medio de atesoramiento” explicó a OnCuba Oscar Zanetti, Doctor en Ciencias Históricas especializado en temas económicos. “A los efectos practicados, salvo la moneda fraccionaria (los centavos), lo que circulaba en Cuba era el dólar”.
Emitidas con metales preciosos, el peso cubano se guardaba en bancos o en los hogares, mientras los billetes verdes permanecían entrando y saliendo de los bolsillos.
El surgimiento de patrón monetario nacional era una aspiración nacional de principios del siglo XX, aunque el historiador cubano Alejandro García Álvarez lo califica como una medida de carácter “más bien económico y de discutible beneficio para el país, a causa de sus limitaciones”.
La moneda cubana existía, solo como signo y en cantidades limitadas, agrega García Álvarez. “La carencia de un banco de emisión hacía imposible que el Estado estuviera en condiciones de ofrecer garantías de continuidad, respaldo y vida independiente a su unidad monetaria”.
El ciudadano cubano de hace cien años siguió pagando sus cuentas, cobrando sus jornales y “viviendo la vida” en dólares americanos, que era la divisa de facto en el país desde la intervención militar estadounidense de 1899.
La misma ley de 1914 que dio nacimiento al peso cubano permitió la libre circulación de la divisa estadounidense y estableció una paridad cambiaria: una conversión de un dólar por un peso, la misma que permanece vigente en casi todo el sector empresarial y estatal cubano.
Diez años después, en 1924, el 86 por ciento del stock monetario del país estaba compuesto por dólares en forma de papel moneda, escribió el historiador cubano Gregorio Collazo Pérez en un texto sobre el tema. No hubo billetes cubanos hasta el año 1934, cuando se emitieron los llamados certificados de plata. Para 1948, se crea el Banco Nacional de Cuba como ente emisor del circulante nacional.
El peso cubano cumple cien años en un momento de reivindicación. A partir del llamado Día Cero, será la única unidad de cuenta, medio de pago y de atesoramiento emitido en Cuba.
Atesoro varios ejemplares de la epoca en todos los metales que circularon,son parte de mi patrimonio familiar ,gracias por la breve resena historica.