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Entre virutas y cuencos donde reposa la pulpa que luego se transformará en papel, transcurren los días de María Paula Otero Herrera.
Nacida en Santa Clara, estuvo vinculada al arte desde niña, principalmente a través de la música, disciplina en la que se graduó en 2018 en el Instituto Superior de Arte (ISA, hoy Universidad de las Artes). Aunque comenzó su vida profesional como música, fue durante la pandemia que la textura del papel artesanal reemplazó el ritmo del metrónomo.
“El confinamiento me llevó a replantearme muchas cosas. Sentía la necesidad de hacer algo desde casa que me llenara y que, al mismo tiempo, fuera sustentable económicamente. Así descubrí el papel artesanal”, contó a OnCuba.

Fascinada por el proceso y alentada por su entorno, comenzó a experimentar con texturas, colores, hojas y semillas. Así nació Pau Papel a finales de 2021, un proyecto desde el inicio ligado al reciclaje y la sostenibilidad.
En 2023, además, fundó junto a su madre el proyecto de joyería bordada a mano Pau Complementos. “El bordado siempre ha estado presente en mi vida; lo aprendí observando a las mujeres de mi familia con aguja en mano. Quise que este emprendimiento fuera un regalo para mi mamá: creamos juntas prendas bordadas, hechas con mucho cuidado y dedicación”.
Marcapáginas, cuadernos artesanales cosidos a mano, tarjetas y menús para pequeños negocios y una encantadora colección de joyería bordada conforman la oferta de Pau Papel y Complementos, dos negocios con alma que María Paula y su madre intentan hacer crecer.

Del taller al detalle
Los emprendimientos de María Paula se sostienen sobre una filosofía de mercado que fluye a contracorriente: cada pieza es creada a mano con un proceso completamente artesanal y meticuloso, que requiere tiempo.
Con papel reutilizado, agua, una batidora y un molde, crea hoja por hoja, clasificando la materia prima por colores y tipos. A cada mezcla le puede añadir tintes naturales, hojas, flores secas o fibras como la de coco o la caña de azúcar.
“El papel se seca al aire libre y luego se prensa. Me gusta demostrar que con materiales reutilizados se pueden obtener resultados bellos y valiosos”, relata.
En Pau Complementos, lo artesanal también está en el centro de cada pieza. “Nos interesa mezclar lo tradicional con lo moderno. Queremos que nuestras piezas bordadas sean usables, cotidianas, pero con el valor que da el trabajo hecho a mano”.
Incluso el empaque está pensado desde la sostenibilidad: cajas y tarjetas se hacen con papel reciclado y biodegradable.

¿Cómo es el proceso de fabricación del papel artesanal que utilizas en tus productos?
Es bastante accesible y económico. Con papeles desechables, agua, una batidora y un molde se puede lograr una hoja de papel. Selecciono cuidadosamente los restos de papel reutilizable, los trituro, remojo y proceso para formar nuevas hojas hechas a mano. Cada hoja se seca al aire libre y luego se prensa.
Un aspecto muy importante para mí es clasificar la materia prima por colores y tipos de papel, ya que, dependiendo del material utilizado, el resultado final varía. Además, se pueden añadir tintes naturales, hojas y flores secas, semillas, y fibras naturales para dar texturas y detalles.
¿Cómo incorporas el bordado en tus complementos y cuál es su significado para ti?
Con Pau Complementos la idea siempre fue traer a un plano cotidiano una técnica tan antigua como el bordado, mezclando lo tradicional con lo moderno. Buscamos crear piezas que puedan usarse y tengan el valor de haber sido hechas a mano, puntada a puntada, con mucho cuidado.
Trabajamos con puntadas básicas como el punto tallo, punto margarita y nudo francés, técnicas transmitidas por herencia familiar. Son las mismas que usaron nuestras abuelas y que hoy hemos ido perfeccionando con el tiempo.
¿Qué importancia le das a la selección de telas y empaques en tu trabajo?
Escoger las telas es fundamental en el proceso. Siempre tratamos de utilizar algodón, lino o retazos de telas sobrantes de otros proyectos, para alargar su ciclo de vida y evitar desperdicios.
De igual forma, pensamos en el empaque, usando materiales nobles que reduzcan el impacto ambiental. Por ejemplo, nuestras cajas y tarjetas son de papel reciclado, lo que las hace biodegradables.
¿Qué mensaje te gusta transmitir a través del uso de materiales reutilizados en tus productos?
Me gusta demostrar que con materiales reutilizados se puede obtener resultados bellos. Que se valore este esfuerzo y se aprecie la belleza de lo hecho a mano con conciencia ecológica es algo que siempre me llena de alegría.
¿De dónde nace tu inspiración para el diseño de tus artículos artesanales?
Me encanta el diseño desde pequeña, y en mi proceso de creación siempre me fijo mucho en los detalles de la naturaleza, el arte y la moda. Diseñar un artículo artesanal es unir tradición y tendencia. Buscamos y encontramos referencias en cualquier formato, tanto en un museo como en una cuenta de Instagram.
¿Qué importancia le das al color y la estética en tus productos?
Mucha, al color y a crear armonía entre ellos. Pienso que todo lo que es bello y atractivo ya es de por sí funcional, útil y cumple un propósito. La estética impacta primero al cliente, y después la funcionalidad lo convence.
¿Cómo describes la funcionalidad de tus productos, por ejemplo los cuadernos?
Los cuadernos son bellos por sí solos, pero también son útiles y duraderos, porque están fabricados artesanalmente, hoja por hoja, con ese propósito en mente.
Sostenibilidad: un compromiso desde el origen
La sostenibilidad no es solo una característica de los productos que María Paula crea en su taller, sino un principio vital, el corazón de sus emprendimientos. “Ambos proyectos están profundamente conectados con la sostenibilidad. Es posible crear cosas hermosas, útiles y significativas sin dañar el entorno”.
Para Pau Papel, recolecta materiales reciclables y todo el proceso es manual y libre de químicos tóxicos. En Pau Complementos, la escala pequeña, el aprovechamiento de retazos y el uso de materiales nobles promueven un consumo más responsable.
Uno de sus productos más singulares es el papel plantable, elaborado con semillas que pueden germinar al biodegradarse. “Me parecía increíble que algo que suele desecharse, como una tarjeta, pudiera convertirse en vida. Así se cierra el ciclo del consumo”.

¿Qué lugar tiene la sostenibilidad en tus proyectos y en tu vida diaria?
Es un pilar esencial en ambas áreas de producción, y es algo que tengo presente en mi vida cotidiana. No solo por la forma en que producimos, sino también por el mensaje que queremos transmitir.
¿Cómo aplican la sostenibilidad en la papelería artesanal?
En la papelería trabajamos principalmente con papel reciclado, recolectando materiales que de otro modo serían desechados. Estos materiales llegan a mi taller a través de instituciones como embajadas, fundaciones, empresas, o de clientes interesados en reciclar. Esto reduce la cantidad de residuos generados y disminuye la demanda de papel nuevo, lo que implica menor consumo de agua, energía y tala de árboles.
Todo el proceso es manual, con técnicas tradicionales y sin químicos tóxicos, garantizando un impacto ambiental mínimo.
¿Y en Pau Complementos?
En Pau Complementos buscamos trabajar de forma consciente, utilizando materiales de bajo impacto y aprovechando sobrantes textiles. Al ser piezas hechas a mano, producimos en pequeña escala y evitamos el modelo de consumo rápido, promoviendo un consumo responsable donde cada objeto tiene un valor especial por el tiempo y cuidado invertidos en él.

¿Cómo funciona la idea del papel plantable?
Desde el comienzo tuve claro que quería incorporar semillas en varios productos. Descubrí esta técnica y me pareció fascinante, ya que muchas tarjetas o etiquetas terminan desechándose. Así, al biodegradarse, el papel puede germinar una planta y cerrar el ciclo del consumo, lo cual tiene un valor muy especial.

Retos, aprendizajes y persistencia
¿Es posible y rentable emprender de forma ecológica en Cuba?
Puedo decir que, de cierta forma, sí es posible y puede ser rentable, aunque es muy difícil y con limitaciones, sobre todo para mantenerse con el paso del tiempo ante el deterioro constante de la situación del país.
He tenido que ser muy persistente y contar con el apoyo de muchas personas cercanas, amigos y familiares. Se ha creado una comunidad muy bonita de emprendedores con intereses y objetivos similares, y eso me ha ayudado mucho a seguir adelante con mi emprendimiento.
¿Cuáles han sido los principales desafíos que has enfrentado como emprendedora en el ámbito de la papelería artesanal y el universo del bordado?
El principal desafío ha sido y sigue siendo el acceso a materiales. En Cuba, conseguir herramientas básicas —materiales textiles, hilos para bordar, agujas, tijeras, entre otros— puede ser complicado, costoso y, sobre todo, poco constante. Esto nos ha obligado a ser muy creativas y aprovechar al máximo todo lo que llega a nuestras manos.
Otro reto importante ha sido la falta de acceso estable a recursos como internet o plataformas de venta y promoción, lo que dificulta la visibilidad y comercialización del trabajo, en especial cuando se busca llegar a un público más amplio o establecer vínculos fuera del país.
También enfrentamos limitaciones en cuanto a formación especializada y actualización técnica; muchas veces he tenido que aprender de forma autodidacta o mediante el intercambio de conocimientos con otras emprendedoras.

Además, tener proyectos sostenibles implica educar constantemente a los clientes sobre el valor de lo hecho a mano, del reciclaje y del consumo responsable. A veces es un desafío transmitir por qué un producto artesanal y sostenible puede tener más valor (y un precio justo) que uno industrial.
Pero hay muchas recompensas: se desarrollan soluciones creativas, se crean redes de apoyo y se fortalece el compromiso con una forma de hacer que respeta tanto a las personas como el entorno.
Redes que sostienen
La comunidad ha sido clave en el crecimiento de ambos proyectos. “Los primeros en confiar fueron mis amigos y familiares. Poco a poco fueron sumándose proveedores, clientes, colegas. Las alianzas con otros emprendimientos han sido fundamentales”.
Las redes sociales, en especial Instagram, han sido su vitrina. “A pesar de las limitaciones, es donde promuevo, interactúo y comercializo. En un contexto donde no siempre hay espacios físicos disponibles, las redes permiten visibilidad y cercanía”.
¿Cómo ha influido la comunidad en el crecimiento de Pau Papel?
Para un negocio que comienza como una iniciativa personal, el apoyo de la comunidad es fundamental. Los amigos y familiares son el primer mercado que critica, apoya y promueve. Sin darse cuenta, se crea alrededor toda una estructura que facilita el acceso a proveedores, materiales y clientes.
Además, las alianzas con emprendimientos afines van conformando esa comunidad que difunde, valida y acompaña lo que hacemos, no solo como consumidores, sino también como aliados, colegas y seguidores. Esto genera una relación mucho más humana y cercana.
Mirando al futuro
Los planes de María Paula para Pau Papel y Pau Complementos incluyen seguir diversificando productos, crecer en audiencias y explorar nuevos mercados, dentro y fuera de Cuba. “Me encantaría impartir talleres, no solo de papel artesanal, sino también de encuadernación y bordado. Sería una forma hermosa de compartir lo que he aprendido”, cuenta.
¿Tienes algún consejo para quienes están considerando emprender en el ámbito de la artesanía o la sostenibilidad en Cuba?
Que no se desanimen si todo parece lento o complicado. Todos los procesos llevan tiempo, por eso hay que enfocarse en lo que se quiere, educar a la comunidad sobre los valores que se quiere transmitir, y el resto fluirá.
Si algo he aprendido es que muchas veces hay que inventar, adaptarse y aprender haciendo. Pero también existe una comunidad que apoya, que valora lo auténtico y que busca alternativas respetuosas, responsables y cercanas.