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En noviembre de 2024 fue lanzado Factor E, un proyecto muy novedoso pero retador: un talent show para emprendedores cubanos.
En las primeras 72 horas luego de su lanzamiento cerca de 200 dueños de negocios se habían inscrito, motivados por la iniciativa y su ambicioso premio de 10 mil USD en tecnologías, insumos y materias primas.
Ganará el dueño del mejor “gen E”, o gen del emprendimiento, como han llamado los organizadores a lo que buscan encontrar y medir en la competencia, porque “lo que estamos evaluando, si bien es el negocio de la persona, es también la capacidad del emprendedor”, explica Andy José Rivera, director de Operaciones y host de Factor E.
Solo 12 de los inscritos llegaron a la competencia, luego de haber sido sometidos a un proceso de preselección y entrevistas.

El talent show tiene previsto su estreno para inicios del próximo año. Tendrá diez episodios, cuyos primeros cinco capítulos estarán centrados en el trabajo de los competidores con coaches y luego comenzarán las pruebas ante el jurado. El programa estará disponible a través de Youtube y del paquete de la semana.
“Los concursantes van a tener que pasar retos muy cubanos, retos muy divertidos”, es todo lo que nos adelanta Rivero.
Del dicho al hecho
El proyecto, creado por Yeline Ramos, gerente general de Nihao 53 y actual CEO de Factor E, hoy cuenta con más de veinte patrocinadores.
“Cuando comenzamos a pensar en Factor E, queríamos hacer un espacio en el que pudieran convivir empresas que tuvieran un mismo objetivo, que en este caso es fomentar la creación, fomentar como tal el ecosistema empresarial cubano. Lo que sí teníamos claro era que queríamos hacer una especie de talent show que tuviera la narrativa de un concurso pero también de inspirar, conectar, motivar a los nuevos actores, a los nuevos emprendedores cubanos”, nos cuenta Rivera.

Rápidamente esa idea tan clara comenzó a mutar ante las necesidades que los propios concursantes fueron mostrando que existían en el sector y las oportunidades e ideas que fueron naciendo ante la dilatación de los tiempos de producción de un proyecto audiovisual tan ambicioso.
“Nos dimos cuenta con el proceso de preselección y entrevistas que había una necesidad de formación, de saber cómo hacer un negocio, cómo escalar un negocio. Venían los emprendedores y no tenían claro cuál era su misión o visión, si su negocio era escalable o no, no tenían un pitch claro. Había una necesidad enorme de esta información y formación, y decidimos explorar otras áreas”.
Así surgieron los Labs, conferencias dedicadas a abordar diversas áreas de la gestión de negocios impartidas por nombre que son hoy referentes del emprendimiento en Cuba.
Del interés de motivar, nació también “Showporation”, el podcast de Factor E que acaba de estrenar su séptimo capítulo en los que sus invitados hablan de sus experiencias creando negocios en Cuba, cuentan sus historias de vida y superación, y sobre todo, cuántas veces cometieron errores o fallaron y cómo se levantaron e hicieron triunfar sus proyectos.

Para unir comunidades y propiciar el intercambio natural crearon entonces “Afterwork by Factor E”, ese espacio donde al final de una semana de trabajo los emprendedores pueden asistir a un encuentro donde pueden elegir si desean hablar de negocios, conocer nuevos colegas, o solo disfrutar y relajar.
En el ruedo…
Desde diciembre de 2024 fueron dados a conocer quiénes serían los concursantes de la primer temporada de Factor E. Hasta julio de 2025 no comenzó el proceso de rodaje del show, tiempo en el que los participantes compartieron en los espacios formativos, creando lazos profesionales y personales. Un proceso inusual para este tipo de competencias, pero que propició una experiencia única para ellos y todo el equipo.
“10 mil dólares en tecnología puede ser la diferencia entre que tu negocio triunfe y quiebre, sin embargo, ellos, la mayoría de las veces, se están dando consejos y se están apoyando, y eso es una cosa que no tiene valor. Al final creo que esta primera generación de Factor E como han pasado tanto tiempo y tantas cosas juntos, se ha logrado consolidar como una familia.
“Factor E es un espacio en el que no estamos aquí para competir, estamos acá para unirnos y sacar adelante al emprendedor. Entendemos que la competencia tal cual no existe porque hay espacio y mercado para todos, porque tu público no es mi público, porque mis productos no son tus productos, mis proveedores no son los tuyos y además, qué bueno es que exista un rival, por decirlo de alguna manera, que un poco te sube la parada y no te deje estar en tu zona de confort”, detalla Rivera.
Sin embargo hay doce competidores y solo uno de ellos será ganador, según la lupa de un jurado conformado por Julio Martínez, CEO de Cartel Estudio, Alejandro Palmarola CEO de La Quinta de los Molinos y Yessie Guridi, CEO y fundadora de Cafetalex y Mokalex. Los concursantes cuentan con el apoyo del trabajo con los coaches Mario Marketing, fundador de Nos Fuimos, Aldo Álvarez, socio principal de Mercatoria y Darien García, director general de Gestoría Confías.

“En los negocios, en los emprendimientos, en los emprendedores, no todo el que gane quiere decir que va a ser un ganador y esto puede sonar un poco a trabalengua. Los emprendedores pueden ganar un concurso y no ser grandes empresarios, o puedes haber perdido el concurso, incluso haber salido desde los primeros encuentros y ser un gran empresario, porque lo que lleva como empresario es ser sistemático, persistente y no ver fracasos, sino ver que ese camino no era así, qué tengo que cambiar, qué tengo que mejorar para avanzar y eso es lo que he estado tratando de transmitirles a ellos”, nos explica Darién García, sobre la visión con la que los coaches trabajaron.
Por su parte Yessie Guridi dice que como jurado vino a Factor E a “encontrar la naturaleza del emprendedor cubano que está muy ligada a la creatividad, a la lucidez creativa, porque un emprendedor cubano enfrenta diariamente un montón de retos, así como los muchachos lo van a enfrentar en el programa. Lo que voy a medir es precisamente esa creatividad, esa capacidad de respuesta, de enfrentamiento ante cualquier tipo de crisis. Y por supuesto la resolución”.
Entre los que miden su talento o capacidad hay emprendedores de diferentes edades y tipos de negocios. Las reglas exigían solamente que respondieran a alguna de las formas de gestión no estatal en el país y que estuvieran en estado de despegue o embrionario, para lograr que no fueran tan desiguales las condiciones de cada concursante.
“La experiencia con Factor E creo que ha sido bastante constructiva, más que nada por todas las personas que hemos conocido acá y que hemos hecho vínculos y amistad y creo que eso es lo que más nos llevamos”, opina Gabriela López González, Fundadora y Coordinadora General del Proyecto Aldama y una de las concursantes.
Esa es una visión que casi todos los participantes comparten y nos dejaron ver cuando nuestro equipo tuvo acceso al último día de rodaje del talent show.
“Aquí lo más importante para todos los que estamos no es quién gane, porque al final ganar va a ganar uno solo, aquí lo importante es el proceso, las alianzas que vamos a forjar entre nosotros, conocer a gente con visiones o negocios diferentes del tuyo, pero con la misma pasión, con el mismo gen de tratar de emprender o tratar de hacer cosas en Cuba, que tanto hace falta”, piensa Fernando Arias, creador de Venko, marca de ropa deportiva.
Al final el programa ha servido para casi todos como un espacio donde más que mostrar sus capacidades han aprendido muchísimo y lo han demostrado en cada reto.
“De alguna forma nos ha creado la necesidad de colaborar, de entender que es necesario no sólo facturar, sino también crear valores, darle oportunidad a otros a hacer cosas, gestionar y colaborar con personas para poder hacer la vida más fácil, más cómoda y hacer negocios más fácil en Cuba, que es lo más importante. Nos ha ayudado a aterrizar esas ideas y a concretar las ideas que nosotros tenemos como dueños de negocios, y nos demuestra que los proyectos están más cerca de lo que uno cree”, resume su experiencia Marlon Vázquez, de “El Duro”, negocio que retoma el durofrío cubano con el que muchos crecimos, pero que hasta hoy tenemos establecido como un producto casero.
Los competidores comparten también ese espíritu de que este pueda ser un proyecto duradero e inspirador.
“Cuando Factor E salga, yo creo que va a llegar a muchos porque aquí estamos muchachos que empezamos los negocios de cero. Somos personas naturales y creo que va a ser ejemplo para muchas personas”, es a lo que aspira Joel López Tamayo competidor y creador de Jojo Acuapónicos.

Nayla Oliva, dueña de La Comarca, quiere dejar varias cosas a través del concurso, “lo primero es que mi ejemplo sirva para que otros emprendan. Lo segundo es que el mundo vea que en Cuba, aunque no todo está como quisiéramos, nosotros desde adentro podemos hacer que cambie y sí se puede emprender desde lo que uno sabe con la pasión de que nos sirve a nosotros y puede servirle a muchísimas otras personas”.
“Yo los entusiasmaría a que formaran parte de un proyecto como este, donde definitivamente ponen a prueba muchas cosas que uno no sabe que puede hacer y esa es la parte más linda, más productiva, porque siempre uno piensa que tiene un límite o que no puede lograr algo, son limitaciones, barreras mentales que nos imponemos porque sí, porque ahí las dejamos y luego te enfrentas con diferentes situaciones y te das cuenta de que sí puedes”, recomienda Doria Alderete, al frente de Progresiva.
“Yo quisiera que la imagen que le queda al público, es que en tiempos complicados donde hay tanta gente pensando en mudarse o tanta gente pensando en importar o pensando en otras cosas, hay locos que todavía sueñan con que es posible hacer cosas en Cuba, porque a Cuba le hace falta que haya gente que decida quedarse”, resume Fernando Arias.











