Tras el fallo a su favor este martes por parte de la justicia inglesa, el fondo inversor CRF aseguró que continuará con su litigio contra el Banco Nacional de Cuba (BNC) si este no accede a negociar.
CRF, al que las autoridades cubanas consideran un “fondo buitre”, demanda el pago de unos 72 millones de euros de una deuda que data la década de 1980, adquirida posteriormente por ese grupo inversor.
El Tribunal de Apelación de Londres rechazó la víspera un recurso del BNC y confirmó que el fondo registrado en 2009 en las Islas Caimán es el acreedor legítimo de esa deuda, derivada de unos préstamos concedidos a Cuba por bancos europeos.
“El dictamen de hoy refuerza nuestra confianza cuando avanzamos a la siguiente fase. Si bien CRF de manera constante trató de obtener un acuerdo justo y equitativo (sobre la deuda), seremos firmes en la búsqueda de justicia para las partes interesadas si no se concretan unas negociaciones”, declaró el presidente, David Charters.
La sentencia de la corte inglesa “marca un paso significativo en la estrategia legal” del fondo, “al confirmar la validez de las reclamaciones de CRF y subrayar que pueden ser dirimidas en la jurisdicción inglesa”, indicó la entidad en un comunicado citado por la agencia EFE.
Próximos pasos
CRF adelantó que procederá con la siguiente fase del juicio, donde confía en “conseguir una victoria”, si bien cabe la posibilidad de que el BNC pueda recurrir el fallo de este martes ante el Tribunal Supremo.
“Los hechos son claros: Cuba pidió prestadas esas sumas y no cumplió con sus obligaciones de pago, un patrón constante en sus tratos”, aseguró el fondo, que pretende que el banco cubano acceda a negociar la reestructuración de su deuda.
CRF asegura que desde 2013 hizo “esfuerzos persistentes” para interactuar con las autoridades cubanas “a fin de negociar de buena fe” una “resolución justa” sobre la deuda, de la cual posee una cartera estimada en un valor total de unos 1200 millones de euros, aunque ahora no la reclame en su totalidad.
Según el fondo, “la parte cubana mostró poco interés en un diálogo constructivo”.
Durante el proceso legal, el BNC alegó que CRF quiere usar este litigio para “efectivamente bloquear a Cuba de los mercados financieros” a fin de facilitar que pueda cobrar toda su cartera de deuda cubana impagada.
Hasta el momento de publicarse esta nota, el banco cubano no se había pronunciado sobre el fallo de este marte, ni había adelantado si procedería a apelar.
En una decisión previa, que el BNC apeló, la jueza Sara Cockerill, de la sala Comercial del Tribunal Superior de Londres, había determinado que existían fundamentos legales para que CRF pudiera demandar al BNC por el impago de la deuda reclamada.
Al mismo tiempo, la magistrada no vio razón para considerar fondo de las Islas Caimán como acreedor del Estado cubano por los préstamos otorgados en 1984 por los bancos europeos Crédit Lyonnais Bank Nederland e Instituto Bancario Italiano, a través del BNC.
Durante el juicio, el propio fondo inversor admitió haber adquirido la deuda “con el único propósito de iniciar la presente demanda legal para forzar su pago”, según reseñaron entonces medios internacionales.
EFE / OnCuba