La profunda crisis económica que padece Cuba se ve agravada por el decrecimiento de sus exportaciones, sobre las que cae el peso de aliviar las menguadas arcas estatales.
Tres de los activos más importantes de la tradición exportadora de la isla: el azúcar, el níquel y el turismo, acusaron importantes caídas en 2024, lo que agudiza el decrecimiento general de las ventas de bienes y servicios al extranjero en los últimos años.
“No se alcanzan los resultados esperados y ambos (las exportaciones y la inversión extranjera) son decisivos para recuperarnos de la compleja situación económica que atraviesa la nación”, reconoció el ministro de Comercio Exterior, Oscar Pérez-Oliva Fraga.
Al intervenir ante los diputados de la comisión de Asuntos Económicos del parlamento cubano, el titular indicó que en el período de 2019 a 2023 se aprecia un decrecimiento de 31.9 % en la exportación de bienes y servicios, con mayor énfasis en el turismo y las telecomunicaciones, refirió un reporte del sitio Cubadebate.
La cartera cubana de exportaciones incluye, entre sus principales bienes, el níquel, los productos biofarmacéuticos, el tabaco, el azúcar, el ron, los combustibles, el plomo, el zinc, la pesca y el carbón vegetal, detalló el funcionario.
Según Pérez-Oliva, entre las causas que explicarían tan magros comportamientos se encuentran el descenso en los precios de algunos productos en el mercado internacional, mientras que otros decrecen por la baja productividad nacional.
“No se puede exportar lo que no se produce”, subrayó el ministro apelando a una obviedad para llamar la atención sobre la deprimida producción doméstica, que afecta de manera sensible a la cartera de exportaciones.
Cuba aspira a recibir unos 2,6 millones de turistas el próximo año, por debajo de la meta de 2024
Factores del descalabro
Al enumerar los factores de la baja productividad y su impacto en las ventas al exterior, el ministro afirmó que “persiste la falta de recursos financieros para la compra de insumos y materias primas que permitan reaprovisionar oportunamente e incrementar los niveles productivos”.
Además, sostuvo, “influye la inexistencia de un mercado cambiario al que puedan acceder los exportadores”, en referencia a una de las ausencias más visibles y perniciosas del actual modelo económico que se intenta estabilizar.
El ministro sumó a la situación de crisis la permanente escasez de combustibles y la disponibilidad de energía, producto de las “tensiones” en el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), todo lo cual compromete “el crecimiento y diversificación de las exportaciones en el corto plazo”.
Igualmente, mencionó “factores subjetivos” que afectan en su opinión las exportaciones, entre ellos la insuficiente gestión empresarial; dilaciones en el diseño, presentación e instrumentación de propuestas que podrían contribuir al incremento de las exportaciones; problemas desde la base y la imposibilidad de priorizar otras urgencias.
Magro abanico de productos
En Cuba existen 15 empresas constituidas como polos productivos exportadores; pero solo consiguieron ventas al exterior por 21 509 300 dólares. “Se aprecia una poca diversificación de productos y la concentración de exportaciones en cinco polos”, admitió Pérez-Oliva.
Por otra parte, el ministro llamó la atención sobre la necesidad de rescatar 23 rubros exportables de la década de los 80, como el carbón vegetal, la manteca, la grasa, el aceite de cacao y el cacao crudo, así como recipientes para gas comprimido y licuado.
“Tenemos otras potencialidades para la exportación, como frutas frescas, cables eléctricos, extintores de CO2, muebles de madera y metal, perfumes y aguas de tocador”, enumeró.
El análisis del ministro no hizo referencia a las exportaciones del emergente sector privado ni tampoco al nuevo reglamento para las mismas, al menos no según el resumen de Cubadebate.
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Inversión extranjera
El reporte oficial tampoco contiene datos sobre la inversión extranjera en la isla, otra de las asignaturas pendientes de la economía cubana perjudicada por la burocracia interna, los pocos incentivos en el complejo escenario actual y las sanciones estadounidenses.
En noviembre, durante la malograda Feria Internacional de La Habana, Pérez-Oliva precisó que la cartera de oportunidades de inversión en Cuba abarcaba 607 proyectos distribuidos en el territorio nacional, de los cuales 145 correspondían al sector de los alimentos.
En esa oportunidad, el ministro subrayó que se esperaba concluir 2024 con unos 30 nuevos negocios, 12 menos en la comparación con 2023, aunque existían 23 proyectos en fase avanzada de negociación, la mayor parte de ellos en vías de concreción.
En Cuba hay 328 negocios vigentes con capital extranjero: 112 empresas mixtas, 184 contratos por asociación económica internacional y 62 negocios de 100 % capital extranjero. Además, se aprobaron tres reinversiones por un monto de aproximado de 119 millones de dólares, puntualizó entonces Pérez-Oliva.