Una delegación oficial del estado de Minnesota, encabezada por su vicegobernadora, Tina Smith, ha sido la primera en viajar a Cuba en busca de oportunidades de negocios –principalmente en el sector agrícola– tras la nueva política anunciada por el presidente Donald Trump.
Para Smith, las restricciones anunciadas la semana pasada en Miami constituyen un retroceso en las relaciones bilaterales entre ambas naciones, pero en el sector agroalimentario “hay un camino para avanzar”, entre su estado y Cuba.
El propósito del viaje no fue concretar acuerdos comerciales sino “dar primeros pasos para ampliar oportunidades”, explicó en rueda de prensa en el Hotel Nacional de Cuba.
Smith llegó a principios de semana a la Isla al frente de una delegación bipartidista, integrada también por representantes de agricultura, negocios, educación e investigación.
Durante su visita, la vicegobernadora dialogó con miembros de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños, con una cooperativa dirigida por mujeres, autoridades del Ministerio de Agricultura, así como la Presidenta del Poder Popular de la provincia cubana de Mayabeque, Tamara Valido.
“Hay una gran oportunidad aquí para seguir creciendo en cooperación y realizar intercambios en áreas como la cultura, salud y educación”, dijo Smith, quien asegura que la cercanía entre el anuncio de Trump y su visita es fortuita.
También dijo que Minnesota planea enviar otras delegaciones a la isla, y aspira a invitar a su Estado a representantes cubanos para ampliar el acercamiento en beneficio de ambas partes.
Además, dijo que es natural que Minnesota y Cuba sean “socios comerciales”, debido a características comunes como una fuerte economía agraria y tradición familiar en la agricultura.
Para la vicegobernadora ambas partes tiene muchos que aportar. En el caso de su estado, en la cría de pavos, cerdos y el cultivo de maíz y soja; mientras Cuba es fuerte en cultivos como tabaco, café y frutas tropicales.
No obstante, Smith advirtió su preocupación por las “incertidumbres” que la nueva política puede provocar en los estadounidenses, especialmente en áreas “como el turismo y otros negocios”.
La misión ha tanteado estos días posibilidades de intercambio comercial, fundamentalmente en el ámbito agrícola, una de las áreas a las que el “deshielo” impulsado por Barack Obama y Raúl Castro abrió las puertas, a pesar de la vigencia del bloqueo de EE.UU. sobre Cuba.
En principio, estos intercambios entre los dos países siguen permitidos y Trump no ha mencionado que planee eliminar este permiso.
Tina Smith llamó a esperar a que las regulaciones se hagan efectivas –un proceso que podría tardar varios meses– para entonces tomar decisiones al respecto. “Regreso con mucho respeto por el pueblo de Cuba”, concluyó.
OnCuba / EFE