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El Ministerio de Turismo de Cuba responsabilizó a las sanciones de Occidente contra Rusia por el desplome en la llegada de turistas rusos a la isla, un mercado que durante años funcionó como uno de los principales salvavidas de la ahora exlocomotora de la economía cubana.
Funcionarios cubanos aseguran que las limitaciones impuestas a la flota aérea civil de largo alcance de Moscú han reducido drásticamente la cantidad de vuelos, encarecido los boletos y provocado que miles de viajeros cancelen sus planes.
Oscar Henríquez Díaz, especialista comercial del Ministerio de Turismo (Mintur), explicó este viernes a la agencia Sputnik en La Habana que “la principal causa de esta disminución responde a la reducción del operativo aéreo debido a las injustas sanciones de Occidente contra esa hermana nación”.
Un mercado en retroceso
Entre enero y septiembre de 2025 apenas llegaron a Cuba 58 300 visitantes rusos, una caída del 41 % frente al mismo periodo del año anterior y un retroceso aún mayor si se compara con los 185 000 turistas que viajaron en 2024, según datos del Servicio Federal de Fronteras de Rusia citados por la agencia Interfax.
El desplome golpea directamente a la economía cubana, que veía en el mercado ruso una fuente estable de divisas tras la pérdida del viajero europeo.
El impacto va más allá de las estadísticas: detrás de cada visitante hay una red de empleos indirectos —transportistas, taxistas, bares, guías, artesanos y hostales— que ahora ven reducirse drásticamente su actividad.
El precio de los vuelos, un obstáculo
El principal problema, coinciden turoperadores rusos, es el precio de los vuelos. Las tarifas se han disparado hasta niveles insólitos y en muchos casos cuestan varias veces más que la propia estancia hotelera.
Filip Obruchev-Mironov, director comercial de Intourist, lo describió como una “tormenta perfecta”: menos aviones de largo alcance, desaparición de los bloques de asientos que abarataban los paquetes y boletos prohibitivos.
Ejemplos divulgados por la Unión Rusa de la Industria de Viajes ilustran la magnitud del problema: una semana en un hotel de cuatro estrellas en Varadero cuesta 42 500 rublos sin vuelos (unos 530 dólares); con vuelos, el paquete salta a 292 mil rublos para dos personas (unos 3600 dólares). Para diciembre, los precios se elevan aún más, hasta 315 mil rublos (cerca de 4 mil dólares) en alojamientos de cinco estrellas.
Estrategia cubana para mantener el mercado
Pese a la caída, el Mintur insiste en que Rusia sigue siendo uno de los tres principales mercados emisores de turistas hacia Cuba. La estrategia oficial se centra en diversificar la oferta más allá del sol y playa, con productos de naturaleza, cultura y eventos.
Henriquez destacó que destinos como Viñales y Topes de Collantes ofrecen experiencias de biodiversidad y tradiciones locales que cautivan al viajero ruso. También se promueven excursiones culturales en La Habana, incluyendo visitas a sitios vinculados al célebre escritor estadounidense Ernest Hemingway y degustaciones de cocteles como el mojito y el daiquirí, instalados en el paladar internacional.
El Mintur ha fortalecido su presencia en ferias turísticas rusas como MITT, Intourmarket y Leisure, y realiza campañas de promoción en ciudades como San Petersburgo, Sochi, Kazán y Rostov del Don.
Varadero, el destino estrella
Varadero, en la provincia de Matanzas, sigue siendo el principal atractivo para los turistas rusos. Reconocido internacionalmente como una de las mejores playas del mundo, concentra casi un tercio de los ingresos totales por turismo en Cuba y la mayor cantidad de habitaciones, unas 22 mil, de estándar internacional.
Otros polos preferidos por los viajeros rusos son Jardines del Rey —con instalaciones en Cayo Coco, Cayo Guillermo y Cayo Santa María—, la provincia de Holguín y Cayo Largo del Sur. La Habana también mantiene demanda entre quienes buscan turismo de ciudad.
Con el inicio de la temporada alta en octubre, se incrementaron los vuelos desde Moscú y San Petersburgo hacia La Habana, Varadero y Holguín.
Aerolíneas como Rossiya Airlines, Conviasa, Nordwind y el turoperador Pegas Touristik han mantenido operaciones, con ocupaciones muy altas en las aeronaves.
El Mintur asegura que estas conexiones permiten que los visitantes disfruten no solo del destino principal, sino también de excursiones hacia regiones cercanas. “Estamos comprometidos con hacer de Cuba un destino de preferencia para el viajero ruso”, dijo Henríquez.
El turismo sigue sin despegar y registra su peor mes de octubre en cuatro años
Perspectivas con Rusia, Canadá como excepción y meta de 2025 incumplida de antemano
A largo plazo, Cuba apuesta por superar la cifra de medio millón de visitantes rusos anuales. Para ello, trabaja en productos orientados a segmentos con potencial superior, como turismo de eventos, incentivos y experiencias vinculadas a la salud, el deporte y la educación.
El Mintur considera que la voluntad política entre ambos países garantiza la sostenibilidad del intercambio turístico, pese a las dificultades actuales. “Compartir los atributos del destino con el cliente ruso nos llena de orgullo”, señaló Henríquez.
La caída del turismo ruso representa un desafío para la isla, que depende del sector como una de sus principales fuentes de ingresos. Con el retroceso del mercado europeo y las dificultades para atraer visitantes de Norteamérica —incluso Canadá acusó un desliz luego superado—, había funcionado como un salvavidas. Ahora, la crisis aérea y las sanciones occidentales ponen en riesgo esa estabilidad.
Entretanto, Canadá sigue siendo el motor del turismo cubano al ser el país que más turistas envía, muy por encima de otros mercados tradicionales como Rusia o Europa.
De acuerdo con datos citados por Ottawa, en 2024 llegaron 185 mil visitantes canadienses, en tanto en los primeros nueve meses de 2025, la llegada de turistas rusos cayó a 58 300, mientras que el flujo canadiense mostró un repunte en julio de ese año, con más de 50 mil visitantes en un solo mes.

En los primeros 10 meses de 2025 la isla recibió 1 477 892 visitantes internacionales, un 19,9 % menos que en igual periodo de 2024, de acuerdo con la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
La entidad precisó que en octubre arribaron a la isla 111 172 viajeros internacionales. Aunque mejora el registro de septiembre, se trata del peor mes de octubre desde 2021.
De esta forma se confirma como inviable la pretensión gubernamental de sumar 2,6 millones de visitantes en 2025 y también se complica mucho superar los 2,2 millones de 2024, que ya fue la peor marca en 17 años, sin contar los dos ejercicios más afectados por la covid-19.
Para miles de familias cubanas, el turismo sigue siendo la única vía de subsistencia. La contracción del mercado ruso amenaza con profundizar la crisis económica y social en un país que enfrenta escasez e inflación de productos esenciales para sostener en términos básicos la vida contemporánea.












