Una nueva iniciativa incrementa los negocios entre empresarios estatales y privados del turismo. Desde diciembre de 2013 es posible que las agencias de viajes gestionen reservas de alojamiento, restaurante y transportación con prestadores de servicios particulares.
La medida es un paso más hacia el desprejuicio de las relaciones comerciales de este tipo en Cuba, por varias décadas limitadas cuando no prohibidas.
“Las casas de alojamiento no estatales han resuelto un gran problema en esta temporada alta”, comenta el vendedor de la agencia estatal Havanatur en la región central del país, José Díaz Guerrero, quien revela que con el desvío de clientes hacia hostales privados han resuelto la sobreventa (“overbooking”) de los hoteles estatales.
“Antes debíamos trasladar grupos de viajeros que buscaban el turismo de ciudad hacia instalaciones distantes más de 15 y 20 kilómetros de las urbes, cambiándoles además el tipo de oferta por el sol y la playa”, refrenda por su parte Yana González Korucienko, vendedora en la agencia Viajes Cubanacán.
“Ahora los podemos mantener en las ciudades y darles incluso un trato más personalizado, porque el hostal es muy familiar”, asegura la comercial.
El flujo “seguro” de los turistas
Villa Lagarto es una renta con cuatro habitaciones, restaurante y muelle particular ubicado a unos cien metros del emblemático Hotel Jagua, en la ciudad de Cienfuegos. Su propietario, Antonio Leonard Ordoñez, califica como muy beneficioso el contrato que ya tiene con Havanatur.
“Yo trabajo con agencias porque así me evito pagarle comisiones a los que andan “cazando” turistas por las calles y estaciones de ómnibus y consigo un flujo relativamente seguro de clientes”, explica mientras reconoce que la facilidad no ha desplegado todas sus potencialidades.
“Todavía existen temores de ambas partes. Me parece que aún las agencias priorizan enviar personas, por ejemplo, hacia restaurantes estatales, porque ha sido siempre su fin social, pero aprecio cómo va creciendo la tendencia entre ellos mismos de enviar los grupos hacia donde prime la calidad y ahí los privados hemos ganado mucho espacio”, abunda.
Con el optimismo que ha despertado esta opción contrastan los criterios que consideran a los choferes y guías de las excursiones como los verdaderos poseedores del poder para decidir dónde dejarán su dinero los visitantes.
“Quizás al inicio de esta apertura los choferes y guías podían influir, pero eso ha cambiado y ahora lo pueden hacer mucho menos”, asegura Leonard Ordoñez, en cuya opinión los restaurantes que han construido un prestigio por la calidad de su servicio merecen claramente el favor de los “tourleaders” cubanos y extranjeros.
Noticia de bajo perfil
La desinformación parece determinar el bajo número de negocios privados con contratos de representación estatal.
En la ciudad de Cienfuegos, con más de 300 habitaciones disponibles, solo han contratado con las agencias una veintena, y Trinidad, con una extendida red de hostales, solo suma unos 50 contratos.
El proceso demandó en el inicio contactos personales de las agencias con los propietarios, pero ese camino no fue cubierto del todo.
“Hace dos meses nos hablaron de la iniciativa en una reunión con directivos del Ministerio del Turismo, y anunciaron visitas para categorizar las viviendas, pero aquí no ha venido nadie”, cuenta Odalys, propietaria de un hostal en la céntrica calle Santa Clara, de la llamada Perla del Sur.
“A mi me pareció una idea excelente, porque de esa manera se podría organizar más la llegada de los turistas a los sitios de descanso y placer, y sustituir a los llamados “jineteros”, que con licencia oficial de gestores de turismo muchas veces asustan a los viajeros con su mala imagen personal y sus persecusiones”, comenta.
En cambio, desde las agencias afirman tener las puertas abiertas para cualquier interesado.
“En estos dias recibimos varias solicitudes de fincas y restaurantes. Ahora nos toca ir a verificar que cumplan con los requisitos de higiene, seguridad, iluminacion y facilidades de información a los clientes”, asegura Díaz Guerrero.
Volverse corriente
“Muchos propietarios no se han sumado porque ven el requisito de tramitar los pagos a través de transferencias bancarias como una vía de controlar los ingresos”, reconoce el comercial de Havanatur.
Esa apreciación la confirma Antonio Leonard, quien no muestra objecion en manejar con transparencia sus ingresos ante las autoridades del fisco.
“Si se quiere proyectar seriedad y profesionalidad en el negocio, asociarse a las entidades oficiales ayuda mucho, y esa es una facilidad que deberían aprovechar mis colegas mucho más”, asegura.
El tiempo corre a favor de esta alternativa, pues incluso se amplió el alcance de los contratos hasta los transportistas.
“Con el transporte estatal historicamente hemos tenido graves problemas. Nunca se ha dejado de dar un servicio a clientes que hayan solicitado un traslado de un punto a otro, pero ha sido muy engorroso poder confirmarles el día y la hora prevista”, admite el representante de Havanatur.
“Por eso nos abrieron la posibilidad de contratar a transportistas privados con equipos que reúnan las condiciones técnicas requeridas para estos servicios”, anuncia.
El nuevo paso a favor de la coordinación entre privados y estatales espera por volverse natural. “El éxito de esta negociación derrumbará prejuicios”, concluye José.