El peso cubano encadena este miércoles más de dos semanas de subidas en el mercado informal tras el anuncio de Washington de que eliminaría los límites a las remesas, algo inédito en 18 meses pero que no anticipa necesariamente un rebote en la economía del país, advirtieron tres economistas a la agencia EFE.
Casi como un espejo, el tipo de cambio del peso cubano (cup) con el dólar que se compra en la calle —la tasa oficial fija es de 24 a 1— descendió de forma importante 48 horas después del anuncio de la Administración de Joe Biden, el pasado 16 de mayo.
Este cambio en la gráfica también coincidió con el anuncio del pasado 14 de mayo del ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, de que el Estado cubano vendería dólares, o en realidad moneda libremente convertible (MLC) por encima del cambio oficial a “proveedores nacionales estatales y no estatales” con ciertas condiciones.
La compra pasó de los 115 cup por dólar del 17 de mayo a los 95 a que cayó el 23 de mayo, una equivalencia que no se veía desde enero, según datos calculados por el medio independiente El Toque, que elabora una tasa diaria tomada como referente por los expertos.
Este miércoles el dólar se cambiaba a 98 cup en el mercado informal, con un comportamiento más estable, según este indicador realizado con el promedio de cientos de anuncios de compraventa de divisa en plataformas digitales cubanas.
La tendencia es significativa. El dólar se había apreciado de forma progresiva desde que su cambio oficial se unificó en los 24 a 1 en enero de 2021, como parte de una amplia y controvertida reforma económica denominada Tarea Ordenamiento.
El economista cubano Pedro Monreal calculó recientemente que la tasa de equilibro del tipo de cambio —una estimación con base en variables macroeconómicas— estaría este año en los 82 cup por dólar, según explicó en su blog El Estado como tal. De fondo está la persistente crisis que afecta a Cuba, fruto de la combinación de la pandemia, las sanciones estadounidenses y los fallos en la política económica nacional.
Tasa de “equilibrio” del peso cubano estimada en 82 CUP por USD para 2022. https://t.co/2vwQ9fvbCD
— Pedro Monreal (@pmmonreal) June 1, 2022
Apreciación efímera
Esta apreciación de la moneda cubana ha sido tan solo un cambio efímero que poco tiene que ver con el comportamiento de la economía en su conjunto, matizaron los expertos.
“A corto plazo, sí, (el peso) puede subir o bajar en función de cualquier declaración que haga Biden”, apuntó a EFE el economista cubano Elías Amor.
El cubano Pavel Alejandro Vidal, profesor asociado en la Universidad Javeriana de Cali (Colombia), coincidió con Amor: “Las cosas están tan mal que cualquier noticia sobre cualquier dólar que pueda ingresar es un respiro para la economía”.
Los analistas resaltan que la apreciación del cup responde a las “expectativas” que se generaron en un mercado ávido de divisas.
Cuba suspendió temporalmente los depósitos bancarios de dólares en efectivo en junio de 2021 por “obstáculos” del embargo de EE.UU., pero los bancos —estatales— han seguido aceptando otras divisas como euros, libras esterlinas, dólares canadienses o yenes japoneses.
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Problemas de fondo
Los economistas precisan que el problema de fondo con el peso cubano es que no tiene un valor real —por la gran diferencia entre el cambio oficial y el de la calle— y que poco ha podido ayudar la Tarea Ordenamiento, de resultados mixtos.
Esas medidas devaluaron el peso y condujeron al país a una suerte de dolarización parcial en su intento por unificar los tipos de cambio.
Para Pavel Vidal se trató de “una reforma monetaria en el peor momento posible”, bajo el influjo de la crisis de la COVID-19 y del recrudecimiento de las sanciones de EE.UU. contra Cuba que aprobó el Gobierno de Donald Trump (2017-2021).
A estos factores, la economista Tamarys Lien Bahamonde agregó que, más de un año después de la Tarea Ordenamiento, hay mucho peso cubano en circulación pero no así dólares.
“El tipo de cambio (informal) lo único que está reflejando es que hay una escasez de divisas en Cuba”, estimó.
Amor fue más allá y explicó que la sobreoferta de cup se debe a que el Gobierno ha intentado equilibrar su déficit —que él estima en torno al 18 % del producto interno bruto (PIB)— con moneda nacional.
“Los economistas valoramos la tendencia de las cosas a largo plazo”, remachó el economista cubano.
A diferencia de Amor, Vidal apuntó que los cambios en la política de EE.UU. hacia la isla y la reapertura gradual del turismo —un sector clave para Cuba en términos de aporte al PIB e ingreso divisas— sí se pueden reflejar en un efecto rebote para la economía nacional, pero “sin ser el bum”.
Bahamonde, por su parte, indicó que, pese a que aún es temprano para pronosticar un cambio en la economía, parece que “el mercado (cubano) comienza a recuperar su nivel”.
El Gobierno cubano percibe una “recuperación gradual” de su economía y considera que el producto interno bruto (PIB) podría avanzar este año un 4 %, tras la contracción del 13 % de los dos ejercicios previos.