Cuba recibió entre enero y febrero 374 267 visitantes internacionales, 30 % menos que en el mismo período de 2024, reportó la agencia española EFE tras cotejar un informe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI)
El desplome se atribuye a la contracción de los mercados de Rusia y Canadá, tradicionales polos exportadores de visitantes hacia el destino Cuba.
En febrero se contabilizaron 178 263 turistas extranjeros, tras los 196 004 de enero, cifras muy por debajo de los registros de 2023 y 2024.
Desde ya, la perspectiva de cumplir con el modesto plan de 2, 6 millones de visitantes para este año se pone en solfa, toda vez que los magros números tienen lugar en la temporada alta del turismo en la isla.
Pese a que Canadá siguió siendo el principal país de donde procedió el mayor número de turistas, experimentó una caída de 33,5 % con respecto a 2024, al pasar de 261 009 a 173 611 vacacionistas.
El turismo ruso, por su parte, cayó 49,1 %, hasta los 22 306 turistas, a despecho de las facilidades logísticas dadas a ese país euroasiático y el padrinazgo de ambos gobiernos para que aumente el flujo de ciudadanos suyos a la isla.
En 2024 se realizaron varios vuelos con pasajeros afiliados al sindicato del coloso petrolero Rosneft, incluyendo un vuelo con 407 viajeros en noviembre, que fue el último de la temporada.
Rosneft ha estado enviando a sus empleados a Cuba durante más de una década como parte de un acuerdo de turismo de salud.
Todos los mayores países emisores de viajeros experimentaron descensos de entre 11 % y 26 %; y fueron por orden decreciente: Estados Unidos (25 197 turistas), Alemania (11 436), Francia (10 165), Argentina (7 842), México (7 582) y España (6 515).
Por sí misma, la comunidad de cubanos en el exterior representó el segundo puesto en turistas en este período enero-febrero, con 38.757 visitantes desde el extranjero y una caída de 15,7 %.
Una locomotora descarrilada
De acuerdo con EFE, la debilidad del sector turístico cubano, durante años el motor económico de la isla, está relacionada, entre otros factores, con la grave crisis económica y energética que sufre el país, el recorte de rutas aéreas y las sanciones estadounidenses.
El turismo es fundamental para los planes del Gobierno, por su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) y por la entrada de divisas que supone (tradicionalmente solo por detrás de los servicios profesionales y las remesas).
A principios de marzo, el primer ministro Manuel Marrero enfatizó la importancia de reactivar el sector turístico como una “locomotora de la economía” cubana.
Durante una reunión con trabajadores del turismo, Marrero pidió generar más ingresos en el sector y buscar soluciones innovadoras para superar la crisis económica y social que enfrenta el país.
El sector del turismo atraviesa una “década perdida” para Cuba, dice experto
¿La década perdida?
Cuba recibió 2,2 millones de visitantes internacionales en 2025, 2,4 millones en 2023 y 1,6 millones en 2022, de acuerdo con datos oficiales. Se trató de la peor cifra en 17 años, sin contar 2020 y 2021, afectados por las restricciones que implicó la pandemia de la Covid-19.
Estas cifras quedan lejos de las registradas en 2018 (4,6) y 2019 (4,2 millones), el techo de la isla hasta la fecha, que estuvo muy conectado con el deshielo de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y la isla se convirtió en un foco de curiosidad para turistas de casi todo el mundo.
En la región del Caribe, Cuba ha quedado muy a la zaga de competidores cercanos como Punta Cana (República Dominicana) y Cancún (México), que están registrando máximos históricos de visitantes luego de la recuperación post pandémica.
José Luis Perelló, una de las voces más respetadas en el estudio del turismo en Cuba, estima que la isla no recuperará hasta 2030 el nivel de visitantes internacionales que tuvo antes de la pandemia. La locomotora económica, aseguró recientemente en una entrevista, está en plena “década perdida”.
El experto no hace ese pronóstico a la ligera. Se basa en un análisis de la evolución en el nivel de llegadas durante décadas.
Así lo plasma en el libro The Cuban Tourism: Industry Evolution, Challenges, and Prospects (El turismo cubano: evolución de la industria, retos y perspectivas), que se publica este año y que escribió junto con Paolo Spadoni, profesor asociado del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad estadounidense de Augusta.