El director de cine iraní Asghar Farhadi, quien recibió el Oscar este año con su película La Separación, está en Cuba desde hace dos días.
“Desde que era un adolescente quise visitar Cuba. Conocer un poco de la cultura y la gente de este país siempre me provocó inquietudes. Y estoy muy feliz porque si bien es cierto que no he tenido el tiempo necesario para interactuar con los cubanos, creo haber podido captar en alguna medida la alegría y la amabilidad que los caracteriza”.
“He venido a presentar mi película La separación porque está programada para la semana de cine de mi país que comienza hoy en el Cine Charles Chaplin”.
“Ayer estuve en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños conversando con los estudiantes y fue una muy buena experiencia que me gustaría repetir en otras universidades del mundo. Porque si existe un público que dice sin tapujos lo que opina de tu película, ese es el de los estudiantes de cine”.
Farhadi nos comentó además sobre la acogida que tuvo este premio en Irán.
“Yo hago mis películas pensando, sobretodo, en las personas de mi país. De hecho, son mis primeros espectadores. Después que las proyecto en Irán, es que comienzo a moverlas en el resto de los países y creo poder asegurarles que desde su primera exhibición, el filme tuvo una muy buena acogida”.
“Luego llegaron los premios y, por supuesto, nos dio a todos muchísimas alegrías porque Irán era motivo de comentarios en la mayoría de los medios del mundo, justamente por un suceso cultural”.
“Por supuesto que no fue La separación la primera película iraní nominada al Oscar, ni siquiera creo que el resto de las que concursaron en años anteriores sean filmes de menor calidad. Lo que ocurre, a mi modo de ver, es que muchas veces los premios no muestran lo valioso de una cinta. En ocasiones una película no es apreciada en el contexto en el que se estrena y con el paso de los años llega a trascender sin necesidad alguna del reconocimiento de la crítica especializada”.
Y sobre sus nuevos proyectos cinematográficos, el director iraní nos confesó que “el guión en el que trabajo ahora estaba escrito antes de que obtuviera el Oscar. Después de este premio no cambian las ideas de lo que quiero hacer, más bien me obliga a fortalecer mis métodos. Me interesan una vez más, las problemáticas humanas, los cuestionamientos en torno a la moralidad, etc. Eso quedará reflejado en mi nueva película”.