El Dr. Antonio Romero Gómez, uno de los más relevantes economistas y académicos cubanos, falleció este sábado en La Habana. Tenía 64 años.
La noticia fue confirmada por la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), que lo calificó como un gran profesional de las ciencias económicas, aunque sin precisar la causa de su deceso.
Profesor, investigador, analista, Romero Gómez dedicó más de cuatro décadas a la docencia y los estudios económicos, en los que destacó en ámbitos como la economía internacional y el desarrollo.
Su labor fue particularmente significativa en la Universidad de La Habana, donde se desempeñó como Decano de la Facultad de Economía y como director y profesor titular del Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI).
Además, fue presidente de la Cátedra de Estudios del Caribe “Norman Girvan”, entidad que tras su muerte recordó su relevante trayectoria y consideró que su “partida deja un vacío irreparable en la comunidad universitaria, académica y diplomática de Cuba, el Caribe y América Latina”.
El Dr. Romero —a quien sus colegas y amigos llamaban Tony— también impartió conferencias en universidades y eventos fuera de la isla, y representó a Cuba en organismos internacionales. Además, fue el autor de más de 60 publicaciones especializadas.
También destacó en la organización durante muchos años del Encuentro Internacional de Economistas sobre Globalización y Problemas del Desarrollo, cita que reunió a estudiosos de todo el mundo y aportó desde la isla al intercambio especializado sobre estas temáticas.
Por su trayectoria recibió reconocimientos como el título de Doctor Honoris Causa en Ciencias Sociales y Humanas por la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla.
Fuera del ámbito académico, fue colaborador de espacios de debate y análisis económico en medios de comunicación, como recordó en su obituario el portal Cubadebate.
El pasado año ofreció una entrevista a OnCuba, en la que analizó con agudeza el escenario económico del país en ese momento y se refirió a temas como la estabilización macroeconómica y la dolarización de la economía y sus consideraciones mantienen hoy plena vigencia.
En la entrevista opinó que “la estabilización macroeconómica tiene que llevar aparejadas modificaciones en términos de política monetaria y cambiaria”. En su criterio, “es muy poco probable estabilizar la economía con la disparidad de tipos de cambio” y la tesis gubernamental de “acentuar la dolarización para después desdolarizar el país” resultaba “un contrasentido”.
“La dolarización de la economía, en cualquier país, implica una pérdida de soberanía económica”, señaló entonces.










