El Instituto de Medicina Legal dio a conocer que las víctimas que restaban, entre los fallecidos en el accidente de aviación del pasado 18 de mayo, habían sido identificadas.
A poco más de una semana del accidente, comienza a cerrar una etapa del duelo tanto para los familiares, amigos, allegados como para observadores cubanos o extranjeros que han mantenido atención sobre estos hechos.
Sergio Rabell, director del Instituto de Medicina Legal de Cuba, explicó durante una rueda de prensa hoy domingo que la participación de los familiares fue determinante por el aporte de datos fundamentales de identidad, así como de fotos y documentos que junto al reconocimiento de prendas y componentes del vestuario pudieron orientar a los médicos en el proceso de identificación.
El análisis de un vídeo del momento del abordaje al avión siniestrado, imágenes que fueron recuperadas de los móviles de algunos pasajeros y descripciones de las personas que estuvieron en contacto con ellos antes de la salida del vuelo también facilitaron las labores, explicó.
Indicó también que las pruebas de dactilografía, antropología, estomatología y de ADN practicadas por los expertos forenses cubanos permitieron establecer con carácter “absoluto” la identidad de las víctimas.
Los restos indentificados han podido ser regresados paulatinamente al calor de los suyos. Y han sido despedidos con lágrimas, con abrazos.
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.1713388382090438.1073742193.161064290656196&type=1&l=e6fdb83744
Es un primer adiós a estas 112 personas, que encontraron una muerte tan terrible como injusta cuando el Boeing 737 en el que viajaban se precipitó a tierra en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana.
Durante los días que nos separan de esa fecha se han visto imágenes inolvidables del adiós final desde distintos lugares de Cuba, y sobre todo desde Holguín, donde vivía el mayor número de los fallecidos (67). Otras tres personas eran de Granma, tres de Santiago de Cuba y uno de Las Tunas.
De la zona occidental del país eran 21 de La Habana, 2 de Matanzas y otras 2 personas vivían en la Isla de la Juventud, según detalló el informe oficial.
Unas 500 personas entre médicos forenses y personal de criminalística y del Ministerio de Salud Pública estuvieron involucrados en el proceso de reconocimiento de las víctimas del siniestro, el mayor de su tipo ocurrido en las últimas tres décadas en el país.
Las autoridades de aeronáutica civil cubana han estimado en meses el tiempo necesario ahora para dar un resultado final acerca de las causas del siniestro que ha enlutado a Cuba y a familias en México, Argentina y la República Árabe Sarahui.
Cuando concluyan las investigaciones que encaran en este momento especialistas de Cuba, México y Estados Unidos, inevitablemente, se conocerán las responsabilidades de esta catástrofe.
Por el momento, la prensa mexicana y autoridades de aeronáutica civil de Guyana, han señalado varios puntos de interés acerca de las inadecuadas condiciones técnicas y de gestión del avión siniestrado que operaba la compañía Global Air y que fue contratado apenas hace un mes por Cubana de Aviación.
Es previsible que prosigan las investigaciones periodísticas y que en los próximos días aparezcan más detalles sobre la trama invisible que cubre este más que lamentable accidente.
Por el momento, solo una sobreviviente sigue con pronóstico reservado luchando por su vida: Maylén Díaz, de 19 años, continúa recibiendo cuidados en el hospital Calixto García de La Habana.
Mientras su vida esté en peligro, muchos seguirán repitiendo esa frase corta que ha sido un mandato sanador: #FuerzaCuba.
EFE / OnCuba
Heroicidad espartana es lo que se me ocurre para calificar a los especialistas encargados de tan difícil y dolorosa misión. Cuba y sus buenos ejemplos.