El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, ha hecho de la informatización una de sus banderas y ha impulsado a los miembros de su gobierno a seguirle los pasos.
El pasado 10 de octubre, seis meses después de asumir la presidencia, Díaz-Canel estrenó su cuenta en Twitter, siguiendo una promesa hecha en julio durante el congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC). Hasta el 4 de diciembre de 2018 había tuiteado 224 veces y contaba con 53 mil seguidores.
Además, ha insistido en el tema del gobierno electrónico –llamando a que instituciones y gobiernos locales tengan portales públicos en la web antes del cierre de 2018–, se ha reunido con directivos del gigante tecnológico Google, y monitorea periódicamente en reuniones el estado de la todavía insuficiente conectividad cubana.
Como parte de esa agenda, el mandatario “también retó a los ministros a adentrarse en el pequeño ecosistema digital cubano y al ejercicio de la política 2.0”, asegura el sitio Cubadebate, que pronostica que pronto “todo el Consejo de Ministros” estará en Twitter.
Por el momento, ya “se mudaron” a la red social 15 miembros del Consejo de Ministros –16 si se suma al propio presidente. Estos, según Cubadebate, “aún andan tratando de entender la lógica de Twitter, donde conviven usuarios reales y virtuales: conciudadanos avezados en las nuevas tecnologías –adaptados a interactuar y reclamar–, seguidores que habitan más allá de las fronteras nacionales o nativos digitales llenos de odio, prestos a ofender desde el primer y hasta el último carácter”.
De los tuiteros del gobierno cubano, solo tres abrieron sus cuentas antes que Díaz-Canel: Alfonso Noya, Presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), quien lo hizo en abril de 2016; Iris Quiñones, Ministra de la Industria Alimentaria, en febrero de 2017; y Oscar Manuel Silvera, Ministro de Justicia, en junio de 2017; aunque estos dos últimos no eran todavía los titulares de sus ministerios en el momento de su entrada, y su actividad en la red, según reseña Cubadebate, es baja.
El resto de los ministros cubanos en Twitter –menos de la mitad del Consejo, compuesto por 34 personas–, se registraron recién en octubre o noviembre de 2018, y la mayoría todavía no tiene todavía una gran actividad digital.
Llevan la delantera, según las estadísticas de Cubadebate, la Vicepresidenta del Consejo de Ministros, Inés María Chapman (77,13 tuits por día); el Ministro de Economía, Alfonso Gil (15); el Presidente del ICRT, Alfonso Noya (14,73); y Antonio Rodríguez, Presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (12,75).
Estos “avezados” informan su agenda del día, tuitean en vivo, retuitean, incluyen una foto, un hashtag e interactúan con quienes los mencionan, reseña la publicación digital, que asegura que los mismos ministros “generan la mayoría de sus tuits desde dispositivos móviles, lo cual apuntala su credibilidad y facilita la relación directa entre el gobierno y la comunidad cubana conectada, dentro y fuera de la nación”.
En contraste, entre los de menor actividad están el Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, (1,39 tuits por día); el Ministro de Educación Superior, José Ramón Saborido (1,26); el Ministro de Transporte, Adel Yzquierdo (0,33); Ia Ministra de la Industria Alimentaria, Iris Quiñones (0,11); y el Ministro de Turismo, Manuel Marrero, quien todavía no había tuiteado.
Sin embargo, a “la iniciativa” de unirse a “unas redes cada día más alejadas de la neutralidad que aparentan”, no se han sumado varios de las principales figuras del gobierno cubano, entre ellas el Primer Vicepresidente Salvador Valdés, el histórico Comandante Ramiro Valdés y los también vicepresidentes Ricardo Cabrisas, Ulises Rosales y Roberto Morales.
Tampoco el Secretario del Consejo de Ministros (José Amado Ricardo), ni los ministros de las carteras de Relaciones Exteriores (Bruno Rodríguez), Educación (Ena Elsa Velázquez), Fuerzas Armadas (General Leopoldo Cintra), Interior (Vicealmirante Julio César Gandarilla), Trabajo y Seguridad Social (Margarita González), y Ciencia Tecnología y Medio Ambiente (Elba Rosa Pérez), entre otros.
Cubadebate, que reconoce que la Isla tiene un bajo índice de penetración del acceso a Internet (40%) “por razones obvias”, llama a los ministros a hacer un “uso inteligente” de Twitter para convertir a esta plataforma en una “herramienta efectiva” para “un gobierno 2.0 incluyente y participativo” ante un acceso a las redes sociales en Cuba que, en su criterio, “crece copiosamente”.
En esta dirección, el sitio digital brinda “algunos consejos para los ministros cubanos en Twitter”, entre los que están que “el mensaje positivo es más bienvenido que el negativo”, publicar tuits “cálidos, humanos, creativos”, incluir videos y hashtags, seguir las tendencias del día y “pedir retweet”.
Un reciente reporte de la plataforma estadística online Globalstats, fijó en un 25% el incremente en el uso de las redes sociales en Cuba desde 2017, aunque reconoció que Twitter no es de las plataformas más usadas.
La conexión libre, rápida y barata a Internet es todavía una asignatura pendiente para Cuba, que registra más de 5,9 millones de usuarios de Internet, según datos oficiales.
La política de informatización del gobierno cubano trata de paliar este escenario, con el aumento de las zonas wifi públicas y la comercialización de Internet en las casas, posibilidad hasta hace poco restringida solo a algunos profesionales.
Sin embargo, hasta la entrada en vigor de nuevas tarifas anunciadas ayer, en las wifi una hora de conexión cuesta 1 dólar; y en los hogares –entre 15 y 70 dólares por paquetes de 30 horas– para cubanos, que perciben como promedio un salario mensual de 30 dólares.
A partir del 6 de diciembre la empresa estatal de las telecomunicaciones Etecsa pondrá en marcha el servicio 3G, lo que supondría ofrecer a los cubanos por primera vez conexión a Internet a través de datos móviles.
Cuba comienza servicio de internet móvil 3G el 6 de diciembre