Hechos delictivos y de corrupción administrativa detectados por el Ministerio del Interior (Minint) provocaron pérdidas superiores a los siete millones de pesos en una entidad de gastronomía de la provincia de Guantánamo, informaron medios oficiales en la isla.
Un reporte de la televisión cubana, reseñado por el sitio web Cubadebate, detalló la investigación de ese órgano para la identificación de una cadena delictiva, en la que se desviaron productos destinados a la empresa municipal de gastronomía de la cabecera provincial.
Agrega el medio que las mercancías extraídas nunca llegaron a su destino final y que, a criterio del instructor penal Juan Martínez Martínez, el caso cobró mayor complejidad “por el número de personas que obraron como imputados en este caso y la cantidad de empresas involucradas”.
El especialista indicó que “la conciliación entre las partes, una norma de la economía en las empresas, se efectuaba sobre el conocimiento de que se incluían las facturas que eran extraídas de los proveedores o suministradores y se presentaban como que ciertamente habían entrado a la empresa, cuando no era así”.
A partir de ese modus operandi, los productos eran desviados y la empresa cliente, en este caso la de gastronomía de Guantánamo, pagaba a ese suministrador y no recibía beneficio alguno, según explicó Martínez.
Entre las repercusiones de este hecho está la total descapitalización de la empresa y su extinción con la posterior afectación a todos sus trabajadores, añade el reporte.
Trascendió que los responsables de estos hechos delictivos, que incluyen la falsificación de controles y documentación primaria, se encuentran sujetos a proceso penal.
Entre los productos defalcados aparecen grandes cantidades de ron, cerveza, pollo y salchichas, precisa la publicación.
Recuerda el medio que el Código Penal vigente en el país prevé el castigo con penas de hasta 20 años de prisión por hechos de malversación con alto costo social.
Este hecho sucede en medio de una ofensiva del Gobierno cubano contra hechos de corrupción en entidades estatales o vinculadas a estas, cuyo caso más significativo provocó la destitución de Alejandro Gil Fernández, titular del Ministerio de Economía y Panificación (MEP).
Recientemente, han salido a la luz pública algunos hechos de corrupción que han provocado pérdidas millonarias a la economía cubana, golpeada por una potente crisis.
El pasado mes de abril se conoció que un trabajador de la empresa de campismo de Sancti Spíritus se había apropiado de modo fraudulento de más de 8 millones de pesos, a partir del descontrol existentes en las cuentas bancarias de esa entidad.
Poco tiempo después estalló un gran escándalo de corrupción en el puerto de Santiago de Cuba con 78 implicados entre trabajadores y funcionarios.
También en ese tiempo se informó de la condena de ocho años de prisión al director de Comercio del territorio espirituano por el delito de “actos en perjuicio de la actividad económica o de la contratación”, que causaron la pérdida de más de 3 millones de pesos.