De los menos de 10 millones de cubanos que viven actualmente en la isla, más de 600 mil no cuentan actualmente con el servicio de abasto de agua.
Así lo reconoció a la prensa José Antonio Hernández Álvarez, presidente del Grupo Empresarial de Agua y Saneamiento, entidad perteneciente al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.
De acuerdo con el funcionario, la situación más crítica es la de La Habana, donde los clientes sin servicio superan los 130 mil, en tanto otras provincias cuentan con más de 30 mil afectados.
Son los casos de Pinar del Río, Artemisa, Santiago de Cuba, Granma, Villa Clara, Cienfuegos y Holguín, según reseña el diario Granma.
Según Hernández Álvarez, las dos “causas fundamentales” de este problema son la rotura de una “cantidad significativa” de equipos de bombeo —cuyo número exacto no se detalla en el reporte— y la compleja situación que atraviesa el Sistema Electroenergético Nacional (SEN).
El directivo explicó que, “al margen de la voluntad de la Unión Eléctrica, en ocasiones la disponibilidad de la generación o la inestabilidad del SEN impiden proteger los circuitos que albergan los equipos de abasto”.
Esto, unido a “los arranques y las paradas bruscas, así como las variaciones de voltaje y frecuencia de los sistemas energéticos, producen averías colaterales”.
Además, detalló, después de un apagón y “a diferencia del restablecimiento instantáneo del fluido eléctrico, el agua demora hasta tres o cuatro horas en retornar”. Ello se debe, dijo, a que “los sistemas necesitan presurizarse para llegar a su destino y, sobre todo, a los puntos más críticos”.
Crisis en La Habana
La capital cubana lleva meses lastrada por una severa crisis en el abasto de agua. Al respecto, el funcionario precisó que las afectaciones “empezaron por averías en un grupo de dispositivos importantes de la Cuenca Sur, que beneficia a los municipios Plaza de la Revolución, Centro Habana, Habana Vieja, Diez de Octubre y una parte de Boyeros”.
De esa situación, aseguró, “hemos ido saliendo”, y ya funcionan 16 de los 19 equipos necesarios para garantizar el servicio a esa zona.
Sin embargo, las roturas se trasladaron a otras partes de las ciudad, principalmente a la zona oeste. “Fallaron tres equipos en Ariguanabo y también queda uno de peso en Cosculluela, con la misión de brindar el servicio en el municipio Marianao y parte de Playa”, apuntó a Granma.
En cuanto a San Miguel de Padrón, municipio también afectado por la crisis, Hernández Álvarez detalló que “durante mucho tiempo” ese territorio contó con “solo tres, e incluso, dos de sus cuatro dispositivos”, pero, dijo, “ya todos están restablecidos”.
Además, la reciente reparación de una conductora “posibilitó recuperar presión y caudal”, afirmó.
Fuera de la capital también son numerosos los problemas. El funcionario comentó que, por ejemplo, en Villa Clara la situación más compleja es la de Caibarién, donde “ya se trabaja en el montaje de un equipo para resolverlo en gran medida”.
En cambio, en el caso del norte de Holguín, “a pesar de reparaciones, prosiguen con interrupciones y los especialistas revisan las causas”, reconoció.
La Habana espera equipos de bombeo en el último trimestre para mejorar abasto de agua
Estrategia según “prioridades”
Acerca de la estrategia gubernamental para enfrentar esta situación, Hernández Álvarez aseguró que la misma “está trazada en atención a las prioridades, de acuerdo con la mayor cantidad de población asociada a los lugares con equipos averiados”.
Gracias a la entrada de “un grupo de recursos para recuperar y enrollar los motores”, la empresa Aguas de La Habana “concentra en un taller los de mayor porte, emplazados en la capital”, en tanto los de menor porte se reparan en el taller nacional de San José de Las Lajas.
A este último se han unido otros talleres en Jovellanos, Matanzas y en Camagüey, “para responder lo más rápido posible a las demandas”, precisa la publicación oficial.
Brigadas de diferentes provincias han llegado también a La Habana para apoyar las labores en la capital, al tiempo que “no se para de trabajar ni siquiera sábados y domingos”, según el directivo.
De acuerdo con Hernández Álvarez, el Gobierno cubano “prioriza la actividad y ofrece soluciones financieras” para hacer frente a la crisis, si bien acota que estas soluciones se toman “en la medida en que la situación lo permite”.
Las dificultades con el abasto de agua no son nuevas en la isla y tienen también entre sus causas los períodos de sequía y las averías en las tuberías conductoras y las redes de distribución externas e internas, donde se pierde, según estimados oficiales, más de la mitad del agua bombeada.
A la falta del servicio por situaciones puntuales o de larga data, se unen otros problemas con los cortos horarios y los largos ciclos de distribución padecidos por un gran número de cubanos, no explicitado ahora en el reporte de Granma.
Por todo lo anterior miles de personas deben recurrir al servicio de pipas para satisfacer sus necesidades, ya sea por la más demorada vía oficial o recurriendo —quienes pueden costearlo— a la contratación “por la izquierda” y a elevados precios de los camiones cisterna.