La termoeléctrica Antonio Guiteras está en “línea y estable”, dice medios oficiales de la isla. Se trata de la nueva esperanza con la que el Gobierno intenta disminuir la crisis de generación y tranquilizar con ello a la población colapsada por las carencias y las largas horas de apagones.
La Guiteras sincronizó con el Sistema Electroenergético Nacional (SEN) la arde del lunes, pero según precisó a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Román Pérez Castañeda, el proceso “se realiza de forma más lenta de lo acostumbrado”, para “mantener estabilidad”.
Esta estructura, que debe aportar unos 280 MW, todavía no varía demasiado el panorama de hoy.
La Unión Eléctrica (UNE) anunció que para el horario pico del martes enfrentará un déficit de 1039 MW, y que “de mantenerse las condiciones previstas se pronostica una afectación de 1109 MW en este horario”.
Las “condiciones previstas” son “averías” y “mantenimientos” en buena parte de las estructuras, así como carencia de combustible para echar a andar “80 centrales de generación distribuida, las patanas de Mariel, la central fuel de Mariel, la central fuel de Moa y la patana de Santiago de Cuba”, que, en conjunto, suman un total de 1014 MW.
Por el déficit de capacidad, el lunes afectaron durante las 24 horas, con números rojos en el horario pico, cuando marcaron 1403 MW a las 20:30 horas.
El panorama presentó una situación favorable a finales del año pasado, pero desde finales de enero se reanudaron los cortes en el servicio y las afectaciones.
Estos frecuentes y prolongados apagones dañan la economía y atizan el descontento social en una sociedad gravemente afectada por la crisis económica, la inflación y la carencia de alimentos.
Ya el domingo hubo una sonada protesta en Santiago de Cuba, siendo una de las mayores de las que se tengan noticias desde julio de 2021, en línea con las de Nuevitas (2022) y Caimanera (2023), aunque se han producido otras de menor escala en distintos puntos.