El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, entregará esta semana en La Habana la silla del general y segundo jefe del Ejército Liberador de Cuba, Antonio Maceo, 121 años después de que fuera requisada como botín de guerra por el general mallorquín Valeriano Weyler y trasladada a Palma de Mallorca.
La pieza, hecha de un tronco de palmera, viajará en la bodega del avión presidencial hasta la capital cubana, donde el propio presidente –que realiza este jueves y viernes la primera visita oficial a Cuba de un jefe del Ejecutivo español en 32 años–, la cederá al historiador de la ciudad, Eusebio Leal.
En esta histórica silla, el general cubano solía despachar y descansar y en la misma están inscritas sus iniciales (A.M.) y una estrella solitaria que simboliza la revolución.
La pieza, cedida durante dos años por el Ayuntamiento de Palma, su actual propietario, formará parte de una exposición temporal sobre el militar cubano que se abrirá a principios de diciembre en el Palacio de los Capitanes Generales de La Habana.
El concejal de Cultura, Patrimonio y Memoria Histórica de Palma, Llorenç Carrió, de la formación ecosoberanista MÉS, confirmó a la agencia Efe su satisfacción por este acuerdo cerrado con las autoridades cubanas después de que Eusebio Leal pidiera en 2015 la cesión temporal de esta “histórica silla para el pueblo cubano de uno de los principales líderes de la independencia”.
En noviembre del año pasado, el Parlament de las Islas Baleares aprobó una iniciativa del PSOE por la que se pedía al Gobierno de España que agilizara los trámites para poder trasladar a Cuba la silla del héroe militar cubano.
El traslado cuenta con la autorización del Ministerio de Cultura y la colaboración del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, que se ha encargado del seguro, la custodia y el transporte de la pieza, ha explicado el concejal de Cultura.
El general Valeriano Weyler y Nicolau, nacido en Palma, fue nombrado Capitán General de Cuba en 1896 y 1897 y su principal función fue la de intentar paralizar los intentos independentistas. Es tristemente célebre en la Isla por el método de la “reconcentración”, con el que forzó a miles de campesinos a concentrarse en las ciudades para cortar la ayuda a los insurrectos, y que provocó numerosos fallecidos.
Por su parte, el general José Antonio de la Caridad Maceo y Grajales, nacido en la provincia de Santiago de Cuba y conocido como “El Titán de Bronce”, falleció a los 51 años en una emboscada de las tropas españolas el 7 de diciembre de 1896 cerca de la finca de San Pedro, a unos 35 kilómetros de La Habana.
En su carrera militar sobresalen importantes triunfos sobre las tropas españolas, la llamada “Protesta de Baraguá”, con la que se opuso a un acuerdo de paz con España en 1878, y la exitosa invasión a Occidente durante la guerra de 1895.
Su silla permaneció con los bienes muebles de los herederos del general Weyler hasta que en 1931 la cedieron al Ayuntamiento de Palma, en la isla de Mallorca y capital del archipiélago balear.
La pieza se mostraba hasta hace poco en uno de los salones del Castillo de Bellver de Palma y antes en el Museo Histórico Militar de San Carlos de la ciudad mallorquina, junto a otros elementos alusivos a las guerras de independencia de Cuba y Filipinas.
El concejal de Cultura de Palma explicó que la Asociación de Cubanos de las Islas Baleares (ACIB) lleva reclamando desde hace casi tres décadas que este objeto viajara a Cuba para que pudiera ser vista por los cubanos.
Carrió dijo que el Ayuntamiento acometió hace unos meses la limpieza de esta silla, cuyo traslado temporal es “emocionante”, ya que tiene lugar “más de un siglo después” de que saliera de su tierra de origen.
“Se resuelve una reivindicación y un capítulo históricos; de este modo se mejoran las relaciones entre Mallorca y Cuba entre España y Cuba”, aseguró.