El sector privado cubano ha firmado más de 10 mil contratos de importación y exportación a través de empresas estatales, desde que las autoridades de la Isla dieron luz verde a esta posibilidad en agosto de 2020.
En total, son 10 493 los contratos rubricados, la mayor parte de ellos de importación (10 295), mientras que apenas 198 están dirigidos a exportar productos y servicios, de acuerdo con datos divulgados por el diario oficial Granma.
Vivian Herrera Cid, directora general de Comercio Exterior del Ministerio del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (Mincex), explicó al medio que 109 de estos convenios son por ventas online, y “aunque no constituyen exportación porque las mercancías no pasan fronteras, sí son contrataciones que hacen las empresas exportadoras con tiendas o empresas extranjeras”.
Según la funcionaria “la mayor cantidad de contratos firmados para este proceder es por consignación y por depósitos de aduana”, al tiempo que solo “otros pocos” son de importación corriente.
Además de los convenios ya suscritos, otras 29 102 formas de gestión no estatal “se han acercado” para asesorarse sobre estos procedimientos a las empresas autorizadas para ello, mientras que 8 930 “han manifestado la firme intención de cerrar contratos”, apuntó Herrera citada por Granma.
Hasta el momento, son más de 50 las empresas estatales especializadas que brindan estos servicios al sector privado de la Isla. Entre ellas la directiva del Mincex señaló entre las más “destacadas” a Alcona, Artex, Citmatel, Cubaexport, Cubaimport, Desoft, Solintel, ITH, el Fondo Cubano de Bienes Culturales y Frutas Selectas.
En cuanto a las provincias, La Habana cuenta con más de 6 780 contratos de importación firmados, y también destaca en materia de exportaciones junto a Camagüey, Matanzas, Artemisa y Villa Clara, aunque sobre este particular el reporte de prensa no ofrece las cifras específicas.
Vivian Herrera afirmó que en lo que concierne a las empresas “se espera que se incorporen más mypimes estatales a brindar estos servicios especializados”, a la vez que reconoció “ineficiencias” en el trabajo de algunas de las ya existentes que “suscitan justos reclamos por parte de las formas de gestión no estatal”.
Entre estas quejas se refirió a “tiempos dilatados” de las operaciones y la “falta de respuestas oportunas”, por lo que, dijo, “sigue siendo una prioridad perfeccionar el trabajo de estas hacia los clientes”.
También se refirió al impacto de la pandemia y el embargo estadounidense en esta actividad, los que, aseguró han afectado el acceso a los suministros y elevado los precios, escenario ante el cual las autoridades han “incentivado la apertura de contratos de consignación y de depósitos aduanales, para que haya una disponibilidad de mercancías en el territorio nacional”.
Herrera, apunta Granma, “reafirmó la importancia de estas empresas y de sus servicios como mediadoras para las operaciones de comercio exterior, tanto para las formas de gestión no estatal como para las mipymes privadas”, y aseveró que su labor es “necesaria”, pues “cuentan con la experiencia comercial adecuada para contribuir a abaratar costos arancelarios, que los productos comprometidos cumplan los requisitos técnicos internacionales, la protección legal y para localizar las mejores ofertas”.
Estos datos y apreciaciones llegan menos de dos meses después que las autoridades reconocieran que estos servicios para el sector no estatal no marchaban “al ritmo deseado”. Una investigación realizada por un grupo de expertos y encargada por el Consejo de Ministros concluyó que todavía el impacto de esta política en la economía cubana era “limitado” y reconoció “la abundancia de trámites burocráticos”.
El propio presidente Miguel Díaz-Canel reconoció que “no se ha avanzado como debía” en materia de facilitar la importación y la exportación del sector privado, y que algunas de las empresas estatales encargadas de estos servicios “están detenidas por la inercia”.
“No se trata una tarea, sino de una necesidad de país”, señaló entonces el mandatario, para quien “todavía los niveles de importación y exportación para las formas no estatales son bajos” y se necesita “ir a un estadio superior en estas gestiones”.