Redacción OnCuba
Luego de sufrir el impacto del huracán Irma en 2017, el Parque Nacional Caguanes, en la provincia de Sancti Spíritus, muestra señales de recuperación en sus manglares.
Entre las primeras acciones allí figura el monitoreo para identificar “la resiliencia del manglar y cómo asegurar su regeneración natural”, dijo a Prensa Latina el director del parque, Norgis Hernández.
El paso del fenómeno meteorológico afectó al 80 % del mangle negro, “por lo cual requirió la reforestación natural y artificial”, añadió el directivo.
Apoyados por el Proyecto Internacional Resiliencia Costera, ahora los especialistas vinculados al parque dan muestras de “una regeneración natural de los manglares”, los cuales precisan de una supervisión permanente de la reforestación de las áreas y de la naturaleza.
Otros resultados apuntan hacia una tendencia “a la mejoría en los fondos marinos, litorales, cayos y lagunas costeras”, aseguró a PL la especialista Idania Hernández.
En la zona la flor y la fauna también se recuperan, avaladas por observaciones que corroboraron “fondos más arenosos” con mejora de las playas de los cayos Lucas, Fábrica y Caguanes y “más transparencia de las aguas”, explicó Hernández.
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Desde 2020, por regeneración natural asistida y siembra aplicada al fondo de desarrollo forestal, se beneficiaron 150 hectáreas de manglar, en particular del mangle prieto. También habita el flamenco rosado, al tiempo que retornaron las aves migratorias, afectados todos por el huracán.
Ubicado al norte de Sancti Spíritus, el Parque Nacional Caguanes es un área protegida de más de 20 mil hectáreas entre terrestres y marinas, ricas por su biodiversidad.
El poderoso huracán Irma barrió la costa norte de Cuba de este a oeste entre el 8 y el 10 de septiembre de 2017. Provocó 10 muertos, 1,7 millones de evacuados e importantes destrozos materiales, especialmente en viviendas e infraestructuras energéticas y agrícolas.
Afectó a más de 4 000 hectáreas de manglares del Parque Nacional Caguanes, donde provocó la muerte de unos 500 flamencos en los siete cayos de piedra con que cuenta la zona, así como de unas tres toneladas de peces.
