Diez días después del secuestro de dos médicos cubanos en Kenia, poco se sabe sobre su situación actual y el estado de las posibles negociaciones para su liberación. Ni las autoridades ni los medios de prensa del país africano han brindado detalles recientes sobre este lamentable hecho.
El diario keniano The Star aseguró este martes que el gobierno “no ha actualizado” sobre las operaciones en marcha para rescatar a los doctores Landy Rodríguez y Assel Herrera, secuestrados el 12 de abril por supuestos miembros del grupo yihadista somalí Al Shabab en la ciudad keniana de Mandera, fronteriza con Somalia.
El medio afirmó que la Secretaria de Asuntos Exteriores, Mónica Juma, declinó dar detalles sobre el caso la pasada semana, “para evitar negociaciones delicadas y otras operaciones comprometidas”, y que “se desconoce el estado de los esfuerzos” de los ancianos de Mandera que cruzaron a Somalia con la intención de negociar la liberación de los médicos, junto a homólogos somalíes.
De igual manera, The Star confirmó que hasta el momento “no ha habido reclamo de responsabilidad o demanda de rescate público”, aunque días atrás las autoridades kenianas dijeron que su política ante estos casos no comprende el pago de rescate pues hacerlo alentaría otros secuestros.
Por su parte, el gobierno cubano tampoco ha emitido nuevas informaciones, más allá de muestras de apoyo y la reiteración del contacto con los gobiernos de Kenia y Somalía. Días atrás, el presidente Miguel Díaz-Canel comentó en Twitter sobre conversaciones telefónicas sostenidas con los mandatarios de ambos países africanos “como parte de nuestros esfuerzos dirigidos a lograr el retorno de nuestros dos médicos secuestrados”. Pero desde entonces, no ha vuelto a tuitear sobre el tema.
El más reciente pronunciamiento de un funcionario cubano correspondió a Rodrigo Malmierca, ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, quien escribió en Twitter que los demás colaboradores cubanos en Kenia “se solidarizan con sus dos hermanos secuestrados” y que el gobierno de la Isla “seguirá haciendo gestiones hasta lograr su pronta liberación”.
Los colaboradores médicos cubanos en #Kenya se solidarizan con sus dos hermanos secuestrados. No están solos porque #Cuba entera los apoya. Nuestro gobierno seguirá haciendo gestiones hasta lograr su pronta liberación. #SomosCuba @MINCEX_CUBA pic.twitter.com/nB5Ill8qrs
— Rodrigo Malmierca Díaz (@R_Malmierca) April 22, 2019
Mientras tanto, los médicos permanecen desaparecidos y la situación en la zona fronteriza donde ocurrió el hecho se ha vuelto tensa, a pesar de que las operaciones de búsqueda por tierra y reconocimiento aéreo en esa región “se ha reducido drásticamente” tras un encuentro entre funcionarios de Somalia y Kenia para analizar esta situación.
No obstante, se mantiene la presencia de militares, quienes se han hecho cargo de la gestión de la zona, al tiempo que “el movimiento fronterizo de kenianos y somalíes entre Bula Hawa y Mandera se ha detenido”.
Según The Star, el secuestro de los médicos cubanos no solo afecta la salud sino también la vida económica y familiar de los habitantes del lugar.
La interrupción de la frontera ha separado a personas de una misma familia que viven en los dos países y ha provocado un aumento de los precios en Mandera, pues la mayoría de los productos que allí se comercializan provienen de Bula Hawa, en Somalia, donde se venden a un precio más barato con los transportados desde Nairobi, la capital keniana.
“Es nuestra esperanza y nuestra oración que esto se solucione de manera amistosa y que los médicos cubanos regresen sanos y salvos. Se puede imaginar que nos vemos obligados a sufrir por errores que no cometimos o de los que no sabemos nada”, dijo al diario un residente de Mandera.
También debido al secuestro, que no ha sido reivindicado públicamente, otros médicos cubanos que trabajaban en localidades fronterizas con Somalia fueron evacuados a Nairobi. Su traslado afecta la atención de los habitantes de los condados de Lamu, Tana River, Wajir y Garissa, convertidos en víctimas indirectas del hecho.