Dos jóvenes cubanos, Mario Alberto Céspedes Pérez y Michael Méndez Vega, se vieron en peligro de muerte al tratar de cruzar la frontera entre Bielorrusia y Polonia, en un intento de ingresar de manera ilegal a la Unión Europea.
En una dramática publicación en su perfil de Facebook el 18 de enero, Céspedes relató que él y su amigo Michael (según dice, doctor en medicina veterinaria) llegaron a Bielorrusia el día 11 de este mes en un vuelo procedente de Kazán, Rusia.
“Obviamente, aunque para la ley está mal, vinimos con la intención de cruzar la cerca fronteriza que separa a este país de Polonia para seguir vía este país rumbo a España con la intención de mejorar nuestra situación económica”, explica en su mensaje.
Aunque lograron cruzar la primera cerca fronteriza bielorrusa, “los guardias fronterizos nos detectaron y nos cazaron con un perro y comenzó una película de terror”.
Mario asegura que fueron golpeados y que les prometieron llevarlos a la frontera con Polonia.
“Lo que voy a revelar aquí será peligroso; pero no me importa porque probablemente esta sea mi última publicación. Nos montaron junto con inmigrantes de Siria en un furgón como animales y nos llevaron no a la frontera de Polonia sino a la de Lituania en una selva donde hay lobos y hay un río que se congela, para que cruzáramos ese río e ingresáramos a Lituania”, continúa.
Los cubanos habrían decidido no cruzar y logrado escapar, pero tras caminar kilómetros de bosques y pantanos y salir a un pequeño pueblo, los capturó la guardia fronteriza nuevamente. “Encendieron explosivos en mis pies para asustarnos y por más que les rogamos que nos llevaran a Minsk para tomar un vuelo de regreso a Moscú y regresar a Cuba con la familia nos dijeron que no y nos regresaron a una ubicación más lejana que la primera igual frente a la frontera de Lituania y nos dijeron que si no cruzábamos nos iban a matar”.
La publicación de Facebook relata las condiciones en las que se encontraban en el momento, “casi sin aliento, sin comida y sin agua ya prácticamente, tomando agua lluvia y de río”. Añadieron sus últimas coordenadas previendo que se quedarían muy pronto sin baterías.
En su pedido de ayuda, responsabilizan al Gobierno bielorruso y en particular a la guardia fronteriza por lo que pudiera ocurrirles. “Probablemente si no nos rescatan estaremos muertos de frío o de hambre en unas horas (…) Nos equivocamos y esta vez fue en serio”.
Aunque se desconocen los detalles, una fuente del consulado de Cuba en Rusia informó que en estos momentos se encuentran a salvo en Moscú. “Con una situación de salud en los pies por la exposición a bajas temperaturas”, pero fuera de peligro, reveló un mensaje más reciente de Céspedes.
Es solo el caso más reciente de cientos de cubanos que se enfrentan a peligro extremo al intentar cruzar fronteras desde Rusia y Bielorrusia (países de libre entrada para los cubanos) a la Unión Europea. Además de no conocer la lengua ni las costumbres, a veces ignoran las rutas y la situación de los territorios que deben atravesar.
La situación se agrava especialmente con la guerra en Ucrania, y los conflictos fronterizos entre Bielorrusia y Polonia.
En marzo de 2022, un grupo integrado por unos treinta cubanos, entre ellos cuatro niños, quedaron varados durante días en una zona boscosa de la frontera bielorruso-polaca. Denunciaron a través de sus redes sociales maltratos de las autoridades de ambos países.
La situación pudo resolverse solo gracias a la intervención de muchas personas y con la ayuda de instituciones y organizaciones humanitarias.
Se han conocido otros casos similares; algunos con finales menos felices.