Desde el 17 de diciembre último, he escuchado varias veces ya discusiones sobre la posibilidad de que franquicias de las Grandes Ligas viajen a Cuba, con el objetivo de completar sus entrenamientos primaverales o realizar juegos de exhibición en el archipiélago.
Algunos, incluso, se aventuraron a vaticinar que este mismo año las poderosas organizaciones establecerían sus campamentos en suelo cubano, cuestión que finalmente no se concretó, aunque la idea se mantiene viva y puede cobrar mucha fuerza en un futuro no muy lejano.
Así lo dejó claro Tony Clark, director ejecutivo de la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas (MLBPA por sus siglas en inglés), quien abordó con profundidad el tema este sábado tras una asamblea sindical anual con los Indios de Cleveland, dirigidos por Terry Francona.
Clark, jugador retirado con 15 años de experiencia en los terrenos de las Mayores, admitió que hubo conversaciones en esta temporada baja acerca de la posibilidad de contar con juegos de entrenamiento de primavera en Cuba, pero era muy poco el tiempo y tampoco se sabía a ciencia cierta lo que podía significar la reanudación de las relaciones entre ambos países.
“No fuimos capaces de poner las piezas en juego”, aceptó el directivo, y añadió que es perfectamente concebible la celebración de un partido de spring training en Cuba, aunque es difícil predecir cuánto demore.
Francona, también presente en la conversación con Tony Clark, expresó su conformidad con el asunto y dijo que le encantaría ir a Cuba con su club. “Creo que estaría muy bien”, declaró, consciente del clima beisbolero que se vive en la Isla, donde estuvo a finales de los 70 con una selección nacional estadounidense.
“Mi padre (John Patsy Francona) estuvo allí en el 56, y me decía que, en su momento, la liga cubana era casi mejor que las Grandes Ligas, con cuatro equipos en La Habana. Él ganó algún premio y llegó a casa con un Cadillac negro. Esa no es la pelota invernal que yo recuerdo”, apuntó el mentor de los Indios.
Ya franquicias de poder como las Medias Rojas de Boston y los Orioles de Baltimore manifestaron su interés de viajar a la Isla, aunque en realidad no hay planes inmediatos para un juego o cualquier otro intercambio, por mucho que se ha especulado, incluso, que el secretario de Estado John Kerry, fanático del Red Sox, ha tenido parte en las conversaciones.
Nada de esto se ha podido comprobar, pero el interés es real y no sería descabellado que las Grandes Ligas establezcan como prioridad internacional su vínculo con Cuba, teniendo en cuenta la proximidad geográfica y la pasión natural de los fanáticos antillanos por el béisbol.
“Hay intriga, hay interés. Yo solo puedo decir lo mismo que un montón de gente, estoy muy interesado en ver lo que pasa”, confesó Clark, quien dijo que en la actualidad es muy importante que los peloteros entiendan la necesidad de expandir el béisbol como un deporte internacional, y en ese sentido Cuba tiene un papel preponderante, más ahora con la apertura de un nuevo proceso en la relaciones con Estados Unidos.
“Si miramos en cualquier clubhouse ahora podemos apreciar lo internacional y global de nuestro juego, con hombres de muchos países. Cuba es una pieza que en realidad nadie conoce”, señaló el directivo, en clara referencia al tremendo impacto que tendrían los jugadores antillanos de establecerse un canal de entrada a las Grandes Ligas, sin tanto riesgo para el hombre.
“Parece que cada cubano que viene aquí está contribuyendo significativamente a nuestro deporte, y eso es beneficioso para todos”, añadió el directivo, quien destacó a los 19 antillanos que jugaron la última temporada en las Mayores, cifra que pudiera incrementarse al nivel de lo que aportan República Dominicana y Venezuela.
Por supuesto, el sueño de todos los amantes del béisbol en Cuba es que nuestros peloteros no tengan que someterse a las circunstancias más angustiosas para cumplir el sueño de jugar en las Mayores, justo lo que le ha ocurrido a Yasiel Puig y José Fernández, por solo citar dos, el primero envuelto en una peligrosa trama de tráfico de personas, y el segundo conocido por su tenebrosa travesía marítima hasta Estados Unidos.
Como antecedente de equipos de Grandes Ligas en Cuba, Roberto González Echevarría, historiador, profesor de Literatura en la Universidad de Yale y autor del libro “The Pride of Havana: A History of Cuban Baseball”, ubica a los Dodgers de Brooklyn de 1947 en nuestro país realizando la pretemporada, en parte debido a las muestras de racismo con que se había encontrado en la Florida el primer jugador negro en las Mayores, Jackie Robinson.
Además, otras novenas también protagonizaron entrenamientos primaverales antes del triunfo de la Revolución en 1959, e incluso los Rojos de Cincinnati tenían a un afiliado de Triple-A, los Cubans Sugar Kings, que radicaba en La Habana.
Más recientemente, en 1999, los Orioles de Baltimore viajaron a la Isla para realizar un partido de exhibición en el estadio Latinoamericano contra la selección nacional, la cual después devolvió la visita al Camden Yards de Maryland.
Alliet… hoy murió Mr. White Sox… ya lo debes saber. Te dejo la nota de Obama (fanatico de los White Sox) por el fallecimiento de Orestes Minnie Miñoso. RIP
Para los residentes del South Sider de Chicago y los seguidores de los Medias Blancas de todo el país, incluido yo, Minnie Miñoso es y será siempre será “Mr. White Sox”.
Primer negro en integrarse a las Grandes Ligas en Chicago, Minnie llegó desde Cuba a Estados Unidos, a pesar de que podría haber hecho más dinero en otros lugares. Vino a través de las Ligas Negras y no hablaba mucho Inglés al principio. Y como él ayudó a integrar el béisbol en la década de 1950, fue blanco de insultos racistas de aficionados y opositores, a veces obligado a quedarse en moteles diferentes a los que acogían a sus compañeros de equipo. Pero su velocidad, su poder -y su optimismo persistente- le valió múltiples apariciones en el Juego de Estrellas y Guantes de Oro como defensor del jardín izquierdo, y se convirtió en uno de los jugadores más dominantes y dinámicos de la década de 1950.
Minnie puede haber sido obviado por el Salón de la Fama durante su vida, pero para mí y para las jóvenes generaciones de afroamericanos y latinos, Minnie encarna por excelencia la historia americana mucho más que lo que una placa jamás podría representar.
Michelle y yo enviamos nuestros pensamientos y oraciones a su familia y a sus fanáticos en Chicago, Cleveland, y en todo el mundo.
Hola Cuco, mañana a primera hora saldrá una nota que preparó Aliet sobre la muerte de ese gran pelotero y hombre que fue Miñoso. Saludos.