Tres emprendimientos cubanos han lanzado una línea de pulseras manufacturadas, con cuya venta aspiran a aportar “un granito de arena” al bienestar animal en Cuba.
La actriz Alicia Hechavarría, uno de los rostros de la campaña que se desarrollará por dos semanas, explica que el 20 % de lo recaudado será donado a la asociación animalista Protección Animal SOS (Pasos), creada a principios de 2021.
Hechas por Ocean’s Bijoux y Destellos de Luna (ambos emprendimientos liderados por mujeres) y captadas por el lente del estudio Fotos Mahe (especializado en fotografías de 15), las pulseras de cristales tipo Swarovski se pueden adquirir con o sin accesorios. Sin ellos, tienen un precio de 300 pesos cubanos; con dijes de plata, de 1 500; y con charms de Pandora, de 2 800.
Leanet Cabrales fundó Ocean’s Bijoux el año pasado. Explica a OnCuba que su “océano de bisuterías” es “una tienda de accesorios personalizados, pensados y diseñados para realzar la belleza de quien los porte y completar su outfit con un estilo propio”.
Cabrales cuenta que sus sueños toman forma cerca del mar, desde tener un negocio con “un alto sentido de responsabilidad empresarial”, hasta apoyar a Pasos. “No se trata solo de vender, sino de marcar una diferencia haciendo algo positivo”.
Mientras, con el propósito de visibilizar el quehacer de orfebres cubanos y buscar “una vía alternativa de ingresos económicos”, Laura Martínez abrió en 2020 Destellos de Luna, una joyería especializada en la manufactura de accesorios de plata.
Con una luna como logo, Martínez trabaja hoy con cinco orfebres y un proveedor de plata mexicana, por lo que también ofrece “artículos internacionales”. Además de ayudar a la causa animalista, la emprendedora defiende la reutilización de prendas antiguas para modernizarlas y hacerlas atemporales.
Al igual que Hechavarría, influencers y artistas como Elena Gelpi y Kelly Dubed fueron fotografiadas en La Habana Vieja junto a animales rescatados de las calles, para promover a través de Facebook e Instagram “Pasos a una conciencia animal”, nombre que lleva la campaña.
La propia Hechavarría, quien desde hace un tiempo está ligada a varios emprendimientos de mujeres, explica que la compra de una pulsera supondrá ayudar a un animal necesitado, así como “darle más visibilidad” a la lucha por su bienestar.
La actriz añade que la alimentación es una prioridad. “El tema de la comida en Cuba es complejo. Si lo es para los seres humanos, cómo será para los animales que están en la calle, o en casas de protectores”, indica.
Alicia, graduada de Psicología, enfatiza que las asociaciones animalistas en Cuba están conformadas por voluntarios, “casi todos muchachos muy jóvenes” que “han empezado a hacer el cambio, en vez de esperar a que alguien venga y lo haga”.
“Cualquier donación: monetaria, de alimentos o de insumos, influye, aporta, suma”. De acuerdo con Hechavarría, el dinero podrá usarse además para costear transporte o atención médica, porque los veterinarios “hacen descuentos y apoyan muchísimo; pero no pueden subsistir trabajando gratis”.
“No es color de rosa”
Fundado por Yannara Reina, Claudia Larrea y Raquel Larrinaga (solo esta última reside aún en Cuba), Pasos es una familia “inclusiva y diversa”. Buscan “mejorar la calidad de vida de los animales abandonados, maltratados u olvidados”, en “convivencia coherente” con la naturaleza.
De ahí que Larrea sostenga que las regulaciones sobre los derechos de los animales y su bienestar necesitan en Cuba “un impulso grande y urgente”. “Hay muchas vidas que dependen de lo que podamos hacer con nuestras manos”.
Solo en su primer año Pasos empleó cerca de 400 mil pesos en la transportación, alimentación, atención médica y esterilización de más de 200 animales. Encima, en los últimos meses los precios se han disparado. “Un bulbo de vincristina, que se usa para curar tumores, costaba 50 pesos; ahora cuesta 200”, precisa Larrinaga.
Pasos se centra en atender varias casas de tránsito y protectores independientes. “Hay hogares temporales que son autosuficientes, pero a la mayoría debemos ayudarlos con arroz, viandas y proteína, o medicamentos. Además, repartimos lo que nos donan”, agrega Larrea.
Antes de Ocean’s Bijoux, Destellos de Luna y Fotos Mahe, otros emprendimientos como la guardería La Isla de los Niños, o el proyecto Friend My Pet Assistance, han contribuido con Pasos. Las donaciones son las que permiten que el grupo se mueva “en lo básico” y que, por ejemplo, haya podido comprar un triciclo propio.
La labor de Pasos “no es color de rosa”. Ni siquiera “podemos llevar el registro de lo que hacemos por la cantidad de trabajo”. Reina insiste en que los animalistas son estudiantes o trabajadores que lidian con los mismos problemas cotidianos que el resto de los cubanos, mientras dedican su tiempo y sus recursos para salvar vidas.
“Pasitos de bebé”
Con decenas de miles de seguidores en redes sociales, la hija mayor del actor Fernando Hechavarría cree que lo más importante es crear conciencia. Alicia confía en poder “incidir sobre todo en los jóvenes, el nicho que más interesa porque son quienes más están impulsando el país”.
A sus 33 años, la artista recalca que “falta muchísimo para que el decreto ley de bienestar animal se aplique como debería; para que haya justicia; para que la crueldad no siga; y para que no veamos tantos casos de abandono”.
Para Hechavarría, hay que empezar el cambio “desde nosotros mismos, no podemos esperar que la sociedad cambie por sí sola”. Requiere tiempo y éste hay que emplearlo “sabiamente”.
Por su parte, la estilista Marlenes Díaz, conocida como Alpilia, puso “un pedacito” de ella en este proyecto. “Siento que debemos esforzarnos por sensibilizar más corazones, que comprendan que podemos hacer mucho por los animales”.
La médica, modelo y protectora Elena Gelpi destaca que en los últimos tres años ha rescatado a muchos gatos, los ha esterilizado y los ha dado en adopción responsable. “Todo por mi cuenta”, declara.
Gelpi subraya la “apremiante necesidad de ayudar a estas criaturas: reportando casos de abuso, donando, enfrentando los maltratos o adoptando”.
Si bien “toda ayuda, por mínima que parezca, es mucho; la batalla no es de un día ni de una sola campaña”, añade.