Los cubanos han sido históricamente buenos bebedores de cerveza. En los años 80, dos de las más importantes fábricas del país – la Tínima y la Mayabe- llegaron a producir un millón de hectolitros cada una, con tecnología de la entonces República Democrática Alemana.
Como casi todas las cosas buenas de este mundo, la cerveza también tiene su día. Es el 5 de agosto, Día Internacional de la Cerveza, que se celebra en todo el mundo, por idea de un grupo de amigos estadounidenses en 2007. Desde entonces se celebra esta peculiar jornada en más de 25 países y 150 ciudades del mundo.
En este caluroso archipiélago caribeño este día 5 fue aprovechado por la Compañía Turística Habaguanex S.A. para promocionar sus propias minifábricas y ofrecer talleres interactivos con algunos de los mejores maestros cerveceros del país…mientras se compartía “una fría”.
En el Antiguo Almacén de la Madera y el Tabaco, en la Avenida del Puerto, se reunieron decenas de personas a escuchar –jarras de cerveza en mano- a uno de los especialistas más avezados en el tema, el investigador Rafael Fernández Moya.
El especialista afirma que deberíamos estar más agradecidos de lo que creemos por la invención de la cerveza y, más aún, por la fabricación de la cerveza artesanal cubana, con una concentración de alcohol nunca mayor al 4 por ciento.
Lejos de la falsa creencia que apunta a la cerveza como un vicio, esta bebida parece tener más de una buena propiedad: según el experto acumula cualidades alimenticias, hidratantes y diuréticas, por lo que beberla con frecuencia puede ser beneficioso para el organismo humano.
“En el proceso de producción cervecera –dijo Moya a OnCuba– se utiliza la cebada, uno de los ingredientes que se emplean en la elaboración del pan. Cuando la cebada pasa a la fermentación, se obtiene de ella un almidón que se convierte en azúcar, y esa azúcar en lactosa, un producto altamente nutritivo”.
La levadura para cerveza también contiene muchas vitaminas, entre ellas las del complejo B. Salvando un par de ingredientes más, el resto de la cerveza es básicamente agua, que representa el 90 por ciento de su composición.
“Cuando hay un contenido de alcohol tan bajo –explica el especialista- lo que tomas es prácticamente agua, lactosa y vitaminas”.
Desde sus inicios, la producción de cerveza en Cuba contó con la técnica de los mejores maestros cerveceros alemanes, con equipamientos importados principalmente de Europa, y con materias primas de alta calidad, lo que le valió varios reconocimientos en ferias y exposiciones internacionales.
Actualmente, según sus defensores, la cerveza artesanal cubana sigue siendo puntera en cuanto a calidad, con base fundamental en la tecnología y las materias primas de origen austríaco.
A los cubanos no suele importarles mucho de dónde venga la “birra”, si la tienen ya en su catálogo de preferencias. Para este calor la prefieren fría (aunque así se la tome cualquiera) y si fuera posible, si no es mucho pedir, que venga “vestidita de novia”…por la escarcha exterior.
¡Salud!
No soy cervecero pero recuerdo haber leido algo acerca de su importancia en el desarrollo de las sociedades y ciudades, resulta q mucha gente se enfermaba y moria por tomar agua contaminada, pero como el proceso de la produccion de cerveza elimina muchos de los parasitos y bacteruas, el tomar cerveza en vez de agua permitia la aglomeracion de personas y el desarrollo.