Manuscrito en una botella es el título de la muestra personal de Arturo Montoto que el viernes 20 de enero quedará inaugurada en el Museo de Arte Contemporáneo de las Américas (MoCaa, por sus siglas en inglés), sito en Kendall, Miami Dade, Florida.
La exposición reúne doce óleos sobre lienzo elaborados mayormente durante los meses “pandémicos”. Constituye un corte en una de las líneas de trabajo más conocidas del artista: las frutas tropicales. Esta vez no se hallan, como situadas al descuido, en parajes enigmáticos, sino que, por el contrario, ocupan un primer plano absoluto en la tela.
Manuscrito…, como es usual en la trayectoria de Montoto, no es un título tomado al azar. Alude al gesto de lanzar un reclamo de auxilio al mar, con la esperanza de que lo recoja y responda empáticamente un alma receptiva. Habla de la doble insularidad de Cuba, la geográfica y la política, agravada esta última por una crisis económica de dimensiones colosales.
El artista, como Robinson moderno, está impedido de trasponer los márgenes del litoral no solo por “la maldita circunstancia” del agua delimitándolo todo, sino, además, por las enormes dificultades que en estos momentos supone optar por una visa de Estados Unidos desde La Habana. Así es que no podrá asistir a la inauguración.
La obra de Montoto, cargada de densidad conceptual, se apoya en la pregnancia, cualidad de las figuras para ser captadas rápidamente de una manera en apariencia simple, sea por la disposición de las formas o por el cuidado estudio del color. Muchas veces el sentido último de la pieza se enmascara en la intertextualidad que se produce entre el objeto representado y el título de la pieza. Para mí, su trabajo todo tiene un fondo metafísico y una velada vocación surreal.
Así define Montoto los senderos por donde andan sus empeños:
“Mi obra actual es el resultado de una indagación en el ámbito de la visualidad pictórica de herencia post-renacentista, modelada por los recursos representacionales de la tradición occidental. Me interesa sobremanera el modo en que el barroco histórico despliega su teatralidad y converge en esa zona de silencio que los metafísicos italianos conservan desde sus ancestros tardomedievales. El suceso detenido en el tiempo y la narrativa inconclusa, signan el espacio en que confluyen las sombras, marcadas por la luz, y señalan un objeto de intrascendencia cotidiana, frugal y sencillo, inusitado y extraño, pero también hedónico y, a ratos, irónico. Pretendo que mi obra trascienda el puro aspecto de la ingenua creencia en la representación verista y atraiga al espectador hacia el espacio de reflexión sobre las intenciones de identificación de lo representado con la realidad a través de las convenciones de identidad y semejanza en que hemos sido educados”.
La curaduría de Manuscrito… está a cargo de Jorge Rodríguez Diez (R10), el conocido diseñador cubano estrenado en enero de 2023 como director del MoCaa. R10 recuerda que Rufo Caballero, notable crítico desaparecido prematuramente, le comentó “que todo el discurso de Montoto se sustentaba en profundas convicciones intelectuales”, y lo prevenía para que no se dejara arrastrar por las apariencias, porque “más allá del dominio casi absoluto de la técnica latían en planos superpuestos profundas reflexiones filosóficas”. Confiesa el curador:
“Comencé entonces a ver sus piezas con otros ojos. No intento adivinar hoy día que hay detrás de cada pieza. Me basta con ir incorporando certezas paulatinamente, despacio, sin ningún apuro, sobre el sentido de su obra pictórica. Toda la filosofía —sin distinguir entre la oriental y la occidental— se sustenta en la observación de cómo el sujeto universal tiende a complicar las esencias elementales de la existencia. Y en la cimentación de tal estudio comienza a enredarse de tal manera que pasa limpiamente sobre el sujeto y termina por enredarse y tropezar con sus propios pies. Quizás la obra de Montoto intente poner freno a ese desvarío y desde composiciones y estructuras discursivas aparentemente sencillas vuelva al instante basal donde coexisten realidades complementarias en un equilibrio perfecto. Basta tirar de un hilo para empezar a embrollarlo todo. Es cuando echa a andar la complicación de la existencia. Sus piezas nos alertan, al menos a mí, del peligro de perder el centro y dejar de ver el sentido de ‘la cosa’”.
Proyección del MoCaa
El Museo de Arte Contemporáneo de las Américas se inauguró el 11 de noviembre de 2022, en las instalaciones de lo que hasta entonces fue el Kendall Art Center, asiento de la Colección Rodríguez, de Leonardo Rodríguez y familia. Para su apertura el Museo contó con tres exposiciones: Subverting Materials: Textile and Fiber Art by Woman Artist, curada por Francine Birbragher-Rozencwaig; Ceramics: Omnipresence Matter, del The Fine Arts Ceramic Center, curada por Ivonne Ferrer; y The Rodriguez Collection at MoCaa-Americas, curada por Jorge Rodríguez Diez.
Interrogado sobre las principales líneas de trabajo de la institución bajo su responsabilidad, R10 nos dice que el propósito del museo es promover y visibilizar el arte de las Américas en la comunidad de Kendall, primero, y por extensión en el condado de Miami-Dade y el sur de la Florida.
Entre las muestras que podrán apreciarse este año en el MoCaa, está la colectiva en homenaje a Carmen Herrera (La Habana, 1915-Nueva York, 2022), con una nómina grande de mujeres artistas que cuenta a Sandra Ceballos, Cirenaica Moreira, Milena Martínez Pedrosa y Liudmila Velasco entre las participantes.
Para más adelante está programada una bipersonal de Rigoberto Mena y Jo Ann Rothschild, otra de Florencio Gelabert, y la integrada con obras de Reynerio Tamayo y Rubén Alpízar. Además, proyecta hacer algo con la obra del fotógrafo Raúl Cañibano. Todo esto, en lo que al arte cubano se refiere.
R10 también está enfocado en exhibir artistas estadounidenses. Quisiera hacer una muestra de paisaje del MidWest, con artistas de allá; una dedicada a Venezuela; y otras en las que participarían artistas brasileños, colombianos y mexicanos.
Otros proyectos que se serán acogidos por el MoCaa están relacionados con la cerámica artística, uno de los pilares de la colección del Museo, y estarían a cargo de Ivonne Ferrer. A su debido tiempo se darán a conocer.
Éxitos para Arturo Montoto en su exposición personal y para R10, colega por varios años en OnCuba, al frente de esa nueva institución cultural que demandará toda su creatividad y capacidad de trabajo, atributos que les son propios.