Expertos en arte determinaron que una pintura descubierta entre las paredes de un museo italiano el mes pasado es “Retrato de una dama” del austriaco Gustav Klimt, reportada como robada de esa misma galería hace casi 23 años.
Con la autenticación de la pintura, anunciada el viernes, se resuelve uno de los grandes misterios en el mundo del arte: ¿a dónde fue a parar el cuadro? Pero varias preguntas siguen sin responderse, incluyendo quién lo robó y si la obra llegó siquiera a salir del museo.
En diciembre, un jardinero de la Galería de Arte Moderno Ricci Oddi en la ciudad norteña de Piacenza notó una pequeña puerta en un muro exterior mientras limpiaba hiedras. Tras abrirla encontró en el interior una bolsa plástica que contenía una pintura que parecía ser la obra maestra desaparecida.
“Con gran emoción puedo decirles que esta obra es auténtica”, dijo el viernes la fiscal de Piacenza, Ornella Chicca, en una conferencia de prensa.
“Retrato de una dama” muestra a una joven mirando sensualmente por encima de su hombro contra un onírico fondo verde. Klimt la terminó en 1917, un año antes de morir. La galería Ricci Oddi la adquirió en 1925 y reportó que estaba perdida en febrero de 1997.
Desde que el jardinero la descubrió el 10 de diciembre, el lienzo había estado en una bóveda de una rama local del banco central de Italia, mientras un grupo de expertos usaba radiación infrarroja y otras técnicas no invasivas para determinar si era la pintura original.
Los expertos señalaron que se encontraba en una condición excepcionalmente buena. Uno de los pocos daños que sufrió fue un rayón cerca del extremo del lienzo que podría ser resultado de “un torpe esfuerzo por remover el retrato de su marco”, dijo Anna Selleri, restauradora de la Galería Nacional en Bolonia
Los expertos que hicieron la verificación encontraron evidencias suficientes que dejaron colegas suyos en la obra hace más de dos décadas, cuando la pintura llamó por primera vez la atención.
Entonces una estudiante de secundaria italiana, que se preparaba para sus exámenes de graduación en 1996, notó la gran similitud entre la pintura y una obra previa de Klimt de una mujer con una postura y mirada parecidas, pero que llevaba puesto un sombrero y un pañuelo, los accesorios que el artista no incluyó en el “Retrato de una dama”.
Intrigados por las observaciones de la estudiante, que eventualmente se convirtió en una investigadora de arte, expertos examinaron la obra de la colección de la galería de Piacenza y encontraron que Klimt la había pintado encima de otro retrato de una mujer.
Los expertos que examinaron la obra en las semanas recientes vieron el retrato anterior con la ayuda de rayos X. Selleri dijo que el análisis con radiación reveló que mientras pintaba el retrato posterior Klimt no rehízo gran parte del rostro, sino que usó el pigmento blanquecino de la versión anterior para la piel.
“Retrato de una dama” fue reportado como perdido ante las autoridades el 22 de febrero de 1997, pero pudo haber sido robado de la galería unos días antes, durante preparativos para una exposición.
Chicca dijo que la policía está estudiando algunos restos de material orgánico en el lienzo recuperado con la esperanza de poder encontrar pistas sobre quién pudo robarlo.
Al preguntarles si las autoridades sabían si la pieza había salido del terreno de la galería, los investigadores dijeron que eso es algo que esperan descubrir.
En cuanto a por qué terminó detrás de una pared, la periodista Anne-Marie O’Connor, autora de un libro sobre el dramático destino del “Retrato de Adele Bloch-Bauer” de Klimt, tiene una teoría.
Antes de la década de 1990 Kimt era considerado principalmente “un pintor de Austria”, dijo O’Connor, pero “su estatus se elevó bastante a partir de entonces”. Cuando “Retrato de una dama” desapareció el valor de este representante de la corriente art nouveau crecía como la espuma.
O’Connor conjeturó que quizá quien se llevó la pintura la ocultó entre las paredes de la galería mientras esperaba que se aplacaran las noticias sobre el robo, pero la obra resultó ser “demasiado caliente para manejarla”.
“Habría sido difícil venderla a un comprador privado”, en el llamado mercado gris dijo O’Connor en una entrevista telefónica desde Londres.
Algunas de las obras de Klimt han tenido impresionantes vuelcos de fortuna similares.
En el libro de O’Connor de 2012 “The Lady In Gold” la autora retrata el esfuerzo de una mujer por recuperar el “Retrato de Adele Bloch-Bauer”.
El retrato fue robado de la casa de Bloch-Bauer por un oficial nazi en Viena en 1941. La mujer, sobrina de Bloch-Bauer, vendió después la pintura al magnate de los cosméticos Ronald Lauder por 135 millones de dólares en 2006.
Otra pieza célebre de Klimt también es un retrato de Bloch-Bauer. Oprah Winfrey compró el “Retrato de Adele Bloch-Bauer II” y según reportes lo vendió hace unos años por 150 millones de dólares.
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