El Espacio Aglutinador surgió hace ya dos décadas como “sala de emergencia” y plaza autónoma para la promoción y desarrollo de las Artes Visuales.
“Puedo asegurar que no fue algo calculado, ni escrupulosamente organizado, ni fabricado sobre un basamento teórico ni con intereses o trasfondos, más bien emergió accidentalmente” expresó a OnCuba la artista y curadora Sandra Ceballos, alma y gestora del espacio que nació y vivió en su casa hasta el pasado 6 abril en que decidió girar por diversas locaciones del país.
A principios de los años noventa, momentos difíciles que recordamos todos los cubanos, se necesitaba en el país de un espacio cultural emergente en donde se realizaran trabajos curatoriales más atrevidos, menos prejuiciados y que estuvieran al margen de la censura. Era necesario un lugar de exhibiciones de artes visuales alejado de límites y metodologías canonizadas de promoción de las artes establecidas a niveles oficiales tales como: la divulgación de artistas establecidos o de noveles graduados del ISA, obviando a muchos artistas talentosos que por diversas razones eran apartados de la infraestructura sistémica cultural del aquel entonces. Se precisaba de un lugar que no juzgara el arte por la personalidad o actitud de sus creadores, que se liberara de los tabúes que impedían exponer en Cuba a los artistas cubanos del exilio, un espacio libre de mecanismos burocráticos y posturas puristas y comprometidas con factores extra-artísticos, en fin, un sencillo sitio para la creación y reciclaje del buen arte. “En esta fecha el artista Ezequiel Suárez inauguraría una exhibición personal en la Galería de 23 y 12, pero lamentablemente no se pudo realizar porque le censuraron varias obras por su contenido “impúdico, desenfrenado y desafiante” que arremetía contra las instituciones culturales cubanas, por lo cual decidimos hacerla en mi casa. Ezequiel vivía conmigo porque en aquel entonces éramos pareja en la vida y el arte. La idea fue muy acertada ya que los artistas lo acogieron con mucha emoción y entusiasmo hasta nuestros días.” expresó Ceballos.
Y dicen que veinte años no es nada
Si bien no fue la primera casa en donde se realizó una exposición de artes plásticas, ya que anteriormente José Manuel Fors había realizado una muestra con los artistas de Volumen 1 en la suya, sí fue la primera vez en Cuba que se abrió un espacio cultural privado con seguimiento, complejidad, logística-curatorial y rigurosamente exigente en cuanto a la calidad de las obras y los artistas que se exhibieron; pero también -y contradictoriamente- con un espíritu anarquista y ecléctico en sus presupuestos estéticos y conceptuales. La idea esencial, aglutinar (de ahí viene el nombre) y exhibir a todo tipo de artistas: cubanos y extranjeros, viejos y jóvenes, graduados y autodidactas, famosos y emergentes, heterosexuales y homosexuales, mujeres y hombres, religiosos o no y de cualquier filiación política, olvidados, modestos o pedante, siempre y cuando tengan una calidad incontrastable, y sobre todo esa necesaria dosis de honestidad y desasosiego ante la creación propia del arte verdadero. “Era habitual en nuestro estilo curatorial el unir en una misma muestra a artistas de mucho reconocimiento con otros totalmente desconocidos, graduados de escuelas de arte con autodidactas, artistas del exilio y residentes dentro de la Isla. A lo largo de estos 20 años se realizó un trabajo muy dedicado y cuidadoso con los artistas marginados tanto por las instituciones culturales cubanas como por su propia personalidad, su actitud, o su situación económica precaria; así se han exhibido obras de artistas que estuvieron presos, vendedores de viandas, alcohólicos desahuciados, artistas olvidados, algunos con disfunciones mentales y religiosos, pero también así mismo artistas exitosos, apoyados por el sistema cultural gubernativo”, cuenta la Ceballos. Han tenido lugar más de un centenar de muestras tanto personales como colectivas, performances, entre otras acciones culturales. Es importante destacar la etapa de Aglutinador Laboratorio, la creación del Museo de Arte Maníaco (MAM) en 2013 y las becas de creación PERRO (Propuesta Experimental de Respuesta Rápida Organizada) con apoyo de varias fundaciones europeas y la economía de la propia Sandra. Interesantes también han resultado las muestras Curadores go home (2008) y Curadores come home (2013), ambos proyectos antagónicos entre sí que demostraron, que a pesar de las diferencias pueden coexistir dentro del mismo sistema operativo de una estructura cultural determinada y que vale todo lo que sea bueno, porque al decir de la curadora, “los polos contrarios tienen que interactuar para que exista un equilibrio inteligente y dialéctico”’. Sandra afirma que pesar de que nunca se propusieron hacer historia, el Espacio Aglutinador ha alcanzado un pequeño lugar en los corazones de artistas, críticos, fanáticos del arte y coleccionistas con buenas intenciones del mundo entero. A partir de los parlamentos estéticos y conceptuales de las curadurías de las muestras realizadas en Aglutinador, surgieron, irrefutablemente, nuevas posturas asumidas por curadores emergentes y artistas en general.
Aglutinador no se desaglutina
Sino todo lo contrario, este espacio muta, se transforma, se hace expansivo por un tiempo, el preciso. Se cierra el local para las exhibiciones (la casa de Sandra en las calles 25 y 6). “Decidimos clausurar este lugar después de un largo período de trabajo enriquecedor pero indudablemente agresivo hacia mi vida privada, para recorrer e intervenir en otros locales y lugares públicos dentro y fuera de la capital”, añadió Sandra. Lo próxima entrega de este espacio, ahora itinerante y en constante movimiento, será para el mes de julio, aun ni su curadora tiene la ruta específica, solo nos puede adelantar su título: Brujas y también brujos, y abordará la brujería del mundo, desde los albores de la humanidad hasta nuestros días, transitando por las tradiciones, religiones, hechizos, encantamientos y filosofías de diversos sitios y momentos históricos. Como ya se ha demostrado en otras ocasiones, Aglutinador siempre se está renovando para crear proyectos alternativos a su alternatividad.
Esos si son artistas, la ceballos y ezequiel, felicidades por el aniversario, son autenticos y puros y solo le sinteresa el arte a diferencia de otros que solo les importa vender. muy buena la resena gracia ala peridista