El arquitecto italiano Vittorio Garatti, uno de los creadores de los emblemáticos edificios pensados para alojar las Escuelas de Arte de Cubanacán, en La Habana, falleció este jueves a los 96 años en Milán.
“Con la muerte de Vittorio Garatti perdimos al último de los arquitectos del conjunto arquitectónico de las Escuelas de Arte”, publicó el Museo Nacional de Bellas Artes en su perfil en Facebook. Su coterráneo Roberto Gotrardi murió en La Habana en 2017; y el cubano Ricardo Porro en París, en 2014.
La frase corresponde al director del Museo, Jorge A. Fernández, quien también escribió que “la mente de Vittorio y su corazón estuvieron de forma permanente en Cuba, aunque su deceso ocurrió en la calle Brera, muy cerca del Domus y de la Academia de Arte de Milán”.
“Nos despedimos de Vittorio Garatti con la esperanza de ver sus obras terminadas, esta nación tiene un compromiso con uno de los hombres que hizo grande nuestra arquitectura”, apunta la nota firmada por Fernández.
Nacido en Milán, en 1957, Garatti se graduó en el Politécnico de la ciudad. Ese mismo año partió a Venezuela donde encontró empleo en el proyecto Banco Obrero dirigido por el arquitecto Carlos Raúl Villanueva y comenzó a dar clases en la Universidad Central de Venezuela. En Caracas conoció al arquitecto cubano Ricardo Porro.
Después de 1959, Garatti recibió la invitación de Porro para proyectar la arquitectura que alojaría las Escuelas de Arte de Cubanacán, un proyecto sin igual pensado para una zona elitista de La Habana. Porro convocó al también italiano Roberto Gottardi en este proyecto estimulado por Fidel Castro.
Garatti se encargó de las escuelas de Música y de Ballet. “¿Qué decir de esta escuela? Una escuela de Ballet, un animal, un crustáceo, un pulpo (con sus formas envolventes, intrigantes, ambiguas)”, se preguntaba en 2014 en la presentación de la muestra Vittorio Garatti: Obras y proyectos, curada por el propio Fernández.
“Ciertamente un organismo con muchas cavidades. Las cavidades siempre me han fascinado. ¿Su misterio? El sentido de atracción hacia el hueco oscuro. Siempre me ha apasionado el fondo marino, descubrir grutas y cuevas, me fascina el espacio abierto y devastado, (…) una disolución de planos: un no cerrar, no fijar”, escribió.
Los diseños de Porro fueron concluidos en 2009; sin embargo, los de Gottardi y Garatti siguen por terminarse.
“El hecho de que estos espacios hayan quedado abandonados no ha impedido que sigan siendo inspiración para el arte y un lugar que le ha propiciado a las parejas de jóvenes artistas el refugio íntimo para soñar y hacer el amor”, apunta el Museo de Bellas Artes en su post.
Por su parte, Granma recuerda que en 2012 Porro, Gottardi y Garatti merecieron el Premio Vittorio de Sica, de arquitectura, por la proyección de dicha arquitectura, proclamada Monumento Nacional.
En el contexto de una de las visitas de Garatti a la isla, la Universidad de las Artes en La Habana lo distinguió con el Doctorado Honoris Causa, según el reporte.