Isabela de Sagua

Isabela de Sagua. Foto: Gian Carlo Marzall.

Isabela de Sagua. Foto: Gian Carlo Marzall.

El mar conoce bien la historia del puerto de Isabela de Sagua y su pueblo pesquero, al norte de Villa Clara, de cuando existía solo una calle y muchos puentes de madera por los que cruzaban lo vecinos de sus casas levantadas sobre el agua. Era la Venecia de Cuba y una de las mejores bahías de la Isla, la única salida al mar de Sagua la Grande.

Foto: Gian Carlo Marzall.
Foto: Gian Carlo Marzall.

Su puerto, situado al medio de la costa norte de Cuba y el más cercano a Estados Unidos, fue fundado y abierto al comercio internacional en el año 1844. Ahí comenzaron los tiempos de esplendor de Isabela. En sus muelles podían atracar ocho buques a la vez, los cuales embarcaban un aproximado de 41600 sacos de azúcar de 250 libras en cada día de trabajo; llegó a acoger 300 barcos en un año y 42 buques en un día. Azúcar, mieles, alcohol y otros productos eran depositados en los almacenes de la Isabela.

Foto: Gian Carlo Marzall.
Foto: Gian Carlo Marzall.

El ferrocarril, estrenado en 1858, mantenía trenes de viajeros entre Sagua e Isabela cada una hora y salía con destino a La Habana seis veces por día. Actualmente el tren local tiene cuatro frecuencias diarias y no existe conexión con otras provincias.

Foto: Gian Carlo Marzall.
Foto: Gian Carlo Marzall.

Isabela ha soportado el maltrato de huracanes, la soledad de su puerto y el éxodo en balsas durante la crisis migratoria de los 90. Queda todavía la vida de un sector marítimo poblado por pescadores y pequeños comerciantes. Y muchos otros sitios en ruinas: los devotos asisten a una iglesia abandonada y una escuela secundaria clausurada en 2014 por deterioro está ocupada por varias familias sin casa.

Foto: Gian Carlo Marzall.
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