El genio del jazz cubano Chucho Valdés y la pianista y compositora japonesa Mine Kawakami se unieron en un concierto en 2018 en el Teatro Real de Madrid. El resultado de esa colaboración acaba de salir a la luz en el disco Mine Kawakami y Chucho Valdés, publicado por la disquera Sony Classical.
Chucho Valdés y Kawakami (conocida como la pianista del alma) han mantenido cercanos vínculos creativos en los últimos años. La instrumentista japonesa celebró un concierto junto al fundador de Irakere en 2004 en el teatro habanero Amadeo Roldán y su relación ha sido la de dos músicos que se profesan una admiración mutua. Y lo proclaman a los cuatro vientos.
“Siento una gran admiración por Mine. Aunque ya está consagrada, tiene un futuro todavía mejor. Y como persona es muy especial. Su música es de una belleza extraordinaria y muy descriptiva: de los bosques, los vientos, el mar. Del amor. Pone imágenes a lo que tú solo puedes imaginar mientras la estás escuchando”, dijo Chucho (Quivicán, Cuba. 1941), ganador de 9 premios Grammy, al diario español 20 minutos en una entrevista en 2018.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/atencion-obras/atencion-obras-concierto-chucho-valdes-mine-kawakami/4842650/
La japonesa (Nagakute, 1969) no fue menos cuando pasó lista a las cualidades del hijo de Bebo Valdés.” Es un monstruo tocando el piano. Y gran persona. No puedo dar con alguien que admire tanto en global. Es un motor de mi música. Chucho tiene lo que yo estaba buscando en la vida. Cuando me siento mal, en Japón, voy a un templo sintoísta o budista, que nosotros vivimos en estas filosofías, y me afina el espíritu, me deja bien, me da fuerza. Chucho es como ese templo”, comentó Mine.
La pianista trabó contacto con la música de Chucho hace 25 años y luego en 2008 llegó a conocer a uno de los máximos exponentes del jazz mundial. De ahí nació un intercambio que ha vencido la prueba del tiempo y este disco es un excelente testimonio de la amistad y del talento de ambos para desde sus propios afluentes culturales crear una obra muy atendible.
Mine Kawakami inició sus estudios de piano a los 3 años. Luego se graduó en la Escuela Superior de Música y Teatro de Múnich y en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, donde vive actualmente mientras alterna sus compromisos creativos con frecuentes viajes a su país natal.
Chucho Valdés ha arrancado el año con el pie en el acelerador. Se encuentra de gira por los escenarios internacionales desde el primer tramo del año para defender su nuevo disco Jazz Bata 2, lleno de alegorías a la tradición yoruba y a su influencia en la música cubana. Lo acompañan en la travesía astros de la escena cubana como Yaroldi Abreu Robles, Dreiser Durruty, y Yelsy Heredia, entre otros.
Uno de sus conciertos más recientes fue en el Palacio de Bellas Artes, de México, donde fue aclamado por el público que agradeció la entrega y la profesionalidad de este genio de la música cubana, así como de los jóvenes instrumentistas que lo secundan.
El tour que tiene por delante el autor de “Bacalao con Pan” apenas le dará tiempo para tomarse unas vacaciones. Tiene agendado numerosos conciertos en Estados Unidos, Canadá, Francia, entre otros acreditados escenarios mundiales.
El pasado año Chucho cumplió un sueño largamente anhelado en su carrera al poder rendir homenaje como corresponde a su padre en el centenario de su natalicio. El pianista ofreció un concierto en el municipio natal de Bebo ( 1918- 2013), Quivicán y reunió a un grupo de músicos que lo acompañaron en este acto de justicia hacia uno de los grandes instrumentistas que ha parido la música cubana y que, lamentablemente, su obra fue cubierta por un manto de silencio cuando decidió emigrar en 1960.