El proyecto cinematográfico Agosto del cubano Armando Capó, fue premiado recientemente en el Global Filmmaking Award del Festival de Cine de Sundance. A solo unas pocas horas de haber llegado a la Isla, este joven realizador cubano accedió a conversar con OnCuba.
“Cuando me gradué de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (EICTV) estaba pensando en que quería hacer un largo de ficción que me interesara. Cuando terminé la secundaria acababa de suceder la crisis de los balseros y en ese momento yo me iba de mi casa a estudiar a Holguín.
“Recuerdo que había tomado algunas notas al respeto, hasta escribí un cuento porque era un tema que me movía y con el paso de los años descubrí que aún seguía moviendo cosas, así que volví ahí a partir de cosas que son importantes para mí”, comentó Capó, quien ha visto transitar con suerte el proyecto de su primer largometraje de ficción, con un amplio recorrido por diversos festivales.
“En un primer momento decidí buscar un guionista, en este caso a Abel Arcos. Juntos hicimos un primer esquema de lo que sucedía en la historia y en 2010 empezamos a trabajar en la escritura del guion”. Después de tener un argumento y de haber escrito algunas escenas, en el 2011 el proyecto entró, becado por Cinergia, al Taller Colón, organizado por la Fundación TyPA (Argentina) y ahí contamos con varios asesores como Rodrigo Moreno y Rossana Seregni”.
Al tener la primera versión del guion en 2012, Capó entró al primer taller de proyectos de Ibermedia en Costa Rica. “En ese momento éramos solo director y guionista, después hicimos una segunda versión del guion y ahí Marcela Esquivel que es costarricense, se sumó al equipo y comenzó a trabajar en la producción”.
El primer impulso fuerte que tuvo Agosto desde la producción fue EAVE, un taller de productores organizado por la unión de productores de la Unión Europea en Locarmo y Ventana Sur para después llegar a Cinema du Monde en Cannes donde “el proyecto estaba un poco más sólido y allí encontramos a los coproductores franceses que están trabajando ahora con nosotros”.
Más adelante ganaron el foro de co-producción de San Sebastián y el premio al mejor proyecto Iberoamericano en el Festival de Amiens (Francia), con el que obtuvieron una ayuda para la reescritura del guion. Por último fueron premiados en el Nuevas Miradas que organiza la EICTV y ahora el Instituto Sundance los reconoce.
El festival, creado por Robert Redford en 1978 “funciona como una familia y no solo te premian sino que siguen mucho todo el proceso; desde el momento en que se interesan en tu proyecto se convierten en una especie de padrinos”, enfatizó Armando, quien también se desempeña como Coordinador de la Cátedra de Ficción de la EICTV. El premio, consistente en una suma de alrededor de 10 000 dólares este año, favoreció también a proyectos de países como Marruecos, India e Italia.
Desde la década de los 80 del pasado siglo Sundance no había vuelto a tener relaciones de trabajo con Cuba y la posibilidad de realizar el pasado diciembre uno de sus lab en La Habana, permitió que se fijaran en Agosto ya que “a este premio no se puede aplicar porque son proyectos que se seleccionan en los labs que hacen por el mundo”.
La película contará en el reparto con la actriz Laura de la Uz quien será una de las protagonistas. “Laura te da mucha seguridad y cuando eres un director novel entre mejores actores tengas temes menos metes la pata, así que en ese sentido es una tranquilidad tenerla. Además de ser una persona maravillosa, está en un momento de su carrera donde puede decidir qué hacer y que no y si ha accedido es porque realmente le interesa el proyecto”.
El filme, que narra la historia de Carlos y sus vivencias como adolescente durante la crisis de los balseros en Cuba, tendrá a la ciudad holguinera de Gibara como escenario y será rodada entre agosto y octubre de este año. “Los interiores deben grabarse en La Habana pero hay por lo menos tres semanas de rodaje en Gibara”. En algún momento y por una cuestión de producción, el equipo dudó en la posibilidad de grabar en la también conocida como la Villa Blanca pero “la película está escrita pensando en Gibara, en los lugares donde crecí y que conozco”.