Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez In Memoriam”

Del el 6 al 12 de marzo en Santiago de Cuba. Esta 18 edición se dedicará al fallecido creador Ismael Perdomo y a los 505 años de la ciudad.

Foto: Archivo.

Del el 6 al 12 de marzo tendrá lugar en Santiago de Cuba el 18 Festival Internacional de Documentales “Santiago Álvarez In Memoriam”. La cita, que rinde homenaje a la vida y obra del realizador, en esta edición se dedicará al recientemente fallecido creador Ismael Perdomo y a los 505 años de la ciudad.

En conferencia de prensa, Lázara Herrera, viuda de Santiago Álvarez y directora de la Oficina que lleva su nombre en el Instituto del Arte y la Industria Cinematográficos, agradeció a la embajada de Canadá y en particular a los representantes de Quebec por el respaldo en los preparativos.

Indicó que entre las obras canadienses se exhibirán Con amor, Scott, de Laure Marie; Metamorfosis, de Nova Ami y Velcrow Ripper; Qué importa la gravedad, de Matthieu Brouillard; Zancadas, de Noemie Brassard; Al abrigo del tiempo, de Josiane Roberge, y Huellas de invierno, de Mathieu Germain.

También Lobo grande, de Francois Harvey; Rituales, de David Gamache, y Allí donde vivo, de Sarah Baril Gaudet, agregó Herrera.

Now! 1965 Santiago Alvarez

Entre las actividades académicas mencionó las conferencias “La relación entre el documental y sus nuevos modos de presentación”, de Josiane Roberge, y “Las amalgamas del documental y de la ficción en el cine de Quebec: algunos estudios de casos”, de Matthew Brouillard.

La actriz santiaguera Fátima Patterson, Premio Nacional de Teatro, expondrá “Historias silenciadas: Matifa, la campanera de Los Hoyos”, y la cineasta Belkis Vega impartirá la conferencia “Hacer documentales, una forma de entender y compartir el mundo”.

Unas veinte obras de Argentina, Brasil, España, Chile, Estados Unidos, México y Venezuela competirán por el Gran Premio que lleva el nombre del destacado documentalista.

Artífice de los Noticieros ICAIC, declarados Memoria del Mundo por la UNESCO, Santiago Álvarez dejó al morir en 1998 una vasta obra que lo hizo trascender en el cine latinoamericano y mundial.

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