Convencido de que “un aplauso no es siempre una celebración”, Enrique Pineda Barnet entra al 2016 trabajando en la fase de postproducción de su más reciente cortometraje.
Sobre la propuesta que defiende en esta ocasión, el director del paradigmático documental David sintetizó que el corto Aplausos indaga en esa acción, como actitud y expresión comunicativa, como lenguaje.
Barnet comentó a OnCuba que trata de ofrecer “una visión crítica sobre las convenciones humanas y los convencionalismos”.
El filme, pensado para que dure unos pocos minutos, se inserta en la serie compuesta hasta el momento por First, End y Upstairs.
Este último, con la actuación de Héctor Noa, integró la Selección competitiva del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de 2014, y marcó el regreso del director a esa significativa cita del audiovisual en el hemisferio luego de 25 años sin participar.
La serie de cortos enarbola discursos de corte filosófico, envueltos en simbologías, sobre temáticas universales y otras referentes a la condición cubana de las últimas décadas, como por ejemplo el conflicto político entre el archipiélago y los Estados Unidos.
Si una estética define a esta colección desde lo visual es lo umbroso, pero la paradoja y lo kafkiano atraviesan el corazón de los tres relatos cinematográficos precedentes: un hombre que odia a su reflejo (First), una llama que escapa y aparece a su antojo (End), una escalera interminable que pone peso a la desesperanza (Upstairs).
Según explicara el ganador del Premio Goya en 1990, dieciocho planos y un único llamado bastaron para que Aplausos pudiera entrar este mes de enero en el que se espera sea un rápido proceso de edición.
El equipo que trabajó en la realización de la película consumió una mañana de diciembre en el transitado Paseo de Prado de La Habana junto a la actriz Verónica Lynn para llevar a imágenes el guion del Premio Nacional de Cine 2006.
En la dirección de Fotografía repitió Raúl Rodríguez, quien ya ha creado un conocido binomio con Pineda Barnet luego del proyecto iniciático del teleteatro Aire Frío, en los tempranos 60 del pasado siglo, hasta ese clásico del cine cubano que es La bella del Alhambra.
Beatriz Valdés, quien fuera protagonista de ese largometraje musical, corre ahora con lo relativo a la producción ejecutiva de Aplausos.
Pineda Barnet no ocultó su alegría porque la actriz cubana, residente en los Estados Unidos, forme parte y brinde un apoyo tan significativo en aras de que el proyecto se lleve a buen término.
El cineasta se ha desentendido de la industria por la que exitosamente había transitado tanto fuera como dentro de la Isla, y ha optado por la producción independiente.
felicidades para Enrike.da gusto verlo tan impetuoso a sus ochenta y tantos. Jóvenes, aprendan.